Romeo, un niño ciego de siete años, va con sus padres a ver un partido del Atlético de Madrid y llama la atención el objeto que le dan para seguir el balón: "Hoy nosotros lo tenemos en las manos; los tres lloramos"

Romeo, un niño ciego de siete años, va con sus padres a ver un partido del Atlético de Madrid y llama la atención el objeto que le dan para seguir el balón: "Hoy nosotros lo tenemos en las manos; los tres lloramos"

Cada día, la periodista María José Navarro trae una historia para arrancar el día con una sonrisa. A veces emociona, otras nos devuelve la esperanza en la sociedad. Y este lunes, después de un fin de semana lleno de fútbol, habla de eso... pero con un protagonista distinto. No hablamos de un futbolista, sino de un niño. Su nombre es Romeo, tiene siete años y hasta este sábado, el pequeño aficionado al fútbol iba al estadio y se dejaba llevar por las sensaciones de la grada. Su discapacidad visual no le impedía disfrutar de los partidos, pues si escuchaba un "uy" general, intuía que el balón rondaba la portería rival. Para ello, contaba con la ayuda de sus padres, Lucía y Roberto, que le guiaban con una carpeta con tácticas en relieve que movían manualmente. Los padres de Romeo, Roberto y Lucía, han hecho todo lo posible por facilitar la vida de su hijo, creando mecanismos para que pueda correr o para que no se le escapen los globos. Su búsqueda incesante de soluciones tuvo un punto de inflexión cuando Lucía descubrió en redes sociales una tablet háptica, un dispositivo que, mediante presión y vibración, permite seguir el movimiento de la pelota con la mano. La tablet no solo reproduce el juego de forma táctil, sino que se complementa con unos auriculares que describen el partido en tiempo real. Este pasado sábado, en el estadio Riyadh Air Metropolitano, ese dispositivo tecnológico ya estaba en las manos de Romeo para que pudiera seguir el encuentro del Atlético de Madrid como nunca antes. El momento más especial de la jornada llegó con un gol de Griezmann. Tal y como narraba María José Navarro, "hay goles que nos hacen llorar de alegría, pero ese gol, ese gol de Griezmann, fue todavía más emocionante, porque los que empujaron fueron Lucía y Roberto, y, en realidad, lo marcó Romeo". La tecnología y el esfuerzo de sus padres permitieron que Romeo sintiera la jugada y celebrara el tanto con una emoción inigualable. Hace unos días, María José Navarro contó la historia de Pere Quintana, un hombre de Barcelona nacido en 1917 que en enero cumplirá 109 años. Su testimonio, recogido en una entrevista en La Vanguardia, es un ejemplo de vitalidad y lucidez. Él mismo se muestra satisfecho con su trayectoria: "Yo soy contento de la vida que he tenido, porque en general he disfrutado de una vida sencilla, pero buena, buena en el sentido de no estar muy enfermo ni tener muchos disgustos personales". La curiosidad es, según Quintana, lo que le mantiene tan despierto mentalmente. Sin embargo, para tener una vida tan plácida como la suya, ofrece dos consejos básicos que considera fundamentales. "Vivir bien significa dos detalles. Una de ellas es estar amigo con la familia, como es una familia muy numerosa la mía; nosotros éramos 10 hermanos", explica. El segundo pilar es la estabilidad material y, asegura este hombre jubilado, "tener la vida económicamente arreglada". Pere Quintana Colomer trabajó como farmacéutico durante 37 años y, con gran sentido del humor, asegura que su longevidad le ha convertido en un "fracaso para el estado". La razón es que el sistema no sería sostenible si todos los ciudadanos siguieran su ejemplo. "Como estoy viviendo tanto tiempo, hace muchos más años que estoy jubilado sin trabajar, que los que pasé trabajando. Bueno, es un fracaso para el Estado. No se sostendría la Seguridad Social", comenta con gracia. Como ha concluido María José Navarro, la fórmula de Quintana parece ser llegar a la vejez con la compañía de la música, el amor y la serenidad. Una vida en paz, con ganas y, sobre todo, con moderación, cordura y templanza. Quizás, como apuntaba la periodista, el secreto consista simplemente en eso.

Romeo, un niño ciego de siete años, va con sus padres a ver un partido del Atlético de Madrid y llama la atención el objeto que le dan para seguir el balón: "Hoy nosotros lo tenemos en las manos; los tres lloramos"

Romeo, un niño ciego de siete años, va con sus padres a ver un partido del Atlético de Madrid y llama la atención el objeto que le dan para seguir el balón: "Hoy nosotros lo tenemos en las manos; los tres lloramos"

Cada día, la periodista María José Navarro trae una historia para arrancar el día con una sonrisa. A veces emociona, otras nos devuelve la esperanza en la sociedad. Y este lunes, después de un fin de semana lleno de fútbol, habla de eso... pero con un protagonista distinto. No hablamos de un futbolista, sino de un niño. Su nombre es Romeo, tiene siete años y hasta este sábado, el pequeño aficionado al fútbol iba al estadio y se dejaba llevar por las sensaciones de la grada. Su discapacidad visual no le impedía disfrutar de los partidos, pues si escuchaba un "uy" general, intuía que el balón rondaba la portería rival. Para ello, contaba con la ayuda de sus padres, Lucía y Roberto, que le guiaban con una carpeta con tácticas en relieve que movían manualmente. Los padres de Romeo, Roberto y Lucía, han hecho todo lo posible por facilitar la vida de su hijo, creando mecanismos para que pueda correr o para que no se le escapen los globos. Su búsqueda incesante de soluciones tuvo un punto de inflexión cuando Lucía descubrió en redes sociales una tablet háptica, un dispositivo que, mediante presión y vibración, permite seguir el movimiento de la pelota con la mano. La tablet no solo reproduce el juego de forma táctil, sino que se complementa con unos auriculares que describen el partido en tiempo real. Este pasado sábado, en el estadio Riyadh Air Metropolitano, ese dispositivo tecnológico ya estaba en las manos de Romeo para que pudiera seguir el encuentro del Atlético de Madrid como nunca antes. El momento más especial de la jornada llegó con un gol de Griezmann. Tal y como narraba María José Navarro, "hay goles que nos hacen llorar de alegría, pero ese gol, ese gol de Griezmann, fue todavía más emocionante, porque los que empujaron fueron Lucía y Roberto, y, en realidad, lo marcó Romeo". La tecnología y el esfuerzo de sus padres permitieron que Romeo sintiera la jugada y celebrara el tanto con una emoción inigualable. Hace unos días, María José Navarro contó la historia de Pere Quintana, un hombre de Barcelona nacido en 1917 que en enero cumplirá 109 años. Su testimonio, recogido en una entrevista en La Vanguardia, es un ejemplo de vitalidad y lucidez. Él mismo se muestra satisfecho con su trayectoria: "Yo soy contento de la vida que he tenido, porque en general he disfrutado de una vida sencilla, pero buena, buena en el sentido de no estar muy enfermo ni tener muchos disgustos personales". La curiosidad es, según Quintana, lo que le mantiene tan despierto mentalmente. Sin embargo, para tener una vida tan plácida como la suya, ofrece dos consejos básicos que considera fundamentales. "Vivir bien significa dos detalles. Una de ellas es estar amigo con la familia, como es una familia muy numerosa la mía; nosotros éramos 10 hermanos", explica. El segundo pilar es la estabilidad material y, asegura este hombre jubilado, "tener la vida económicamente arreglada". Pere Quintana Colomer trabajó como farmacéutico durante 37 años y, con gran sentido del humor, asegura que su longevidad le ha convertido en un "fracaso para el estado". La razón es que el sistema no sería sostenible si todos los ciudadanos siguieran su ejemplo. "Como estoy viviendo tanto tiempo, hace muchos más años que estoy jubilado sin trabajar, que los que pasé trabajando. Bueno, es un fracaso para el Estado. No se sostendría la Seguridad Social", comenta con gracia. Como ha concluido María José Navarro, la fórmula de Quintana parece ser llegar a la vejez con la compañía de la música, el amor y la serenidad. Una vida en paz, con ganas y, sobre todo, con moderación, cordura y templanza. Quizás, como apuntaba la periodista, el secreto consista simplemente en eso.

Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC en la dana: “Que no haya un mensaje único en emergencias lo único que hace es sembrar el caos”

Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC en la dana: “Que no haya un mensaje único en emergencias lo único que hace es sembrar el caos”

En la sociedad “del negacionismo y de la desinformación”, todo lo que no sea un mensaje consensuado y único contribuye a “sembrar el caos”. Así lo cree la geóloga Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC, que tiene años de experiencia en todo tipo de desastres naturales: el volcán de La Palma de 2021, los vertidos de fuel en Gran Canaria en 2024 o, más recientemente, el fuego que arrasó el paraje natural de Las Médulas. Los científicos, cree Galindo, deben hacer ciencia para “aportar su granito de arena” a la respuesta a las catástrofes. Por eso, en una entrevista previa a impartir una conferencia en el marco del ciclo de conferencias ‘Ciencia ante una emergencia: la dana’ organizado por el CSIC en su sede de València, rechaza entrar en valoraciones sobre la gestión política de la emergencia. ¿Puede volver a ocurrir una catástrofe de la magnitud de la dana? Sí. ¿Cuándo? Es imposible de predecir, afirma la científica. Por eso, insiste en la necesidad de contar con la voz de los científicos en la gestión de la emergencia y espera que todo el mundo, expertos y gestores incluidos, hayan aprendido. En futuros escenarios de catástrofe, apunta, “si llega una alerta, todo el mundo va a reaccionar”.

Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC en la dana: “Que no haya un mensaje único en emergencias lo único que hace es sembrar el caos”

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En la sociedad “del negacionismo y de la desinformación”, todo lo que no sea un mensaje consensuado y único contribuye a “sembrar el caos”. Así lo cree la geóloga Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC, que tiene años de experiencia en todo tipo de desastres naturales: el volcán de La Palma de 2021, los vertidos de fuel en Gran Canaria en 2024 o, más recientemente, el fuego que arrasó el paraje natural de Las Médulas. Los científicos, cree Galindo, deben hacer ciencia para “aportar su granito de arena” a la respuesta a las catástrofes. Por eso, en una entrevista previa a impartir una conferencia en el marco del ciclo de conferencias ‘Ciencia ante una emergencia: la dana’ organizado por el CSIC en su sede de València, rechaza entrar en valoraciones sobre la gestión política de la emergencia. ¿Puede volver a ocurrir una catástrofe de la magnitud de la dana? Sí. ¿Cuándo? Es imposible de predecir, afirma la científica. Por eso, insiste en la necesidad de contar con la voz de los científicos en la gestión de la emergencia y espera que todo el mundo, expertos y gestores incluidos, hayan aprendido. En futuros escenarios de catástrofe, apunta, “si llega una alerta, todo el mundo va a reaccionar”.

Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC en la dana: “Que no haya un mensaje único en emergencias lo único que hace es sembrar el caos”

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En la sociedad “del negacionismo y de la desinformación”, todo lo que no sea un mensaje consensuado y único contribuye a “sembrar el caos”. Así lo cree la geóloga Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC, que tiene años de experiencia en todo tipo de desastres naturales: el volcán de La Palma de 2021, los vertidos de fuel en Gran Canaria en 2024 o, más recientemente, el fuego que arrasó el paraje natural de Las Médulas. Los científicos, cree Galindo, deben hacer ciencia para “aportar su granito de arena” a la respuesta a las catástrofes. Por eso, en una entrevista previa a impartir una conferencia en el marco del ciclo de conferencias ‘Ciencia ante una emergencia: la dana’ organizado por el CSIC en su sede de València, rechaza entrar en valoraciones sobre la gestión política de la emergencia. ¿Puede volver a ocurrir una catástrofe de la magnitud de la dana? Sí. ¿Cuándo? Es imposible de predecir, afirma la científica. Por eso, insiste en la necesidad de contar con la voz de los científicos en la gestión de la emergencia y espera que todo el mundo, expertos y gestores incluidos, hayan aprendido. En futuros escenarios de catástrofe, apunta, “si llega una alerta, todo el mundo va a reaccionar”.

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En la sociedad “del negacionismo y de la desinformación”, todo lo que no sea un mensaje consensuado y único contribuye a “sembrar el caos”. Así lo cree la geóloga Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC, que tiene años de experiencia en todo tipo de desastres naturales: el volcán de La Palma de 2021, los vertidos de fuel en Gran Canaria en 2024 o, más recientemente, el fuego que arrasó el paraje natural de Las Médulas. Los científicos, cree Galindo, deben hacer ciencia para “aportar su granito de arena” a la respuesta a las catástrofes. Por eso, en una entrevista previa a impartir una conferencia en el marco del ciclo de conferencias ‘Ciencia ante una emergencia: la dana’ organizado por el CSIC en su sede de València, rechaza entrar en valoraciones sobre la gestión política de la emergencia. ¿Puede volver a ocurrir una catástrofe de la magnitud de la dana? Sí. ¿Cuándo? Es imposible de predecir, afirma la científica. Por eso, insiste en la necesidad de contar con la voz de los científicos en la gestión de la emergencia y espera que todo el mundo, expertos y gestores incluidos, hayan aprendido. En futuros escenarios de catástrofe, apunta, “si llega una alerta, todo el mundo va a reaccionar”.

Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC en la dana: “Que no haya un mensaje único en emergencias lo único que hace es sembrar el caos”

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En la sociedad “del negacionismo y de la desinformación”, todo lo que no sea un mensaje consensuado y único contribuye a “sembrar el caos”. Así lo cree la geóloga Inés Galindo, coordinadora de Emergencias del CSIC, que tiene años de experiencia en todo tipo de desastres naturales: el volcán de La Palma de 2021, los vertidos de fuel en Gran Canaria en 2024 o, más recientemente, el fuego que arrasó el paraje natural de Las Médulas. Los científicos, cree Galindo, deben hacer ciencia para “aportar su granito de arena” a la respuesta a las catástrofes. Por eso, en una entrevista previa a impartir una conferencia en el marco del ciclo de conferencias ‘Ciencia ante una emergencia: la dana’ organizado por el CSIC en su sede de València, rechaza entrar en valoraciones sobre la gestión política de la emergencia. ¿Puede volver a ocurrir una catástrofe de la magnitud de la dana? Sí. ¿Cuándo? Es imposible de predecir, afirma la científica. Por eso, insiste en la necesidad de contar con la voz de los científicos en la gestión de la emergencia y espera que todo el mundo, expertos y gestores incluidos, hayan aprendido. En futuros escenarios de catástrofe, apunta, “si llega una alerta, todo el mundo va a reaccionar”.

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Trump indulta a decenas de personas clave en su intento de revertir las elecciones de 2020 que perdió frente a Joe Biden

Trump indulta a decenas de personas clave en su intento de revertir las elecciones de 2020 que perdió frente a Joe Biden

Entre los beneficiados por el indulto se encuentran el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani; el jefe de Gabinete de Trump en 2020, Mark Meadows y varios expresidentes del Partido Republicano en Georgia, Arizona y Nevada. Más información: Una asaltante del Capitolio de 71 años rechaza el indulto de Trump: "Es un insulto a la Policía y a nuestra nación"

Habla uno de los policías tiroteados por los narcos en Isla Mayor: "Nos gritaban: Por ahí van los perros, mátalos, mátalos"

Habla uno de los policías tiroteados por los narcos en Isla Mayor: "Nos gritaban: Por ahí van los perros, mátalos, mátalos"

"Había maleza, hierba que nos llegaba a la cintura. Íbamos arrastrados por el suelo y se escuchaban pasar las balas por nuestro lado. En resumen: iban a matarnos". Este es el testimonio de uno de los cinco policías a los que tirotearon unos narcos el pasado sábado en Isla Mayor, al que ha tenido acceso en exclusiva El Correo de Andalucía. "Nos gritaban: 'Por ahí van los perros. ¡Mátalos, mátalos!'”. Solo hubo un herido por arma de fuego. La oscuridad de la noche los salvó de una tragedia mayor.

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"Había maleza, hierba que nos llegaba a la cintura. Íbamos arrastrados por el suelo y se escuchaban pasar las balas por nuestro lado. En resumen: iban a matarnos". Este es el testimonio de uno de los cinco policías a los que tirotearon unos narcos el pasado sábado en Isla Mayor, al que ha tenido acceso en exclusiva El Correo de Andalucía. "Nos gritaban: 'Por ahí van los perros. ¡Mátalos, mátalos!'”. Solo hubo un herido por arma de fuego. La oscuridad de la noche los salvó de una tragedia mayor.

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