El VAR evita el empate del Oviedo con un fuera de juego milimétrico y borra un error grave de Unai Simón
Soto Grande decidió anular el gol de los carbayones a la media hora de partido
Soto Grande decidió anular el gol de los carbayones a la media hora de partido
Si tienes un pasillo estrecho y alargado, debes optar por esta alternativa que ocupa poco espacio y, de paso, aporta mucha personalidad a la zona de paso. ¡Te encantará!
La plataforma, que aglutina a todos los sindicatos y asociaciones sociales, lanza el guante al Principado para sentarse a debatir «cómo solucionar que haya 100.000 personas en lista de espera para Especializada y que el 27% de la población tenga una semana de demora para Atención Primaria». Recuerdan que «tener el mismo médico de cabecera durante 15 años reduce la mortalidad un 30%»
El extremo del Athletic se deshace de tres rivales para firmar uno de los tantos de la campaña rojiblanca
Mientras el pueblo andaluz colapsaba las calles de las ocho provincias, el presidente de la Junta se encerraba con los suyos en su Palacio de Cristal, ajeno al ruido exterior pese a la proximidad. Juanma Moreno Bonilla clausuraba este domingo, junto a Alberto Núñez Feijóo, el 17º Congreso del PP-A que celebraban los conservadores este fin de semana en Sevilla. Casi a la misma hora que la ciudadanía avisaba al barón popular de que "seguían en la lucha" frente a los recortes de su Gobierno, el jefe del Ejecutivo regional alertaba de un enemigo común con forma de "UTE – unión temporal de empresas -" de partidos – PSOE-A, Sumar y Vox – que pretende derrocar su palacio de cristal a golpe de "polarización" para hacer de Andalucía un "campo de batalla y de barro". Todo ello, mientras reivindicaba sus siglas como el adalid de la emancipación de los servicios públicos no sólo en la región, sino también en todo el país. El congreso contó con la presencia de Alberto Núñez Feijóo, Miguel Tellado y el presidente murciano Fernando López Miras. Moreno envió a Feijóo un mensaje cargado de intencionalidad: "Te queremos ya de presidente del Gobierno de España, te necesitamos". El líder andaluz buscó presentarse como soporte territorial de la dirección nacional del PP, en un momento en el que las encuestas estatales continúan sin consolidar una ventaja clara para los populares. Confluencia "populista" El discurso del presidente andaluz giró en torno a una idea clave: la "estabilidad". Moreno insistió en que su llegada al Gobierno en 2019 y su victoria en 2022 han aportado certidumbre económica y política a la comunidad. Alertó de que, sin ella, llegan "la incertidumbre, la parálisis y el retroceso". Según su relato, eso es lo que estaría en riesgo en 2026, señalando directamente a una hipotética alianza entre PSOE, Sumar, Vox y otras formaciones que, según él, buscan bloquear el "cambio" iniciado por el PP: "Existe una confluencia populista que quiere convertir a Andalucía en un campo de batalla, de barro y de polarización". Moreno pidió a los suyos redoblar esfuerzos entre jóvenes, mujeres y votantes desencantados. Lanzó una pregunta retórica dirigida al electorado andaluz: "¿De verdad merece la pena poner en riesgo todo lo que hemos avanzado?". El planteamiento se presentó como un aviso contra cualquier retroceso o cambio que pueda amenazar la hoja de ruta que, según él, ha permitido un "salto de gigante" en materia económica en los últimos siete años. En su intento de reforzar el perfil del PP-A, el presidente insistió en que no se trata de un proyecto personalista, sino de una construcción colectiva basada en la "vocación de servicio público". Aseguró que el partido es hoy "el instrumento que hace realidad los anhelos de la gente" y se autodefinió como la fuerza política de "las clases medias" y del "progreso". La parte más combativa de su discurso llegó al abordar la gestión de los servicios públicos. Moreno denunció lo que calificó como "toneladas de mentiras" acerca...
Por tercer año, la Agencia de Estrategia Turística de las Islas Baleares participa en la Feria Internacional de Turismo de Londres (World Travel Market), donde ha presentado su nuevo modelo de turismo basado en la cultura, el deporte, la naturaleza y la gastronomía, con el objetivo de desestacionalizar la temporada turística.
Segunda victoria de Marco Bezzecchi esta temporada para impedir el doblete de Álex Márquez y la primer triunfo de Pedro Acosta este año. Catalán y murciano completaron el podio, en una carrera que volvió a evidenciar los problemas de Ducati y, sobre todo, de Pecco Bagnaia , que solo duró once vueltas sobre el circuito de Portimao. Fermín Aldeguer, cuarto, se quedó a puertas del podio pero supo mantener a raya a Fabio Quartararo. La semana que viene acaba el Mundial en Cheste con todo decidido y Marc Márquez , el flamante campeón, viendo el campeonato desde casa mientras se recupera de su fractura en la clavícula. El día de la verdad llegaba a Portimao con Bezzecchi en la pole... Ver Más
La Guàrdia Urbana de Barcelona (GUB) va detenir divendres a la tarda un home que portava dos quilos de cabdells de marihuana amagats en un gran sac de menjar per a gos. Agents de paisà van observar com...
El empresario sevillano vivió "una conversión muy fuerte" a raíz de la pandemia. Siempre fue creyente, pero desde entonces ha elevado su fe. Más información: Los hermanos Orts crearon Cecotec en Valencia hace 12 años: su imperio eclosionó con la Conga y ya "factura 510 M"
Tenía el Barça una oportunidad para susurrar que lo vivido el pasado viernes frente al Real Madrid, donde encajó su novena derrota seguida frente a los blancos, fue sólo una pesadilla. Que, pese a ser una sección dejada de la mano de Dios por Joan Laporta, en el deporte siempre hay tiempo para la redención. Pero el Girona de Moncho Fernández, que sólo había ganado un partido esta temporada en la ACB y que pasaba por un momento más que irregular, fue algo así como Los Lakers de los tiempos del 'showtime' frente a un Barcelona clavado en Fontajau como un espantapájaros (96-78).
Tenía el Barça una oportunidad para susurrar que lo vivido el pasado viernes frente al Real Madrid, donde encajó su novena derrota seguida frente a los blancos, fue sólo una pesadilla. Que, pese a ser una sección dejada de la mano de Dios por Joan Laporta, en el deporte siempre hay tiempo para la redención. Pero el Girona de Moncho Fernández, que sólo había ganado un partido esta temporada en la ACB y que pasaba por un momento más que irregular, fue algo así como Los Lakers de los tiempos del 'showtime' frente a un Barcelona clavado en Fontajau como un espantapájaros (96-78).
Tenía el Barça una oportunidad para susurrar que lo vivido el pasado viernes frente al Real Madrid, donde encajó su novena derrota seguida frente a los blancos, fue sólo una pesadilla. Que, pese a ser una sección dejada de la mano de Dios por Joan Laporta, en el deporte siempre hay tiempo para la redención. Pero el Girona de Moncho Fernández, que sólo había ganado un partido esta temporada en la ACB y que pasaba por un momento más que irregular, fue algo así como Los Lakers de los tiempos del 'showtime' frente a un Barcelona clavado en Fontajau como un espantapájaros (96-78).
Tenía el Barça una oportunidad para susurrar que lo vivido el pasado viernes frente al Real Madrid, donde encajó su novena derrota seguida frente a los blancos, fue sólo una pesadilla. Que, pese a ser una sección dejada de la mano de Dios por Joan Laporta, en el deporte siempre hay tiempo para la redención. Pero el Girona de Moncho Fernández, que sólo había ganado un partido esta temporada en la ACB y que pasaba por un momento más que irregular, fue algo así como Los Lakers de los tiempos del 'showtime' frente a un Barcelona clavado en Fontajau como un espantapájaros (96-78).
Tenía el Barça una oportunidad para susurrar que lo vivido el pasado viernes frente al Real Madrid, donde encajó su novena derrota seguida frente a los blancos, fue sólo una pesadilla. Que, pese a ser una sección dejada de la mano de Dios por Joan Laporta, en el deporte siempre hay tiempo para la redención. Pero el Girona de Moncho Fernández, que sólo había ganado un partido esta temporada en la ACB y que pasaba por un momento más que irregular, fue algo así como Los Lakers de los tiempos del 'showtime' frente a un Barcelona clavado en Fontajau como un espantapájaros (96-78).
Tenía el Barça una oportunidad para susurrar que lo vivido el pasado viernes frente al Real Madrid, donde encajó su novena derrota seguida frente a los blancos, fue sólo una pesadilla. Que, pese a ser una sección dejada de la mano de Dios por Joan Laporta, en el deporte siempre hay tiempo para la redención. Pero el Girona de Moncho Fernández, que sólo había ganado un partido esta temporada en la ACB y que pasaba por un momento más que irregular, fue algo así como Los Lakers de los tiempos del 'showtime' frente a un Barcelona clavado en Fontajau como un espantapájaros (96-78).