Pastora Soler conmueve con el consejo que recibió de Rocío Jurado y que le ayudó a regresar a los escenarios
Pastora Soler ha sido galardonada con el Premio Ondas nacional de la música en la 72ª edición de estos reconocimientos. La cantante ha visitado a Sonsoles Ónega en el plató de ' Y Ahora Sonsoles ' (Antena 3) para hablar de su vida y de su trayectoria, ahora que además ha publicado un libro que recoge los episodios más importantes de su historia, y ha compartido algunos de los momentos más difíciles vividos en este tiempo. Y es que su carrera profesional no ha sido un camino de rosas y se ha encontrado con varios obstáculos en el camino. La artista ha señalado cómo durante mucho tiempo estuvo muy decaída de ánimo porque su representante le decía cosas como «que estaba gorda» y que «debía operarme la nariz». Ella ha compartido con la presentadora que «no le hice caso pero eso me afectó y fue minando mi autoestima». La presión y el estrés que conlleva ser una estrella de su nivel le generó une estado de ansiedad y una profunda depresión que comenzó a dar la cara encima de los escenarios. Experimentó mareos sobre las tablas, se olvidó de las letras y tuvo ataques de pánico en mitad de un concierto y es eso que la llevó a decir «hasta aquí». Se retiró durante dos años y medio y llegó a pensar «que jamás volvería, que me iba para no regresar». Pastora Soler en ese tiempo se quedó embarazada, algo que recibió como una señal: «La verdad es que no estábamos buscándolo pero me relajé y fue instantáneo». Tiene dos hijas a día de hoy, Estrella y Vega, que son su alegría y de hecho ellas, concretamente la primera, Estrella, fue la que le devolvió las ganas de volver a cantar: «Yo le cantaba en la ducha, como cuando era niña, y ahí empecé a recuperar la confianza, porque estaba ya dispuesta a ganarme la vida de otra forma. Yo hice hasta tercero de Historia del Arte y me planteé terminar mi formación en la universidad para reciclarme y trabajar en otra cosa». En esa época tan difícil recibió mensajes de apoyo de muchísimos compañeros de profesión, entre ellos Joaquín Sabina . Uno de los consejos que recuerda con más cariño es el que recibió de Rocío Jurado . Ella llamó a la tonadillera «estando ya muy malita» y le compartió una enseñanza que ella ha tratado de llevar al pie de la letra desde entonces: «Pastora, hay que cuidarse, que en este profesión descansamos mal, dormimos poco, nos alimentamos de mala manera, las giras… y eso pasa factura. Cuídate mucho». Ella se ha emocionado al recordarlo, uno de esos recuerdos que siempre llevará consigo, según la artista.