VIDEO: 'Alas' no tripuladas rusas salen de 'cacería'

VIDEO: 'Alas' no tripuladas rusas salen de 'cacería'

El Ministerio de Defensa de Rusia ha difundido este sábado un video que recoge varios ataques con vehículos aéreos no tripulados rusos contra objetivos militares de las Fuerzas Armadas de Ucrania en distintas zonas de la operación especial militar. El organismo elogió la "caza exitosa" de los operadores de drones rusos, que impactaron drones ucranianos, plataformas robóticas terrestres, así como vehículos, fuerzas y equipos del Ejército del régimen de Kiev.

Lo que no dice el Informe Foessa

Lo que no dice el Informe Foessa

Pocos estudios de algo más que la realidad social en España hay tan completos como el realizado por la Fundación Foessa , ligada a Cáritas. Su continuidad histórica es un valor añadido. Como ocurre en proyectos de esta naturaleza algo más que descriptiva es indiscutible que se den sesgos cognitivos, quizá metodológicos, que la misma ciencia social se encarga de regular y corregir. Son muchos sus autores y los temas que aborda que hay que entender están relacionados con las prioridades que hoy marcaría la Doctrina Social de la Iglesia respecto a la realidad social en España. Por otra parte, está claro que no seré yo quien critique lo que no dice por lo que dice. Pero veamos. Después de... Ver Más

El sector turístico busca la hoja de ruta para viajar del territorio del volumen al del valor

El sector turístico busca la hoja de ruta para viajar del territorio del volumen al del valor

En 2024, el país recibió 93,8 millones de turistas internacionales, un 10,1 % más que el año anterior, la cifra más alta de su historia. El gasto total alcanzó los 108.662 millones de euros, mientras que el gasto medio por turista se situó en 1.158 euros, con un incremento interanual del 5,9 %. Según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el sector aportó cerca de 249.000 millones de euros al PIB español, el 15% del total, y generó más de tres millones de empleos directos e indirectos. Sin embargo, bajo esas cifras de récord, cada vez más voces alertan de la necesidad de un cambio de modelo. El turismo español no puede seguir creciendo solo en volumen: debe hacerlo... Ver Más

Las semillas digitalizadoras del campo se enfrentan a un árido escenario

Las semillas digitalizadoras del campo se enfrentan a un árido escenario

El sector primario (agricultura, ganadería, pesca, caza y silvicultura) registró en 2024 un valor de 68.430 millones de euros, con un número de ocupados de 680.200 personas equivalente a tiempo completo. Y representa un 2,3% del Producto Interior Bruto español, según datos de Eurostat. Un sector clave que se enfrenta al reto de su modernización y de la adopción de las nuevas tecnologías con muchos hándicaps en el horizonte. Miguel Padilla, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), recuerda que la diversidad en la actividad del sector complica el balance: «En ganadería preocupan especialmente las enfermedades que están surgiendo y que debemos ser capaces de atajar para que no se propaguen más. En cuanto a... Ver Más

Las grandes autopistas de la conectividad pisan el acelerador

Las grandes autopistas de la conectividad pisan el acelerador

Las tecnologías móviles y la transformación digital contribuirán con 11 billones de dólares al PIB mundial para 2030, cerca de un 8,4% del PIB global, según GSMA Intelligence (Global System for Mobile Communications Association, la asociación comercial que representa a operadores de redes móviles y a empresas del ecosistema móvil de todo el mundo). Sin duda, las autopistas digitales, telecomunicaciones y datos se ratifican como palanca de desarrollo para la economía del siglo XXI, y lo serán más con el desarrollo de la comunicación cuántica , que codifica la información en estados cuánticos en lugar de en los bits clásicos. Todo un desafío que requiere forzar la máquina para atraer y desarrollar talento digital , en tiempos en los que la voracidad del mercado hace que las instituciones académicas no den abasto para surtir de esta 'savia laboral'. De hecho, el próximo miércoles, se celebrará en Madrid la segunda edición de la presentación de Talent Arena , el mayor evento de desarrolladores de Europa que se celebrará durante el Mobile World Congress y que contará con directivos como el director de GSMA, John Hoffman, y responsables de empresas como HP o Airbus para hablar sobre los retos en retención y atracción de talento digital. «La sociedad digital (destaca Eduard Martín, director de Innovación de Mobile World Capital) constituye una nueva era en la historia de la humanidad. El desarrollo de las telecomunicaciones durante el siglo XX y, posteriormente, de la electrónica y la computación han cambiado el mundo de forma definitiva. Las telecomunicaciones concebidas como infraestructuras imprescindibles en nuestro mundo son el principal eslabón en la sociedad digital. Sin ellas, invisibles a los ojos del usuario final, no serían posibles ninguno de los servicios que ahora nos parecen cotidianos». Como añade Martín: «No sólo hablamos de autopistas que físicamente se plasman en cables, nuestras autopistas de datos también se mueven en el éter. Las redes inalámbricas dieron paso a principios de siglo XXI a la ubicuidad de los servicios, y en definitiva a que cambiará definitivamente la manera en la que los humanos nos comunicamos». Manufactura (en Industria 4.0 y con 5.0 en primer tiempo de saludo), servicios financieros, sanidad, automoción, aviación, ' smart cities ' como agrupadora de servicios… todo un universo en el que la nueva era de las telecomunicaciones se desarrolla a gran velocidad, con estudios, como los de McKinsey & Company que destacan cómo un mundo más conectado («más allá de solo 5G») afecta de forma directa a cerca de un 80% de la economía global, en unas autopistas en la que los datos generados y analizados por esas redes no paran de cotizar al alza. Con destacados avances en la 'computación en el borde' y en la precisión 'extremo a extremo' que ha volteado, entre aplicaciones y servidores, el pasado de las telecomunicaciones como un enorme avance gracias a la conectividad. En este contexto, el laboratorio Nextonic (antes, 5TONIC), fundado por Telefónica y por IMDEA Networks, instituto de investigación adscrito a la Comunidad de Madrid ha celebrado recientemente su décimo aniversario, en un evento celebrado en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid. Como subrayó Cayetano Carbajo, presidente de Nextonic y director global de Core, Transporte, Innovación y Ecosistema de Telefónica, en su presentación: «No nos hacemos una idea de los servicios que están por venir y que tendrán que soportar nuestras redes». Desafío que incluye la inmensa cantidad de 'data lakes', de datos generados por los usuarios, dispositivos (IoT), máquinas, vehículos, redes en sí, que se han convertido en un activo económico (y objeto de deseo) central, tutelados por el Reglamento de Conservación de Datos y por el Registro de Operadores de Telecomunicaciones. La Asociación Española de Data Centers (Spain DC) demanda un ambicioso plan de inversiones en redes eléctricas (más de 100. 000 millones de euros hasta 2040) «para que la expansión de centros de datos sea viable», mientras que gobierno y CC.AA, coinciden en la condición de los centros de datos como «motor de la digitalización, de la soberanía de los datos y de la competitividad de España en Europa. No hay 'soberanía del dato' en un país si no hay data centers ». Se prevé que, con vectores como las 'autopistas digitales', la industria de los centros de datos de alojamiento en España pase de los 445 millones de dólares en 2023 a 645 millones de dólares en 2028. Arturo Azcorra, catedrático de Ingeniería Telemática de la UC3M e investigador, y ex director, de Imdea Networks, señala, por su parte, la importancia de que «las startups se integren en este ecosistema en el que ya destacan grandes compañías, como primeros pasos de lo que, en años, serán grandes empresas (las grandes cimentan, las pequeñas, dinamizan). Un esfuerzo colectivo esencial para poder competir con China y Estados Unidos (con menos población que la UE, tiene un 50% más de PIB)». Un entorno global en el que Azcorra denomina a 5G como «la fábrica de servicios» y a 6G «un mundo Matrix virtualizado». También desde el ámbito académico y de investigación, Mari Carmen Aguayo Torres, directora del Instituto Universitario de Investigación en Telecomunicación de la Universidad de Málaga, señala cómo «hemos ido construyendo en los últimos 100 años lo que posiblemente sea el invento más complejo jamás creado: una red de telecomunicación que cubre la Tierra . Pero tenemos aún muchos retos tanto en la red móvil (la futura 6G, que estamos diseñando ya y que se completará hacia el año 2030) como en la red fija (basada en fibra óptica)». Un marco en el que Aguayo destaca «el uso intensivo de la IA por parte de los usuarios, entendidos no solo como humanos sino también como robots, vehículos autónomos, drones, fábricas o dispositivos de salud». Una conectividad integrada, y además, reforzada en tierra-aire-espacio-mar, gracias al uso de satélites de baja órbita y drones para resolver la atención a algunas zonas como las marítimas y otras zonas aisladas, universo en el que Aguayo apunta a aspectos como «diseñar redes que 'comprendan' el tipo de tráfico, por ejemplo, enviando información sobre el objeto detectado en vez de su imagen completa, lo que reduce el gasto energético». Aguayo introduce en la ecuación las variables geopolíticas: «Europa aún mantiene cierta relevancia en las redes móviles con empresas como Ericsson, aunque decayendo en comparación con Asia. En esta área tecnológica, sin embargo, no hay ninguna empresa americana relevante. La propia gestión y optimización de la red de telecomunicación ya saca partido a los algoritmos de inteligencia artificial . Este va a ser un eje fundamental de las mejoras tecnológicas de las redes 6G, que van a ser más abiertas, y donde tanto startups como empresas pequeñas podrán encontrar su nicho». En el caso del COIT (Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones), Adrián Nogales, su director de Relaciones Institucionales, recuerda cómo «desde que, en la década de los noventa del siglo pasado, Al Gore, vicepresidente de Estados Unidos en la administración Clinton, acuñara 'autopistas de la información' lo que fue 'replicado' por la UE con 'Sociedad de la Información' que abarcaba más allá de las infraestructuras físicas, y nos introducíamos en los servicios avanzados digitales, han pasado más de treinta años de evolución tecnológica». Un desempeño clave, en la vertebración del territorio, aún más, como añade Nogales «con un esfuerzo inversor importante por la iniciativa privada desde la liberalización del sector (1997)», un despliegue que desde el gobierno se apoya con programas como Unico. De vuelta a la empresa, Luis Manuel Díaz de Terán, vicepresidente y director de la división de telecomunicaciones de Capgemini Engineering, destaca cómo, en el caso de España, las ' autopistas digitales ' «son claves clave para que la economía española pueda construir modelos de negocio de plataforma». Estos modelos de negocio permiten que clientes y proveedores, a través de las autopistas digitales, compren y vendan productos y servicios de manera muy eficiente, ya que estas infraestructuras permiten que el incremento de los costes por añadir nuevos clientes y proveedores sea mínimo». Y añade su aportación al desarrollo de la inteligencia artificial : «Son clave para su desarrollo, tanto la que reside en la nube como la que se encuentra en el borde de la red, lo cual es fundamental para el desarrollo de la industria 4.0.». Desde DigitalES inciden, por su parte, en la condición de estas 'macrovías' «como primer multiplicador de productividad en España: cubren ≥100 Mbps al 96% de los hogares y sostienen miles de millones en inversión anual, en un país que destaca la cobertura de cifra en el 96,45% de los hogares y en el que las empresas telco invirtieron 6.7 mil millones de euros en 2024 (+12,4% interanual) en redes fijas y móviles de muy alta capacidad, con fuerte despliegue de 5G y más de1.3 millones de nuevos accesos FTTH (Fiber to Home) instalados». Como destaca la asociación: «El despliegue de las infraestructuras de conectividad en España es un esfuerzo multifacético que requiere la cooperación de diversos actores, cada uno con responsabilidades específicas y un rol importante en la creación de un entorno digital robusto, seguro y eficiente. DigitalES trabaja para que las administraciones (nacional, autonómica, local) colaboren con el sector privado para desplegar infraestructuras de forma eficiente. No se trata solamente de que existan redes y autopistas digitales, sino que haya redes gestionadas con visión conjunta: industria, administraciones, reguladores». Como concluyen, en un escenario en el que se espera que las demandas de conectividad tanto en España como en el resto del mundo tengan un crecimiento anual del 20-25% hasta 2030, y que el consumo de datos por usuario crezca en el rango del 15-20%, las 'autopistas digitales' deben permitir un tráfico, muy, muy denso pero, a la vez, fluido: «Sin redes, no hay economía del dato ni IA».

El momento de avanzar con ambición hacia la autonomía industrial

El momento de avanzar con ambición hacia la autonomía industrial

El desarrollo y el futuro de España depende de la reindustrialización y del fortalecimiento del peso de la industria en la economía. En un contexto de incertidumbre globalizada , la industria es más que un motor económico, es también un pilar de resiliencia y autonomía. El escenario internacional exige un compromiso firme con la competitividad y la sostenibilidad, tal como apuntan Mario Draghi y Enrico Letta en sus informes. «En España hemos asumido esta tarea como una prioridad nacional. Queremos mirar a la industria con ambición», resaltan fuentes del Ministerio de Industria y Turismo. Destacan también las grandes inversiones destinadas con los Fondos Europeos (especialmente a partir de la pandemia) al desarrollo industrial, que han permitido a las empresas avanzar... Ver Más

Un cambio de chip para poner el foco en la 'silver economy'

Un cambio de chip para poner el foco en la 'silver economy'

Cronicidad y dependencia, dos palabras que resumen los caballos de batalla a los que se mide el sistema de salud de nuestro país como consecuencia del envejecimiento poblacional . En España, el 54,3% de las personas mayores de 15 años padece al menos una enfermedad crónica, proporción que aumenta en el tramo de 65+, entre quienes el 40% de los hombres y el 44% de las mujeres presentan dos o más patologías crónicas. Esta alta prevalencia no solo impacta en la calidad de vida individual, sino que también ejerce una presión creciente sobre el sistema sanitario, al ser responsables del 80% del gasto sanitario público. Y a ello se suma la dependencia que, eso sí, empieza cada vez más tarde. «Hoy en día se estima que es en torno a los 78 años cuando una persona promedio entra en declive físico, es decir, pierde alguna de las siete capacidades básicas del ser humano, y la moda, la edad en la que más veces se repite esa pérdida de plena autonomía, está en los 82 años», apunta Juan Carlos Alcaide, sociólogo y consultor de empresas experto en marketing y silver economy, que considera que la tecnología en general ( telemedicina , por ejemplo) y la inteligencia artificial en particular ejercerán un impacto positivo para abordar estos desafíos. En la llamada 'digital silver economy', que comprende las plataformas online o apps pensadas específicamente para este grupo de edad, echa en falta soluciones vinculadas tanto a la «salud por estilo de vida», por ejemplo, búsqueda de balnearios o gimnasio para mayores, como al mundo de los cuidados digitales, donde se incluiría la telemedicina, la psicología a distancia… «Todo esto va a eclosionar y hay un montón de oportunidades donde un emprendedor debería poner los ojos», comenta. Iñaki Ortega, doctor en Economía y director general de LLYC, recuerda que España goza de un sistema sanitario que ha permitido que seamos uno de los países con mayor esperanza de vida, «pero los avances han llegado a su tope, por lo que la base para el futuro tiene que girar en torno a los autocuidados, la lucha contra la soledad no deseada , la parte cognitiva y emocional…». Para favorecer que los séniors (55+) se mantengan en buen estado durante el mayor tiempo posible, cree que se necesita desterrar la facilitación que hacen tanto administraciones como empresas de las prejubilaciones. «No ayudan ni a las cuentas públicas ni al colectivo –advierte–. En la actualidad apenas existen los trabajos penosos y está demostrado que si siguen en el mercado laboral tienen mejor salud». Ambos expertos defienden que la economía plateada genera más retos en positivo que problemas. Ortega aporta datos reveladores: el 84% cuenta con una vivienda en propiedad, el 69% sin cargas, lo que permite una gran capacidad de ahorro, según el V Barómetro del Consumidor Sénior, que revela también que el 25% del PIB español tiene su origen en los mayores y que el 60% del gasto nacional se relaciona con el colectivo. «Las empresas todavía tienen una oferta edadista, basada en estereotipos», por lo que si se adaptaran a sus preferencias se abriría un filón en campos tan variados como «alimentación (el 80% se preocupa por este aspecto para mantener una buena salud), tecnología (el 75% está muy presente en internet), turismo (el 77% viaja por placer) u ocio cultural (siete de cada diez lo realizan alguna vez al año y un 30% cada tres meses o con más frecuencia)». En materia inmobiliaria, también hay un negocio poco explotado: « Los servicios siguen siendo obsoletos , vinculados a las clásicas residencias de ancianos, sin tener en cuenta opciones como el 'senior living' o el 'cohousing'». Coincide en este extremo Alcaide, que recuerda que tras la pandemia se creó la esperanza de que el sector geriátrico iba a mejorar, pero la realidad es que «persiste un desequilibrio entre oferta y demanda , con muchos mayores imposibilitados de elegir una residencia porque no hay plazas». ¿A qué se debe? «Existe una enorme rigidez administrativa, lentitud en la concesión de licencias y supuestamente no hay suficiente beneficio como para lanzarse a crear más camas». Por todo ello, piensa que existe «una enorme oportunidad» en la puesta en marcha de modelos alternativos de geriátricos, como un 'cohousing' medicalizado . «Alguien llegará con una marca potente y se quedará ese espacio si logra generar economías de escala y establece un precio democrático», vaticina el experto. Desde servicios que respondan a sus necesidades de autocuidado y atención sociosanitaria a los que satisfagan sus motivaciones de ocio, la carrera por sacar partido al maná de la longevidad arranca con el freno de mano echado.

Tecnologías profundas, el más difícil todavía de alumbrar la innovación que redefine el futuro

Tecnologías profundas, el más difícil todavía de alumbrar la innovación que redefine el futuro

Las tecnologías profundas son el nuevo terreno donde se juega el partido de la autonomía estratégica. Estas innovaciones de vanguardia , que requieren largos periodos de investigación hasta comercializarse, nacen con la vocación de ofrecer soluciones a los grandes desafíos de nuestro siglo, redefiniendo industrias enteras, por lo que son una pieza central en el puzle de la nueva economía . España cuenta con el talento necesario para alumbrarlas y puede (mejor dicho, debe) ser ambiciosa de cara a los próximos años porque ahora sí, tanto universidades como centros tecnológicos, administraciones públicas e inversores reconocen la importancia de las 'deep tech' para recuperar competitividad frente a Estados Unidos y China. Nuestro país ha dado pasos en la buena dirección, aunque aún sufre una brecha con los principales referentes europeos debido a lastres como la dificultad de las empresas para acceder a fondos especializados que financien proyectos, una capacidad industrial limitada para transformar el conocimiento generado en grandes compañías globales o una colaboración público-privada que no siempre ha sido todo lo ágil y robusta que se desearía. Cabe recordar que estos desarrollos son muy intensos en financiación y presentan una elevada incertidumbre sobre los futuros rendimientos, por lo que se hace necesaria la inversión pública para apalancar y motivar la inversión privada. «Sin el apoyo y los incentivos del Estado, poco capital privado se arriesgaría a invertir en innovación rompedora y en apoyar nuevas empresas innovadoras y la oportunidad es ahora», recoge el documento en el que el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades expone el porqué de la Estrategia Deep Tech que pretende aprobar y sobre la que mantiene abierta una consulta pública que expira hoy. En su viaje hacia un mañana más resiliente, a nuestro país se le abre una ocasión histórica para tomar la delantera en el ámbito de las 'deep tech' y así dejar de ser un mero consumidor de la tecnología de punta de terceros. Carolina Rodríguez, consejera delegada de Enisa (Empresa Nacional de Innovación), destaca como positivo que el ecosistema 'deep tech' español «se encuentra en una fase de crecimiento sostenido , aunque todavía estamos por debajo de los niveles de escalado de países como Alemania, Francia o los Países Bajos». El Gobierno se ha marcado como objetivo posicionar a España en la vanguardia de estas tecnologías basadas en ciencia avanzada y con alto contenido en I+D a través de planes como la mencionada Estrategia Española sobre Deep Tech , que Rodríguez considera que tendrá un efecto notable: «Este esfuerzo busca acelerar el ritmo de nuestro país en la creación de startups, scaleups y futuros campeones tecnológicos. Este contexto es importante porque impactará a su vez en el compromiso europeo en liderazgo en innovación y ciencia». No hay un catálogo cerrado de tecnologías específicas que puedan considerarse 'deep tech', pero el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología propone un listado que revisa periódicamente y que incluye, entre otras, la computación cuántica , los materiales avanzados, la inteligencia artificial, la biotecnología, la microelectrónica, la fotónica y la energía. Preguntada sobre las áreas más prometedoras para nuestro país en el corto-medio plazo, la consejera delegada de Enisa identifica un amplio abanico. «Empezaría por aquellas que se apoyan en la inteligencia artificial y en modelos predictivos y sistemas autónomos. Seguiría con las relacionadas con nuevas energías y sostenibilidad, que están ayudando a luchar contra el cambio climático y reduciendo la dependencia hacia combustibles fósiles. Asimismo, mencionaría las que se asientan en la informática avanzada (computación cuántica, ciberseguridad avanzada o el desarrollo de algoritmos complejos). También es muy importante la biotecnología, con avances en edición genética , terapias celulares y diagnóstico de precisión». Por último, se refiere a las que usan tecnología espacial (satélites de observación, telecomunicaciones, navegación o incluso proyectos de minería espacial). Entre los hitos recientes, el lanzamiento desde Cabo Cañaveral del SpainSAT NG II, un satélite militar elaborado por la empresa española Hisdesat en colaboración con el Ministerio de Defensa o, en el ámbito de la cuántica, la inauguración el pasado mes de octubre, en San Sebastián, del IBM Quantum System Two , el sistema cuántico modular más avanzado del gigante informático, el primero de sus características instalado en Europa y el segundo fuera de los Estados Unidos. Según Miguel Vicente, presidente de Tech Barcelona, la realidad de nuestro país se caracteriza por una dualidad en la que coexisten puntos fuertes y asignaturas pendientes . «España lleva años generando ciencia y tecnología de primer nivel. Contamos con grupos de investigación de excelencia, infraestructuras científicas de referencia europea y un ecosistema que combina talento local e internacional, startups, 'hubs' tecnológicos de grandes corporaciones, fondos de inversión y una buena sintonía público-privada», comienza por destacar. Estos son los principales asideros a los que aferrarse para encarar lo que está por venir. La otra cara de la moneda se relaciona con la inferioridad de recursos del Viejo Continente, incluida España, en comparación con las regiones que encabezan la carrera tecnológica internacional. «Como sucede en buena parte de Europa, frente a ecosistemas como el estadounidense o el chino, tenemos menos músculo inversor para levantar grandes rondas de capital y una capacidad industrial más limitada para transformar ese conocimiento en grandes compañías globales». Cree que a pesar de que Europa está reaccionando para ganar soberanía tecnológica (y España lo está haciendo en la misma dirección), necesita más casos de éxito que consoliden su liderazgo para competir al ritmo que exige la competencia global. Áureo Díaz-Carrasco, director de Fedit, la Federación Española de Centros Tecnológicos, parte de la base de que las 'deep tech' tienen un componente de innovación disruptiva que surge alejado del mercado y un proceso de maduración (mediante inversiones continuadas) mucho más dilatado en el tiempo, por lo que no es fácil hacer llegar estas tecnologías a la sociedad, ni en Europa ni España, pero en el caso de nuestro país existen obstáculos añadidos. «Tenemos un sector empresarial excesivamente fragmentado, con poca capacidad de innovar y con dificultades para desarrollar e implantar tecnologías innovadoras (con más problemas cuanto más disruptivas son)», lamenta. Debido a ello, la creación de startups es uno de los medios más utilizados para trasladar las tecnologías profundas al mercado. «Las políticas públicas de I+D+I en España buscan revertir esta tendencia y fomentar las 'deep tech' como uno de los principales vectores de crecimiento de nuestra economía. Sin embargo, los datos de inversión en I+D+I en nuestro país siguen mostrando un crecimiento lento , especialmente en la parte de inversión privada, donde seguimos lejos del ideal de los dos tercios de fondos privados en el total de inversión en I+D+I (no pasamos de poco más del 50% de inversión privada año tras año)», señala como una losa. La falta de 'venture capital' que confíe en iniciativas 'deep tech' es otro de los elementos en contra. El presidente de Fedit asegura que si se habla con las empresas que desarrollan 'deep tech', la queja es que «no existe adaptación de los actuales modelos de inversión mediante capital riesgo a los procesos de maduración que necesitan y ponen como ejemplo que desde CDTI se esté intentando suplir esa carencia con su propio fondo de inversión ( Innvierte Deep Tech ). Y, además, sitúan ahí uno de los motivos por los que las tecnologías que tienen mayor probabilidad de éxito acaban siendo transferidas a Estados Unidos o el Reino Unido». Un reciente informe de Dealroom pone blanco sobre negro. El capital riesgo de España dedicó 300 millones de dólares al sector en 2024, muy lejos de los 3.000 millones de Francia o de los 2.700 de Alemania, y el dinero captado en nuestro país descendió un 4% interanual. El documento refleja un panorama preocupante derivado de esa pobre inversión, y es que ninguno de los unicornios 'deep tech' más valiosos del continente europeo es español. La consejera delegada de Enisa recuerda que históricamente, el capital riesgo español ha estado más orientado a modelos de negocio escalables en el corto plazo, como los del ámbito digital o de servicios. El emprendimiento 'deep tech' , en cambio, presenta características muy distintas: requiere mayores inyecciones de capital en etapas iniciales, plazos de maduración más largos y una mayor tolerancia al riesgo tecnológico y financiero, dado que estas tecnologías nacen en entornos de investigación y precisan tiempo para alcanzar su viabilidad comercial. En este contexto, Rodríguez considera que el ecosistema inversor español está «en proceso de adaptación», con avances como el lanzamiento del fondo Innvierte Deep-Tech Tech Transfer, impulsado por el CDTI y el FEI, dotado con 353 millones de euros . También Enisa es un agente clave en el proceso de transformación. «Hemos reforzado nuestro presupuesto y acortado los plazos de respuesta para facilitar el acceso a financiación a startups innovadoras. Además, desde la entrada en vigor de la Ley de Startups hemos consolidado nuestro papel como entidad pública de referencia en el apoyo del emprendimiento innovador en España», indica. Para la consejera delegada de Enisa, acelerar el desarrollo del 'deep tech' en España pasa por la existencia de fondos especializados en ciencia y tecnología, vehículos híbridos que combinen capital público y privado, programas de coinversión con corporaciones que aporten conocimiento sectorial y acceso a mercados o apoyo a quienes gestionan fondos con experiencia en 'deep tech'. «El reto es grande –dice–, pero el potencial de impacto económico, social y estratégico del 'deep tech' justifica el esfuerzo del sector público y privado». Es mucho lo que hay en juego. Como resalta Jaime Trainor, CEO de Futuro Perfecto, organizador del Horizon Deep Tech Summit, la tecnología profunda se caracteriza por su transversalidad , uniendo ciencia e ingeniería para transformar industrias completas. «Tecnologías como la cuántica, el espacio, la fabricación avanzada, los nuevos materiales, la nanotecnología o la IA aplicada convergen en ámbitos como la energía, la salud, la sostenibilidad o la defensa, generando soluciones de alto impacto que redefinen sectores enteros». Cree que España «está escalando a buen ritmo, aunque aún hay áreas que requieren atención para que el crecimiento sea sostenible y efectivo». Coincide en que uno de los mayores retos es el acceso a financiación, sobre todo en etapas tempranas y para escalar internacionalmente, donde «las startups 'deep tech' españolas enfrentan más dificultades que en ecosistemas más maduros». Por este motivo, reivindica la existencia de fondos de capital riesgo especializados. que «ofrezcan no solo capital, sino también acompañamiento integral a lo largo de la cadena de valor, desde la viabilidad hasta la llegada al mercado». Igual de importante es que haya fondos que incentiven el crecimiento de startups 'deep tech' en fases más avanzadas, ayudándolas a escalar a nivel internacional. Un entorno que fomente la experimentación, la colaboración y la agilidad se postula indispensable para el éxito de los proyectos. «Iniciativas que conectan inversores, investigadores y emprendedores, como las impulsadas por Futuro Perfecto, son cruciales para acelerar el proceso y superar barreras», apostilla, antes de una última reflexión: «Aunque la velocidad es buena y muestra un avance constante, el enfoque debe ser equilibrado, combinando rapidez con consolidación en áreas como financiación, talento y apertura al mercado global. Así el ecosistema escalará con fuerza y sus innovaciones tendrán el alcance deseado». Fórmulas para que España logre, al fin, mirar de tú a tú a los países que abanderan la revolución 'deep tech' y disfrute de una economía de alto valor añadido capaz de resistir los envites de un mundo en constante mutación. ¿De qué sirve un medicamento revolucionario si no llega a quien lo necesita? ¿O una tecnología que puede cambiar la industria si no se implementa en el mercado? La ciencia, por sí sola, no tiene poder transformador sin una conexión directa con el mundo real, por lo que la transferencia es crucial para que descubrimientos que podrían cambiar vidas no se queden encerrados entre las paredes de los laboratorios y se conviertan en soluciones a los problemas de la sociedad. Las spin-off, empresas surgidas en universidades, centros de investigación, hospitales o institutos científicos, son uno de los termómetros más fiables para evaluar la salud de la transferencia. El ecosistema nacional suma 1.007 compañías activas en 2025 , un 3,6% más interanual, factura 1.400 millones de euros anuales y da empleo directo a 13.456 profesionales de alta cualificación, de acuerdo al informe sobre las spin-offs 'deep tech' en España, elaborado por Mobile World Capital Barcelona. La distribución regional evidencia una concentración en Cataluña (28,2%) y Madrid (23,7%), que reúnen más de la mitad de las iniciativas. A continuación, y a cierta distancia, se sitúan la Comunidad Valenciana con el 11,1%, Andalucía con el 9,5% y el País Vasco con el 7,4%. El 66,5% de estas firmas proceden de las universidades, estando la Politécnica de Madrid a la cabeza de la clasificación. «España está dejando atrás un modelo basado solo en producción científica para avanzar hacia un impacto económico sólido en 'deep tech', con diversidad regional y especializaciones basadas en activos propios. Cataluña y Madrid, con fuerte especialización en biotecnología , salud y TIC. La Comunidad Valenciana destaca en sostenibilidad y agroalimentación; Andalucía en sostenibilidad e industria; y País Vasco en energía e industria 4.0», sintetiza Jaime Trainor, CEO de Futuro Perfecto. Campos, todos ellos, determinantes en la construcción de la nueva economía. No conviene bajar la guardia porque, pese a que el número de spin-off de tecnologías profundas se ha incrementado, nuestro país tiene que reforzar algunos aspectos. «Necesitamos lograr una simbiosis entre la cultura de la investigación y del emprendimiento, que la cultura académica consolide una visión empresarial en universidades y centros de investigación», subraya Carolina Rodríguez, consejera delegada de Enisa, que insiste en que hay que reforzar los puentes entre la ciencia y la empresa para que crezca el capital humano dedicado a emprender en 'deep tech' , es decir, que además de investigar sea capaz de transformar dicha sabiduría en soluciones comercializables. «Y eso pasa por formar a los investigadores de las universidades en otras materias como el negocio y el diseño de producto. Además, debe facilitarse la gestión de propiedad intelectual, dotando de mayor agilidad y simplificación a los procesos para licenciar patentes o crear spin-offs; y seguir reforzando las infraestructuras tecnológicas para que sean autónomas y competitivas». Áureo Díaz-Carrasco, director de Fedit, no percibe un problema de escasa transferencia, sino de aversión al riesgo a la hora de adoptar tecnologías innovadoras. «En general la empresa española tiene dificultades para abordar inversiones que impliquen un riesgo excesivo por motivos como la fiscalidad, una ley de subvenciones poco orientada a la I+D+I o una compartición de riesgos desigual entre quien aporta fondos y quien debe implantar la tecnología en la sociedad, a lo que se añade el tamaño de las empresas en España», resume. Sin embargo, la buena noticia es que «todas las políticas en I+D+I están tomando conciencia de la necesidad de impulsar la transferencia y conseguir un impacto real con el conocimiento que se genera». El trabajo de los centros tecnológicos, recuerda, «ha contribuido a esta conciencia, pero también la necesidad de conseguir resultados reales con la inversión en I+D, que no puede quedarse en un cajón, en una patente sin resultados comerciales o en una serie de papers publicados en revistas de prestigio».

Los nuevos pilares sostenibles de la resiliente industria de las infraestructuras

Los nuevos pilares sostenibles de la resiliente industria de las infraestructuras

El sector de las infraestructuras y la construcción en España se enfrenta a un triple desafío que pondrá a prueba su capacidad de adaptación: elevar su productividad, acelerar la descarbonización y asegurar el relevo generacional de una fuerza laboral que envejece . Tras años de expansión, crisis y recuperación, la construcción vuelve a situarse en el centro del debate económico, impulsada por la transición verde, la digitalización y la inyección de fondos europeos. Pero los expertos advierten: el cambio no será automático. España necesita una transformación profunda de su modelo productivo si quiere seguir siendo referente mundial en ingeniería y obra civil. «Según nuestros análisis, la productividad del sector de la construcción apenas ha crecido un 0,4% anual en dos décadas, frente al 2% de la economía global», señala Antonio de Gregorio, socio senior en McKinsey & Company. La cifra resume uno de los grandes males crónicos de una industria que, pese a su peso en el PIB y su capacidad de arrastre, ha permanecido rezagada en innovación . «Existen motivos estructurales: una cadena de valor fragmentada, la falta de estandarización de procesos y una adopción limitada de tecnologías digitales. Además, se trata de un ecosistema tan competitivo que las mejoras en productividad se trasladan a precio en lugar de convertirse en margen», explica. España, sin embargo, parte de una base sólida. La aprobación del Plan BIM en 2023 ha marcado un antes y un después en la digitalización del sector. El uso obligatorio y progresivo de la metodología Building Information Modeling entre 2024 y 2030 promete modernizar la gestión de proyectos y reducir sobrecostes y plazos. De Gregorio destaca que «el verdadero salto vendrá de combinar BIM con gemelos digitales , automatización, analítica avanzada e inteligencia artificial». En su opinión, la infraestructura del futuro será 'data-driven': concebida, ejecutada y mantenida a partir de datos en tiempo real. La visión la comparte Eduardo Mozas, responsable de Industria X en Accenture, quien subraya que 2025 está siendo un punto de inflexión para el sector. «El problema es que la estructura contractual sigue sin incentivar la innovación. Los márgenes son bajos, la competencia es feroz y los beneficios de la digitalización suelen capturarse en fases posteriores del ciclo de vida del activo, lo que desincentiva la inversión tecnológica », apunta. Pese a ello, Mozas observa «avances claros gracias al uso combinado de BIM, GIS y gemelos digitales, junto con la monitorización IoT y el análisis predictivo con IA». Las grandes constructoras y administraciones públicas empiezan a incorporar estas herramientas en proyectos de carreteras, túneles o puentes, y el impacto ya se percibe. «La infraestructura inteligente es una realidad en España», afirma Mozas. «El Mtma ha licitado proyectos de digitalización mediante IoT, lidar y drones, integrando los datos en plataformas de mantenimiento predictivo . Esto mejora la seguridad, reduce costes y aumenta la tasa de disponibilidad de los activos». El reto está en escalar el modelo. «Para que estas inversiones generen todo el retorno previsto, necesitamos una mayor cobertura de redes 5G y una gobernanza de datos más sólida. Sin interoperabilidad entre agentes y administraciones, el potencial de las tecnologías digitales se queda a medio camino». En paralelo, Accenture trabaja con empresas energéticas e industriales que ya utilizan gemelos digitales para simular escenarios y planificar intervenciones, un enfoque que «permite anticipar riesgos y mejorar la eficiencia de los contratos basados en rendimiento». Pero la digitalización, además, no es solo una cuestión de eficiencia: también es una palanca clave para la sostenibilidad . Según Fernando González Cuervo, socio responsable de Construcción e Infraestructuras de EY, la nueva ola inversora en infraestructuras debe guiarse por tres prioridades: «Sostenibilidad, resiliencia y digitalización». En un contexto marcado por la transición energética y el cambio climático, el objetivo es que las infraestructuras sean «eficientes, pero también capaces de adaptarse a fenómenos extremos». «Esto implica apostar por la electrificación de procesos industriales, el desarrollo de redes inteligentes y la integración de energías renovables », explica González Cuervo. La gestión del agua se erige como prioridad nacional: «Las inversiones deben enfocarse en infraestructuras que mejoren la eficiencia hídrica, la reutilización de aguas residuales y la protección frente a sequías e inundaciones. Modernizar redes de abastecimiento y saneamiento con sistemas de monitorización inteligente será clave para garantizar la seguridad hídrica en un escenario climático cada vez más incierto». El concepto de resiliencia, cada vez más presente en la normativa internacional, también gana peso en España. «Hablamos de infraestructuras capaces de resistir, adaptarse y recuperarse ante eventos adversos», explica el socio de EY. «Significa incorporar criterios de diseño que contemplen escenarios extremos, usar materiales sostenibles, gestionar aguas pluviales y apostar por certificaciones como Leed o Breeam. La sostenibilidad debe integrarse desde la fase de planificación , con una visión regenerativa que devuelva más al entorno de lo que consume». Esa transición verde, coinciden los tres expertos, no será posible sin un marco financiero y regulatorio estable. En este punto, Alberto Castilla, socio responsable de Sostenibilidad de EY, subraya que «España cuenta con una base sólida: un marco normativo avanzado, una industria potente y una cultura de eficiencia energética consolidada». Sin embargo, advierte de que persisten desafíos: «Hay que fortalecer las capacidades técnicas en descarbonización, avanzar en circularidad de materiales y ampliar los mecanismos de apoyo fiscal y financiero para facilitar la transición». La descarbonización también afecta directamente a los métodos constructivos. Según De Gregorio (McKinsey), los países más avanzados «están impulsando estrategias centradas en la captura y uso de carbono, la electrificación de procesos y el diseño con criterios de economía circular ». España avanza en esa dirección gracias al Plan de Recuperación y los fondos europeos, «pero para mantener el ritmo será necesario reforzar las políticas públicas de compras y los incentivos fiscales que aceleren la inversión en tecnologías bajas en carbono». Accenture coincide en que la sostenibilidad solo será real si se apoya en una infraestructura digital sólida. «Sin sistemas de datos integrados, las empresas no pueden capturar el aprendizaje continuo ni automatizar procesos a escala», afirma Mozas. Su estudio 'Powered for Change' demuestra que las compañías con núcleos digitales robustos pueden acelerar la descarbonización y cumplir objetivos ESG más rápido. «Las plataformas habilitadas por IA que unifican operaciones y aprendizajes permiten reducir retrasos, anticipar riesgos y aumentar las tasas de éxito de los proyectos, tanto en construcción como en mantenimiento», asegura. El talento emerge como la tercera gran frontera. La falta de mano de obra cualificada es ya un problema estructural. «El envejecimiento de la fuerza laboral y la competencia por perfiles técnicos especializados amenazan la capacidad del sector para ejecutar proyectos con la calidad y plazos requeridos», advierte De Gregorio. Para revertirlo, McKinsey propone una estrategia integral de atracción, formación y retención: «Hay que modernizar la formación profesional dual e impulsar programas de 'upskilling' en competencias digitales como BIM, automatización o seguridad inteligente. También debemos crear itinerarios de recualificación para profesionales de sectores adyacentes». Mozas añade que «el reto de la próxima década no es solo desarrollar talento digital, sino retener y transferir el conocimiento técnico que desaparece con el relevo generacional». Las empresas más avanzadas están respondiendo con academias internas y plataformas de aprendizaje aumentadas con inteligencia artificial, que capturan ejemplos reales del trabajo diario y los adaptan a distintos perfiles. «Las constructoras que apuesten por proyectos tecnológicamente atractivos y planes de carrera transversales serán las que consigan atraer a la nueva generación», asegura el directivo de Accenture. González Cuervo, por su parte, ve en la transformación del empleo una oportunidad para redefinir la percepción del sector. «Construir ya no es solo levantar edificios: es crear hospitales, escuelas e infraestructuras que salvan vidas y mejoran la calidad de vida. El empleo en construcción está dejando de ser sinónimo de fuerza física para convertirse en un espacio de innovación y propósito». La diversidad generacional y la conciliación laboral, añade, serán factores decisivos para atraer talento joven y femenino a un ámbito históricamente masculino y poco flexible. Los tres expertos coinciden en que la colaboración público-privada será determinante. De Gregorio recuerda que «los fondos europeos han impulsado proyectos sostenibles, pero el verdadero cambio estructural vendrá de integrar criterios de eficiencia energética, monitorización de emisiones e indicadores de productividad y valor social en la contratación pública». En esa línea, Mozas defiende la necesidad de «nuevos modelos contractuales que incentiven la colaboración y el reparto de riesgos, con cláusulas BIM y métricas claras de rendimiento». De cara a 2030, el futuro de las infraestructuras españolas dependerá de cómo el sector logre equilibrar innovación, sostenibilidad y rentabilidad. McKinsey identifica tres grandes desafíos: productividad, talento y descarbonización. Accenture, tres palancas clave: un núcleo digital robusto con IA agéntica, estrategias multigeneracionales de sostenibilidad y una cultura de aprendizaje continuo. EY, por su parte, resume la oportunidad en una frase: «La gran oportunidad de la construcción española es consolidarse como un polo global de inversión sostenible, exportando innovación, talento y excelencia técnica». El camino no será sencillo, pero el consenso entre los líderes consultados es claro. España cuenta con las capacidades técnicas, el marco normativo y la base industrial para dar el salto hacia una infraestructura más inteligente, verde y humana. El desafío será convertir ese potencial en una ventaja competitiva real, que no solo impulse la productividad, sino que refuerce la posición del país como referente internacional en construcción y sostenibilidad.

Kerry Kennedy:  «Trump da pie a que otros autócratas sean tan brutales como él»

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Impresionante estar en la casa de los representantes del pueblo en Berlín (Abgeordnetenhaus Berlin, que fue la sede del Parlamento de Prusia) que hoy acoge el World Liberty Congress. Bajo tres banderas, la de la República Federal de Alemania (que prevaleció frente a la República Democrática de Alemania), la de Berlín, y la de Europa, opositores y activistas democráticos de mas de 60 países sometidos a dictaduras opresivas se reúnen para colaborar y aprender unos de otros. Para fortalecerse, para proclamar que la libertad y la dignidad de la persona siempre serán defendidas. La mitad de ellos son mujeres, y el sesenta por ciento vienen de sus países, lo que significa que toman importantes riesgos. La mayoría de ellos han sido... Ver Más