En la pendiente y sin agarres
Ya se ha dicho aquí otras veces: el mayor error de análisis es el desenfoque. Consiste en atribuir de modo exclusivo o principal a un asunto local los efectos de un fenómeno de carácter general, que se extiende por un ámbito mayor. En el desplome del Partido Socialista en Extremadura se acumulan, una sobre otra, al menos tres tramas de dibujo: el fuerte corrimiento a la derecha del electorado en el mundo, Europa y desde luego España; el naufragio paulatino del sanchismo, con su lastre más pesado (en mi opinión) en ese triángulo de las Bermudas que es el caso Koldo-Avalos-Cerdán; y la infausta peripecia del líder del PSOE extremeño, sobre la que era casi suicida montar una candidatura. ¿Sería justo distribuir esas concausas del resultado por terceras partes? Ese reparto de factores no debería consolar al PSOE: los dos primeros concurrirán en cualquier otra votación que se celebre.