Las pruebas del primer bus sin chófer en Barcelona desatan protestas entre conductores
La CGT ha convocado una protesta para avisar a Transports Metropolitans de Barcelona de que están en contra del vehículos autónomos si conlleva la eliminación de puestos de trabajo La CEO de Waymo admite que sus vehículos sin conductor acabarán causando muertes y defiende que serán necesarias: “Creo que la sociedad lo aceptará” El primer autobús autónomo de Barcelona no ha podido efectuar su recorrido habitual este miércoles debido a que una decena de trabajadores se ha plantado frente al vehículo para impedir su salida. “Más trabajadores y menos 'robobús'”, era el lema escogido por los sindicalistas concentrados para protestar contra una apuesta que consideran “un paripé”. “¿Por qué se prioriza esta inversión cuando falta personal?”, se pregunta Isaac Bonet, delegado de la CGT. El sindicato ha convocado este boicot en el séptimo día de pruebas piloto este autobús que recorre la zona poco concurrida de Montjuïc. Se trata de un vehículo que cuenta con una tecnología de conducción “totalmente automatizada”, según asegura la empresa pública de transportes Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). A pesar de ello, durante estos primeros ensayos sí ha habido alguien sentado frente al volante para vigilar que todo vaya bien, tal y como marca la normativa española, que todavía no permite la circulación de vehículos autónomos. Uno de estos conductores de apoyo ha explicado a elDiario.es que, durante las siete horas que se pasa dentro del vehículo, “prácticamente” no ha tenido que intervenir nunca. “Van solos, pero no tienen la capacidad de entender el tráfico. Yo a las bicis o peatones sé verlos venir y reacciono con tiempo. La máquina pega un frenazo”, apunta. Por ahora, detrás de esa máquina, también hay una persona. En este caso es una ingeniera enviada por la empresa Karsan que va sentada de copiloto para sistematizar los datos que recogen los autobuses. “La que conduce soy yo”, resume. “A pesar de llamarse autónomos, estos buses requieren de dos personas. Y una de ellas es un conductor de una línea de autobuses que, por deficiencias de personal, ofrece un mal servicio”, se queja Bonet. Estas pruebas piloto han despertado el rechazo entre los trabajadores, que han cargado contra TMB. “Si esto es el futuro, estamos en contra. No lo decimos por corporativismo y no es que estemos en contra del autobús autónomo, pero se nos tienen que garantizar los puestos de trabajo”, explica Francesco Stefanopoly, delegado de la sección sindical de autobuses de la CGT. Desde el sindicato aseguran que entienden que TMB quiera invertir en tecnología, pero consideran que es un planteamiento que “sólo traerá beneficios a la empresa, no a los trabajadores”. Stefanopoly se muestra convencido de que “habrá mermas en los puestos de trabajo”. Además, sostienen que la automatización no se traducirá en mejoras para el usuario. “El metro ya tiene dos líneas automatizadas y, aunque es cierto que funcionan bien, no se ha traducido en una rebaja del precio ni en un aumento de la frecuencia”, apuntan desde el sindicato. Las pruebas del bus autónomo comenzaron hace siete días, coincidiendo con la celebración de la Smart City Expo, y se espera que finalicen este viernes. Durante estos diez días, el vehículo ha realizado un trayecto de 1,8 kilómetros y seis paradas entre la Plaza Dante y el Funicular de Montjuïc de las 9h hasta las 19h y de manera gratuita. Las pruebas “servirán a los técnicos para obtener conocimientos prácticos y experiencia para avanzar hacia nuevos modelos de movilidad con el objetivo de reforzar la seguridad, la eficiencia y la calidad del servicio”, apunta Jacobo Kalitovics, director del área de bus de TMB. El objetivo de la empresa es que, cuando la normativa española lo permita, estos vehículos puedan prescindir del safety driver (o conductor de seguridad) y llegar al nivel máximo de autonomía. Durante las pruebas, esta función de vigilancia ha sido llevada a cabo por conductores de TMB que han recibido una formación especial y cuyo único cometido era sido frenar o tomar el volante si se daba alguna situación de emergencia. Este proyecto toma como referencia otras ciudades europeas como Stavanger (Noruega) o Goteborg (Suecia), donde ya hay servicios regulares de autobús con una autonomía del 99%. En todas estas urbes circula el mismo vehículo que Barcelona está probando, el Autonomous e-ATAK, de la firma turca Karsan, que es el primer autobús autónomo que transporta pasajeros de la UE. De hecho, solo existen modelos previos en algunas ciudades de Asia. Las pruebas de estos días, que serán monitorizadas por TMB y por la DGT, servirán para valorar una “posible aplicación futura de este sistema de transporte en la ciudad”, según Kalitovics. La idea sería mantener este mismo vehículo, que es 100% eléctrico y cuenta con capacidad para 52 pasajeros. Según explican desde TMB, el sistema de automatización permite al autobús detectar “todos los objetos a su alrededor y controlar las condiciones de la carretera dentro de una ruta definida”. También está pensado para reaccionar ante situaciones “imprevistas” que se puedan dar en la vía e insisten que es “totalmente sensible” a los puntos muertos. Lo cual, según la empresa pública de transportes, proporciona una “seguridad máxima”. Aun así, desde la CGT se muestran desconfiados y apuntan a que la tecnología “todavía no está lista. ¿Por qué, si no, sería necesario todavía un conductor de emergencias?”, se pregunta Stefanopoly. Añaden, además, que por muy sofisticado que esté el sistema, no serviría para circular por la “jungla” vial de Barcelona. Aprovechando la concentración, los trabajadores también han querido denunciar que la empresa realiza una “instrumentalización de los protocolos contra el acoso”. Relatan que los textos, pactados con los representantes de los trabajadores, no se usan contra directivos denunciados, pero sí contra “trabajasores que investigan presuntas ilegalidades”. Desde la CGT aseguran que tienen ya identificados tres despidos que responden a este “uso fraudulento” del protocolo.