Imagínate vivir dos meses sin ver el sol. Bien al norte de nuestro planeta, existe una ciudad donde la oscuridad no da miedo, sino que se convierte en espectáculo
Mientras el resto del mundo cuenta los días hasta el amanecer, Tromsø se sumerge en una noche polar que dura semanas. No hay sol, pero sí auroras que se mueven como fantasmas sobre el cielo, una catedral que brilla como un iceberg y fiordos donde las ballenas cazan bajo la luna. En este lugar, la oscuridad respira.