El genial invento de un emperador español para evitar las inundaciones en el Imperio romano

El genial invento de un emperador español para evitar las inundaciones en el Imperio romano

No es cosa de hoy. La fuerza del líquido elemento, natural y aterradora por igual, ha estremecido al mundo desde hace dos mil años. Y fue a un suspiro de nuestra península ibérica, al otro lado del mar de Homero , dónde más se combatió contra su poder. Lógico, pues los desbordamientos del Tíber se convirtieron en una verdadera pesadilla para la República romana primero, y el Imperio después. Ya lo señaló el cronista Dion Casio en su 'Historia de Roma' al explicar que «el río, fuera por la excesiva lluvia caída» o por la venganza de alguna deidad, había llevado hasta la urbe «tal cantidad de agua» que había inundado «las zonas bajas y llegó hasta las más altas». Lo peor es que fue un ejemplo de muchos. El artífice de esta pesadilla fue el mencionado Tíber, un río con extensión estremecedora –el tercero más largo de la península itálica–, que regaba las siete colinas que vieron nacer la Ciudad Eterna. Caudaloso y regular, en principio al menos, favorecía la actividad comercial, nutría cultivos y regalaba agua a bestias y hombres. Sin embargo, contaba también con un «alma propia» que lo convertía en indomable. Así lo afirma, al menos, el Profesor de Clásicas y Letras Kyle Harper en su extenso ensayo ' El fatal destino de Roma. Cambio climático y enfermedad en el fin de un imperio ': «Pese a los ingeniosos esfuerzos de los romanos por controlarlo, en ocasiones el río saltaba la orilla y anegaba la ciudad». Harper mantiene que las inundaciones del Tíber están recogidas de forma irregular en las fuentes clásicas, pero suscribe que el grueso de los autores confirman su peligrosidad debido a las condiciones topográficas de la Ciudad Eterna. Y es que, su ubicación a orillas del río la convertían en el blanco perfecto para las crecidas. En su libro 'Historias', el cronista Paulo Orosio (nacido en el IV d.C.) documentó que, durante el consulado Quinto Lutacio Cátulo (allá por el siglo III a.C.), «el río, crecido por insólitas lluvias y desbordado durante más tiempo y con más cantidad de agua de lo que se podía esperar, arrasó todos los edificios romanos que estaban en el llano». En sus palabras, «distintos lugares coincidieron en la misma desgracia», con decenas de viviendas destrozadas. No fue la única ver que el agua generó el caos. El político e historiador del siglo I d.C. Cornelio Tácito dejó sobre blanco que las crecidas del Tíber destruyeron el puente Sublicio, el más antiguo de la Ciudad Eterna, y que generaron un miedo atroz entre la población en el 60 a.C. «El repentino desbordamiento del río, creciendo desmesuradamente su caudal, inundó todo al arrollar el obstáculo que se oponía a su furia. No solo las partes más llanas de la ciudad, sino anegando incluso los lugares tenidos por más seguros». La corriente «arrastró a mucha gente que se hallaba en los lugares públicos» y «sorprendió a muchos en sus talleres, tabucos e, incluso, en sus propios lechos». Aquella locura trajo como consecuencia «el hambre en el pueblo, la ruina del comercio y la penuria de alimentos». Y a ello se sumó, además, la destrucción de una infinidad de viviendas. «Socavados los cimientos de los edificios por la acción de las aguas estancadas, se desplomaron al retirarse las aguas del río», añadió el mismo Tácito . La inundación, como el resto, se consideró un mal presagio; una suerte de maldición forjada al calor, o eso creían en la época, de una pésima decisión política que había enfurecido a los dioses. El mismo Dion Casio, por ejemplo, achacó una de las crecidas a la decisión de Aulo Gabinio de restaurar en el trono de Egipto a Ptolomeo XII. La época imperial no escapó de las crecidas. En el siglo I d.C., el segundo emperador de Roma, Tiberio, sufrió durante su reinado una de las inundaciones más grandes de la época. Según Dion Casio , cuando el río «inundó gran parte de la ciudad, convirtiéndola en navegable», el mandamás ordenó «a cinco senadores, elegidos por sorteo, que establecieran una vigilancia permanente para que su caudal no fuera excesivo en invierno ni escaso en verano, sino que siempre, y en la medida de lo posible, fluyera con un caudal estable». Desconocemos si esta medida palió o no los problemas generados por el líquido elemento. Lo que sí sabemos es que años después, en el 69 y en el 101 d.C., volvieron a sucederse sendas inundaciones. Las crecidas fueron una verdadera pesadilla para Roma. Hasta tal punto, que los diferentes emperadores movilizaron a sus legiones de ingenieros y sabios para evitarlas. El ejemplo más claro fue Trajano . El hispano, nacido en nuestra castiza Itálica, fue un adelantado de la edificación naval. Para empezar, ordenó construir en el año 100 un segundo puerto de forma hexagonal al sudeste del de Claudio. Según explica el catedrático de Historia Antigua Santiago Montero en 'Ingeniería hidráulica y religión en el Imperio romano', la obra se completó con diversos depósitos, dos kilómetros de muelles e instalaciones fluviales en la Ciudad Eterna destinadas a guardas las mercancías que arribaban a través del Mediterráneo. El cenit del proyecto fue la excavación de un canal artificial a la vera de este nuevo puerto con una doble finalidad: facilitar la navegación hasta el Tíber y evitar las crecidas del río. «Era la célebre Fossa Traiana , conocida hoy como el canal de Fiumicino , que comunicaba el Tíber con el mar. El objetivo de la fosa, cuyo fondo fue enlosetado para permitir su rastrillado y la movilización de los aluviones, era, entre otras cosas, que la nueva boca facilitase el desagüe de las crecidas y evitase las inundaciones de Roma», añade el experto. Una inscripción de la época hallada en Ostia así lo corrobora: «El emperador César Nerva Trajano Augusto Germánico Dácico, hijo del divino Nerva, investido de la potestd tribunicia (…) construyó esta fosa para evitar las inundaciones del Tíber que atacaban frecuentemente la ciudad, habiendo establecido un canal de agua permanente». La Fossa Traiana no fue solo una idea genial desde el punto de vista de la ingeniería. Además, supuso una evolución de la mentalidad imperial. Montero es partidario de que, hasta la llegada de Trajano, los emperadores asociaban las crecidas del Tíber a un mal presagio. Sin embargo, el hispano «rechazó todo el sentido religioso» del aumento de caudal y entendió que se correspondía con un problema natural que la ingeniería hidráulica podía superar. Esta máxima se sustenta en la ingente cantidad de canales y obras similares que elaboró a lo largo y ancho de todo el Imperio . Unas edificaciones que, a pesar de su gran coste económico, le granjearon también una gran popularidad. No hay duda de que el nuevo canal palió las crecidas del Tíber. Al menos, en parte. Sin embargo, en el 103 d.C. el caudal volvió a desbordarse. «Plinio el Joven describió una inundación en el reino de Trajano que, pese al aliviadero construido por el emperador, arrastró los muebles de la aristocracia y las herramientas del campesinado por las calles de Roma», explica, en este caso, Harper. Así lo escribió Plinio: «El Tíber se ha salido del cauce y en los puntos donde las orillas son más bajas ha dañado profundamente los terrenos. A pesar del desagüe del canal que el providentísimo emperador ha hecho excavar, cubre los valles, inunda los campos y los lugares donde el terreno es llano y es visible en lugar del suelo». No siempre se gana.

El genial invento de un emperador español para evitar las inundaciones en el Imperio romano

El genial invento de un emperador español para evitar las inundaciones en el Imperio romano

No es cosa de hoy. La fuerza del líquido elemento, natural y aterradora por igual, ha estremecido al mundo desde hace dos mil años. Y fue a un suspiro de nuestra península ibérica, al otro lado del mar de Homero , dónde más se combatió contra su poder. Lógico, pues los desbordamientos del Tíber se convirtieron en una verdadera pesadilla para la República romana primero, y el Imperio después. Ya lo señaló el cronista Dion Casio en su 'Historia de Roma' al explicar que «el río, fuera por la excesiva lluvia caída» o por la venganza de alguna deidad, había llevado hasta la urbe «tal cantidad de agua» que había inundado «las zonas bajas y llegó hasta las más altas». Lo peor es que fue un ejemplo de muchos. El artífice de esta pesadilla fue el mencionado Tíber, un río con extensión estremecedora –el tercero más largo de la península itálica–, que regaba las siete colinas que vieron nacer la Ciudad Eterna. Caudaloso y regular, en principio al menos, favorecía la actividad comercial, nutría cultivos y regalaba agua a bestias y hombres. Sin embargo, contaba también con un «alma propia» que lo convertía en indomable. Así lo afirma, al menos, el Profesor de Clásicas y Letras Kyle Harper en su extenso ensayo ' El fatal destino de Roma. Cambio climático y enfermedad en el fin de un imperio ': «Pese a los ingeniosos esfuerzos de los romanos por controlarlo, en ocasiones el río saltaba la orilla y anegaba la ciudad». Harper mantiene que las inundaciones del Tíber están recogidas de forma irregular en las fuentes clásicas, pero suscribe que el grueso de los autores confirman su peligrosidad debido a las condiciones topográficas de la Ciudad Eterna. Y es que, su ubicación a orillas del río la convertían en el blanco perfecto para las crecidas. En su libro 'Historias', el cronista Paulo Orosio (nacido en el IV d.C.) documentó que, durante el consulado Quinto Lutacio Cátulo (allá por el siglo III a.C.), «el río, crecido por insólitas lluvias y desbordado durante más tiempo y con más cantidad de agua de lo que se podía esperar, arrasó todos los edificios romanos que estaban en el llano». En sus palabras, «distintos lugares coincidieron en la misma desgracia», con decenas de viviendas destrozadas. No fue la única ver que el agua generó el caos. El político e historiador del siglo I d.C. Cornelio Tácito dejó sobre blanco que las crecidas del Tíber destruyeron el puente Sublicio, el más antiguo de la Ciudad Eterna, y que generaron un miedo atroz entre la población en el 60 a.C. «El repentino desbordamiento del río, creciendo desmesuradamente su caudal, inundó todo al arrollar el obstáculo que se oponía a su furia. No solo las partes más llanas de la ciudad, sino anegando incluso los lugares tenidos por más seguros». La corriente «arrastró a mucha gente que se hallaba en los lugares públicos» y «sorprendió a muchos en sus talleres, tabucos e, incluso, en sus propios lechos». Aquella locura trajo como consecuencia «el hambre en el pueblo, la ruina del comercio y la penuria de alimentos». Y a ello se sumó, además, la destrucción de una infinidad de viviendas. «Socavados los cimientos de los edificios por la acción de las aguas estancadas, se desplomaron al retirarse las aguas del río», añadió el mismo Tácito . La inundación, como el resto, se consideró un mal presagio; una suerte de maldición forjada al calor, o eso creían en la época, de una pésima decisión política que había enfurecido a los dioses. El mismo Dion Casio, por ejemplo, achacó una de las crecidas a la decisión de Aulo Gabinio de restaurar en el trono de Egipto a Ptolomeo XII. La época imperial no escapó de las crecidas. En el siglo I d.C., el segundo emperador de Roma, Tiberio, sufrió durante su reinado una de las inundaciones más grandes de la época. Según Dion Casio , cuando el río «inundó gran parte de la ciudad, convirtiéndola en navegable», el mandamás ordenó «a cinco senadores, elegidos por sorteo, que establecieran una vigilancia permanente para que su caudal no fuera excesivo en invierno ni escaso en verano, sino que siempre, y en la medida de lo posible, fluyera con un caudal estable». Desconocemos si esta medida palió o no los problemas generados por el líquido elemento. Lo que sí sabemos es que años después, en el 69 y en el 101 d.C., volvieron a sucederse sendas inundaciones. Las crecidas fueron una verdadera pesadilla para Roma. Hasta tal punto, que los diferentes emperadores movilizaron a sus legiones de ingenieros y sabios para evitarlas. El ejemplo más claro fue Trajano . El hispano, nacido en nuestra castiza Itálica, fue un adelantado de la edificación naval. Para empezar, ordenó construir en el año 100 un segundo puerto de forma hexagonal al sudeste del de Claudio. Según explica el catedrático de Historia Antigua Santiago Montero en 'Ingeniería hidráulica y religión en el Imperio romano', la obra se completó con diversos depósitos, dos kilómetros de muelles e instalaciones fluviales en la Ciudad Eterna destinadas a guardas las mercancías que arribaban a través del Mediterráneo. El cenit del proyecto fue la excavación de un canal artificial a la vera de este nuevo puerto con una doble finalidad: facilitar la navegación hasta el Tíber y evitar las crecidas del río. «Era la célebre Fossa Traiana , conocida hoy como el canal de Fiumicino , que comunicaba el Tíber con el mar. El objetivo de la fosa, cuyo fondo fue enlosetado para permitir su rastrillado y la movilización de los aluviones, era, entre otras cosas, que la nueva boca facilitase el desagüe de las crecidas y evitase las inundaciones de Roma», añade el experto. Una inscripción de la época hallada en Ostia así lo corrobora: «El emperador César Nerva Trajano Augusto Germánico Dácico, hijo del divino Nerva, investido de la potestd tribunicia (…) construyó esta fosa para evitar las inundaciones del Tíber que atacaban frecuentemente la ciudad, habiendo establecido un canal de agua permanente». La Fossa Traiana no fue solo una idea genial desde el punto de vista de la ingeniería. Además, supuso una evolución de la mentalidad imperial. Montero es partidario de que, hasta la llegada de Trajano, los emperadores asociaban las crecidas del Tíber a un mal presagio. Sin embargo, el hispano «rechazó todo el sentido religioso» del aumento de caudal y entendió que se correspondía con un problema natural que la ingeniería hidráulica podía superar. Esta máxima se sustenta en la ingente cantidad de canales y obras similares que elaboró a lo largo y ancho de todo el Imperio . Unas edificaciones que, a pesar de su gran coste económico, le granjearon también una gran popularidad. No hay duda de que el nuevo canal palió las crecidas del Tíber. Al menos, en parte. Sin embargo, en el 103 d.C. el caudal volvió a desbordarse. «Plinio el Joven describió una inundación en el reino de Trajano que, pese al aliviadero construido por el emperador, arrastró los muebles de la aristocracia y las herramientas del campesinado por las calles de Roma», explica, en este caso, Harper. Así lo escribió Plinio: «El Tíber se ha salido del cauce y en los puntos donde las orillas son más bajas ha dañado profundamente los terrenos. A pesar del desagüe del canal que el providentísimo emperador ha hecho excavar, cubre los valles, inunda los campos y los lugares donde el terreno es llano y es visible en lugar del suelo». No siempre se gana.

El genial invento de un emperador español para evitar las inundaciones en el Imperio romano

El genial invento de un emperador español para evitar las inundaciones en el Imperio romano

No es cosa de hoy. La fuerza del líquido elemento, natural y aterradora por igual, ha estremecido al mundo desde hace dos mil años. Y fue a un suspiro de nuestra península ibérica, al otro lado del mar de Homero , dónde más se combatió contra su poder. Lógico, pues los desbordamientos del Tíber se convirtieron en una verdadera pesadilla para la República romana primero, y el Imperio después. Ya lo señaló el cronista Dion Casio en su 'Historia de Roma' al explicar que «el río, fuera por la excesiva lluvia caída» o por la venganza de alguna deidad, había llevado hasta la urbe «tal cantidad de agua» que había inundado «las zonas bajas y llegó hasta las más altas». Lo peor es que fue un ejemplo de muchos. El artífice de esta pesadilla fue el mencionado Tíber, un río con extensión estremecedora –el tercero más largo de la península itálica–, que regaba las siete colinas que vieron nacer la Ciudad Eterna. Caudaloso y regular, en principio al menos, favorecía la actividad comercial, nutría cultivos y regalaba agua a bestias y hombres. Sin embargo, contaba también con un «alma propia» que lo convertía en indomable. Así lo afirma, al menos, el Profesor de Clásicas y Letras Kyle Harper en su extenso ensayo ' El fatal destino de Roma. Cambio climático y enfermedad en el fin de un imperio ': «Pese a los ingeniosos esfuerzos de los romanos por controlarlo, en ocasiones el río saltaba la orilla y anegaba la ciudad». Harper mantiene que las inundaciones del Tíber están recogidas de forma irregular en las fuentes clásicas, pero suscribe que el grueso de los autores confirman su peligrosidad debido a las condiciones topográficas de la Ciudad Eterna. Y es que, su ubicación a orillas del río la convertían en el blanco perfecto para las crecidas. En su libro 'Historias', el cronista Paulo Orosio (nacido en el IV d.C.) documentó que, durante el consulado Quinto Lutacio Cátulo (allá por el siglo III a.C.), «el río, crecido por insólitas lluvias y desbordado durante más tiempo y con más cantidad de agua de lo que se podía esperar, arrasó todos los edificios romanos que estaban en el llano». En sus palabras, «distintos lugares coincidieron en la misma desgracia», con decenas de viviendas destrozadas. No fue la única ver que el agua generó el caos. El político e historiador del siglo I d.C. Cornelio Tácito dejó sobre blanco que las crecidas del Tíber destruyeron el puente Sublicio, el más antiguo de la Ciudad Eterna, y que generaron un miedo atroz entre la población en el 60 a.C. «El repentino desbordamiento del río, creciendo desmesuradamente su caudal, inundó todo al arrollar el obstáculo que se oponía a su furia. No solo las partes más llanas de la ciudad, sino anegando incluso los lugares tenidos por más seguros». La corriente «arrastró a mucha gente que se hallaba en los lugares públicos» y «sorprendió a muchos en sus talleres, tabucos e, incluso, en sus propios lechos». Aquella locura trajo como consecuencia «el hambre en el pueblo, la ruina del comercio y la penuria de alimentos». Y a ello se sumó, además, la destrucción de una infinidad de viviendas. «Socavados los cimientos de los edificios por la acción de las aguas estancadas, se desplomaron al retirarse las aguas del río», añadió el mismo Tácito . La inundación, como el resto, se consideró un mal presagio; una suerte de maldición forjada al calor, o eso creían en la época, de una pésima decisión política que había enfurecido a los dioses. El mismo Dion Casio, por ejemplo, achacó una de las crecidas a la decisión de Aulo Gabinio de restaurar en el trono de Egipto a Ptolomeo XII. La época imperial no escapó de las crecidas. En el siglo I d.C., el segundo emperador de Roma, Tiberio, sufrió durante su reinado una de las inundaciones más grandes de la época. Según Dion Casio , cuando el río «inundó gran parte de la ciudad, convirtiéndola en navegable», el mandamás ordenó «a cinco senadores, elegidos por sorteo, que establecieran una vigilancia permanente para que su caudal no fuera excesivo en invierno ni escaso en verano, sino que siempre, y en la medida de lo posible, fluyera con un caudal estable». Desconocemos si esta medida palió o no los problemas generados por el líquido elemento. Lo que sí sabemos es que años después, en el 69 y en el 101 d.C., volvieron a sucederse sendas inundaciones. Las crecidas fueron una verdadera pesadilla para Roma. Hasta tal punto, que los diferentes emperadores movilizaron a sus legiones de ingenieros y sabios para evitarlas. El ejemplo más claro fue Trajano . El hispano, nacido en nuestra castiza Itálica, fue un adelantado de la edificación naval. Para empezar, ordenó construir en el año 100 un segundo puerto de forma hexagonal al sudeste del de Claudio. Según explica el catedrático de Historia Antigua Santiago Montero en 'Ingeniería hidráulica y religión en el Imperio romano', la obra se completó con diversos depósitos, dos kilómetros de muelles e instalaciones fluviales en la Ciudad Eterna destinadas a guardas las mercancías que arribaban a través del Mediterráneo. El cenit del proyecto fue la excavación de un canal artificial a la vera de este nuevo puerto con una doble finalidad: facilitar la navegación hasta el Tíber y evitar las crecidas del río. «Era la célebre Fossa Traiana , conocida hoy como el canal de Fiumicino , que comunicaba el Tíber con el mar. El objetivo de la fosa, cuyo fondo fue enlosetado para permitir su rastrillado y la movilización de los aluviones, era, entre otras cosas, que la nueva boca facilitase el desagüe de las crecidas y evitase las inundaciones de Roma», añade el experto. Una inscripción de la época hallada en Ostia así lo corrobora: «El emperador César Nerva Trajano Augusto Germánico Dácico, hijo del divino Nerva, investido de la potestd tribunicia (…) construyó esta fosa para evitar las inundaciones del Tíber que atacaban frecuentemente la ciudad, habiendo establecido un canal de agua permanente». La Fossa Traiana no fue solo una idea genial desde el punto de vista de la ingeniería. Además, supuso una evolución de la mentalidad imperial. Montero es partidario de que, hasta la llegada de Trajano, los emperadores asociaban las crecidas del Tíber a un mal presagio. Sin embargo, el hispano «rechazó todo el sentido religioso» del aumento de caudal y entendió que se correspondía con un problema natural que la ingeniería hidráulica podía superar. Esta máxima se sustenta en la ingente cantidad de canales y obras similares que elaboró a lo largo y ancho de todo el Imperio . Unas edificaciones que, a pesar de su gran coste económico, le granjearon también una gran popularidad. No hay duda de que el nuevo canal palió las crecidas del Tíber. Al menos, en parte. Sin embargo, en el 103 d.C. el caudal volvió a desbordarse. «Plinio el Joven describió una inundación en el reino de Trajano que, pese al aliviadero construido por el emperador, arrastró los muebles de la aristocracia y las herramientas del campesinado por las calles de Roma», explica, en este caso, Harper. Así lo escribió Plinio: «El Tíber se ha salido del cauce y en los puntos donde las orillas son más bajas ha dañado profundamente los terrenos. A pesar del desagüe del canal que el providentísimo emperador ha hecho excavar, cubre los valles, inunda los campos y los lugares donde el terreno es llano y es visible en lugar del suelo». No siempre se gana.

Las tres noticias más importantes de la mañana en Córdoba

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Dejar atrás el centro penitenciario no es fácil. Los presos que salen de la cárcel de Alcolea trabajan con fundaciones como Prolibertas o Don Bosco para lograr una plena reinserción social y laboral; reciben cursos para adquirir competencias y lograr desenvolverse adecuadamente en libertad. Este reportaje abre una mañana cargada de novedades. Como la resaca del importantísimo punto logrado anoche por el Córdoba CF en Málaga. Los blanquiverdes, con un jugador menos, lograron el empate a dos definitivo en el minuto 100 de partido. Finalmente, entrevistamos a Ana María García, presidenta de Metalcórdoba, quien afirma que las empresas “se dan cuenta de que ya hay un tejido” industrial “formado” y que “va creciendo”.

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La fabada asturiana más famosa cumple 75 años

La fabada asturiana más famosa cumple 75 años

La fabada asturiana más televisiva, la famosa Fabada Litoral acaba de cumplir, nada más y nada menos, que 75 años. ¿Quién no recuerda a aquella abuela diciendo: ¡Qué hay prisa!" en el anuncio de los años 90. El secreto de su éxito está, según sus productores, en la materia prima de calidad, unos ingredientes 100 % naturales, sin conservantes ni aromas artificiales y, como no, en el compango asturiano hecho en la propia fábrica. Desde sus humildes comienzos en el barrio pesquero de Cimadevilla (Gijón), donde se elaboraban las primeras conservas de pescado, Litoral ha ido evolucionando hasta convertir su fabada en la marca líder del mercado y en una de las conservas estrella de los españoles, que subrayan en su mayoría que "parece casera". Un aniversario tan importante no podía pasarse por alto, por lo que Nestlé, compañía a la pertenece la empresa, ha organizado esta semana un acto en la fábrica asturiana al que han asistido el propio presidente del Principado, Adrián Barbón, y la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón. En el evento, el director general de Nestlé España, Jordi Llach, ha explicado que la fabada asturiana "es uno de nuestros productos más icónicos". "Por su calidad, su sabor y por cómo lo elaboramos, se ha convertido en un imprescindible en la despensa de los hogares en España", ha afirmado. La directora de la fábrica gijonesa, por su parte, Isabel Velasco, ha detallado cómo se realiza el proceso: "Llenamos la lata con todos los ingredientes: las alubias y el compango de elaboración propia, en su propio caldo". "La cerramos y cocinamos el plato directamente en la lata, donde se cuece como si fuera una olla exprés individual", ha narrado, enfatizando que "es un proceso muy tradicional porque, en fábrica, nos limitamos a controlar al milímetro los tiempos y las temperaturas de cocción, el punto de sal y el tamaño de los trozos para que cada ración tenga la misma textura, el sabor y el aroma que los consumidores esperan de nosotros". Apuesta por la eficiencia de recursos De esta planta salen al año más de 25 millones de platos preparados a base a legumbres, siendo, sin duda, la fabada el producto estrella. Por ello, la compañía ha aprovechado la efeméride para anunciar una inversión de 1,2 millones de euros en las instalaciones, cantidad que eleva a siete el total de millones de euros desembolsados en los últimos cinco años., y han estado dirigidos, principalmente, a la digitalización, automatización y eficiencia energética de la fábrica. Entre las inversiones realizadas este año, destaca la instalación de una nueva torre de refrigeración que permite reutilizar, de forma continua, toda el agua empleada para enfriar las latas tras su esterilización, en lugar de devolverla a la red. Esto permitirá reducir hasta 6.000 m3 de agua al año, lo que equivale al consumo anual de 120 hogares en España. A este avance en la gestión de recursos hídricos se suma a la reducción del consumo energético, gracias a la instalación de unos equipos...

¿Qué es la Corona de la Almudena, el desconocido dulce de la patrona de Madrid?

¿Qué es la Corona de la Almudena, el desconocido dulce de la patrona de Madrid?

Con la navidad a la vuelta de la esquina y turrones y roscones ya en muchos supermercados, parece difícil fijar la vista en cualquier otro dulce. Sin embargo, en un día como hoy, en el que se celebra en Madrid la festividad de la Almudena, cabe recordar un dulce para muchos desconocido, pero que es un clásico del otoño en la capital: la Corona de la Almudena. Este pastel tradicional que acompaña al día de la patrona de la localidad es conocido por su forma de rosca y su esponjosa masa bioche. Aunque a simple vista puede asemejarse a un roscón, presenta diferencias: La masa de la Corona no lleva agua de azahar ni el clásico adorno de fruta escarchada o almendra, y la rosca en todos los casos va rellena. El secreto de su sabor irresistible se basa en su mezcla de harina de trigo, mantequilla, huevo y levadura, que se aromatiza con notas de limón, naranja y un toque de ron. El interior suele ser de nata, crema pastelera o trufa, aunque también hay otras versiones con crema de Málaga o Avellanas. Los más golosos pueden adquirir este dulce en las pastelerías de la capital. Los obradores de Viena Capellanes han elaborado para la ocasión 6.500 unidades., que estarán disponibles en sus tres versiones: nata, crema pastelera y trufa, y en dos formatos: individual o tamaño mediano, ideal para compartir. La leyenda La Corona de la Almudena fue creada hace décadas por los pasteleros de Madrid para conmemorar la festividad de su patrona, pero ¿cuál es el origen de esta celebración? Cuenta la leyenda, que los madrileños escondieron en el siglo VIII una imagen de la Virgen en la muralla de la ciudad para protegerla de la invasión musulmana. Tras la Reconquista de Madrid en 1085, el rey Alfonso VI y el pueblo emprendieron una intensa, pero infructuosa, búsqueda de la misma. El 9 de noviembre, sin embargo, tras varios días de plegarias, un fragmento de la muralla se derrumbó durante una procesión en la Cuesta de la Vega, y dejó a la vista la imagen intacta de la Virgen. El nombre 'Almudena' proviene del árabe 'al-mudayna' (la ciudadelilla o fortaleza) o 'almudín' (depósito de trigo) y hace referencia al lugar donde se encontró la imagen. Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes Síguenos en Google Discover

El mal uso de chimeneas y estufas provoca cientos de incendios cada invierno: claves para prevenirlos

El mal uso de chimeneas y estufas provoca cientos de incendios cada invierno: claves para prevenirlos

Después de un mes de octubre con temperaturas muy suaves para la época, parece que comienzan a bajar las temperaturas, lo que es sinónimo de que las calefacciones empiezan a funcionar a pleno rendimiento. Sin embargo, el secreto de que el hogar sea un lugar acogedor en el que refugiarse de las bajas temperaturas, puede convertirse en una trampa mortal. Cada año se producen en nuestro país muertes por estufas, braseros y chimeneas defectuosas. Según datos del Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 112, solo en Castilla-La Mancha en el invierno de 2023-2024 se produjeron 114 incendios vinculados a aparatos de calor. Fallos en las instalaciones, mala ventilación o ausencia de mantenimiento pueden acabar desatando las llamas o provocando una intoxicación. Para evitar problemas debemos adoptar una serie de precauciones que varían en función del tipo de sistema que tengamos. En pellets y gas es importante prestar atención a la instalación. En el caso de las estufas eléctricas, es clave el lugar en el que se coloquen Su facilidad de uso y bajo coste las hacen muy comunes, pero es clave prestar atención a la conexión a red eléctrica y evitar regletas o enchufes sobrecargados. Esos aparatos pueden provocar incendios si están cerca de materiales inflamables, si se usan en superficies inadecuadas, o si el cableado no está en buen estado. En edificios con calefacción central hay que realizar un mantenimiento periódico para garantizar que la combustión es óptima. Es obligatoria una revisión anual. Asimismo, en las chimeneas de leña, estufas de pellets o biomasa, además de la instalación, es fundamental que el tiro sea correcto, para lo que hay que limpiar el conducto de humos y retirar el hollín, pues un exceso de este puede producir mala evacuación y acumulación de calor o gases tóxicos. También es importante tener en cuenta los materiales que rodean la chimenea, como muebles y vigas de madera, que pueden incrementar el riesgo de incendio si no está bien aislada. En todos los casos, es clave que el producto cumpla la normativa, pues "no todos cumplen con los estándares europeos", advierten desde Bosch Marín, empresa especializada en chimeneas, estufas, hornos, barbacoas e interiorismo decorativo. Desde esta compañía enfatizan que para certificar chimeneas, se requiere un mínimo de rendimiento y un máximo de emisiones, y no todos los fabricantes cumplen con ello. Asimismo, precisan que a la hora de elegir, muchos clientes se dejan guiar únicamente por la estética, lo que en algunos casos puede entrañar peligro, pues por ejemplo, las chimeneas tipo 'focus' a menudo no cumplen con los estándares de eficiencia requeridos. Esto, "además de conllevar mayor consumo de combustible, puede acabar con la liberación de gases tóxicos al ambiente, poniendo en riesgo la salud de quienes habitan el hogar", explican. Otra cuestión fundamental es el mantenimiento. "Al igual que un automóvil que requiere mantenimiento regular para funcionar correctamente, las chimeneas también necesitan cuidado y atención adecuada", insisten. En esta línea defienden que es vital "recurrir a un especialista certificado...

Alerta ante el aumento de las cirugías para la migraña: "No hay evidencia científica que las respalde"

Alerta ante el aumento de las cirugías para la migraña: "No hay evidencia científica que las respalde"

En lo últimos años se ha producido un aumento muy importante, de más del 50%, de los casos de migraña, una enfermedad discapacitante, que afecta a aproximadamente el 12% de la población española. Para hacer frente a la misma, hace un tiempo que comenzó a promocionarse por parte de un pequeño sector de la cirugía plástica, un tipo de intervención, cuya práctica ha ido aumentando de forma exponencial. La ideó hace dos décadas el cirujano plástico estadounidense Bahman Guyuron y se basa en descomprimir los nervios que están alrededor de los músculos faciales. Sin embargo, desde la Sociedad Española de Neurología (SEN), han lanzado una advertencia recordando que "no hay evidencias científicas que sustenten que este tipo de intervenciones puede servir de terapia para esta patología. "El origen de la migraña está en el cerebro", recuerda el Dr. Roberto Belvís, coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, que defiende que no tiene sentido abordar la enfermedad actuando sobre otro plano. En este sentido, explica que cuando se produce un ataque de migraña "es cierto que se activan los nervios de la cabeza", pero precisa que no se puede hablar de que están comprimidos sin una prueba al respecto. Si fuera así, recuerda, hay maneras de probarlo en los servicios de Neurología de cualquier hospital, por ejemplo, a través de electromiografías, pero nunca ha sido así. "Nunca hemos visto esas compresiones en esas pruebas", asegura. Este especialista, reconoce que "no sabemos todo lo que ocurre durante la migraña en el cerebro", pero aclara que, "con toda la información de la que disponemos en la actualidad, esto no cuadra". Al igual que ya hicieron hace una década a través de otro comunicado, la Sociedad Española de Neurología insiste en que no hay institución científica en el mundo que respalde ninguna de las técnicas quirúrgicas que se proponen para la migraña. "No existe la evidencia científica necesaria y suficiente para respaldarlas", insiste el Dr. Belvís, que enfatiza que no hay ninguna argumentación con plausibilidad biológica y que los pocos estudios publicados al respecto presentan carencias metodológicas importantes". Pone como ejemplo que no cuentan con el número de pacientes necesario, que no están elaborados por varios centros o que se realizan prácticas incomprensibles como descartar hasta un tercio de pacientes sin justificación. "No hay ni un solo ensayo clínico bien hecho", afirma, indicando que esto exige "transparencia absoluta". Asimismo, la SEN muestra su sorpresa por el hecho de que se esté publicitando una cirugía en humanos que no ha pasado por la fase animal de experimentación. "Este tipo de intervenciones deben ser sometidas al mismo rigor de análisis científico que los medicamentos y otras terapias", destacan. En esta línea, detallan que la cirugía en la migraña ya fue sometida a debate en un simposium específico en 2023, durante el 17º congreso de la Federación Europea de Cefaleas (EHF) celebrado en Barcelona, al que se invitó a profesionales defensores de la misma. "Los neurólogos europeos rechazaron estas técnicas por falta de evidencia...

Más de un millar de mujeres en Murcia espera sin cita que les confirmen si tienen un tumor

Más de un millar de mujeres en Murcia espera sin cita que les confirmen si tienen un tumor

Un total de 1.500 mujeres están en la Región de Murcia en lista de espera para someterse a un mamografía pautada por su médico por sospecha de tumor. Sin embargo, el 82% de ellas, 1.223, ni tan siquiera tiene cita asignada. Así lo denuncian desde el Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea, desde el que precisan que el Ejecutivo de Fernando López Miras está incumpliendo la ley autonómica que aprobó el propio PP y que fija en 30 días la espera máxima para someterse a esta prueba. Su portavoz, Carmina Fernández, ha enfatizado que "la ley es clara" al respecto y ha acusado al presidente regional de fallarle a las mujeres. "No es una recomendación, es un derecho", ha recordado, subrayando que el asunto se le ha "ido de las manos" al presidente y "no sabe cómo taparlo". En este contexto, ha recordado que, según los últimos datos publicados por el Servicio Murciano de Salud, en junio de este año un total de 1.479 mujeres estaban en lista de espera para una mamografía por sospecha clínica. De ellas, sólo 111 tenían cita en el plazo máximo de 30 días que fija la ley, el resto no. El paso de los meses no ha hecho sino empeorar la situación, pues el número de pacientes sin fecha asignada ha crecido un 33% en los últimos seis. "No lo dice el PSOE, son sus datos", ha recalcado Fernández, antes de decir que "detrás de cada número hay una historia: la mujer que no duerme recordando a su madre fallecida de cáncer de mama; la trabajadora que sigue yendo a trabajar con un bulto en el pecho porque no puede parar su vida; la madre que no se atreve a contarlo en casa porque piensa que ella no puede faltar". Así, ha advertido que no dejarán que se convierta su miedo en un simple número en la lista de espera. Los socialistas tienen claro que no se trata de "un error puntual", sino del resultado "de su incapacidad para resolver problemas, de la desidia y de su modelo de gestión fallido, que pone en riesgo la seguridad y la salud de las mujeres de esta Región". Falta de transparencia en los programas de cribado Otro de los aspecto sobre los que esta formación política ha llamado la atención es el relativo al programa de cribado del cáncer de mama. Así, ha acusado al Ejecutivo autonómico de "falta de transparencia", por no publicar los resultados desde 2022, justo el año en el que varias mujeres denunciaron incidencias en los diagnósticos. La portavoz del grupo socialista ha criticado que el Gobierno regional se niegue a entregar esos datos al Ministerio de Sanidad, "que ha tenido que requerirlos legalmente". "¿Qué tiene que ocultar el señor presidente? ¿Cree que ocultando datos se protege a las mujeres?", se ha preguntado Fernández. En referencia a este programa, la diputada del PSOE ha criticado también que el Gobierno de López Miras siga posponiendo su ampliación a a las mujeres de entre...

¿La reina Letizia vaticina si la inteligencia artificial podría quitarle el trabajo?

¿La reina Letizia vaticina si la inteligencia artificial podría quitarle el trabajo?

La inteligencia artificial está a la orden del día y todo apunta a que va a cambiar el mundo tal y como lo conocemos. Y una de las preocupaciones más extendidas entre muchos trabajadores sobre la implementación de la IA es si podría quitar los trabajos. De hecho, muchos empleos ya están siendo sustituidos por la inteligencia artificial: por ejemplo, en los supermercados de Amazon puedes hacer la compra sin pasar por caja, ya que tienen unos carritos que calculan el coste y lo pasan a tu tarjeta sin problema. Consciente de la preocupación que esto suscita, la Reina Letizia ha vaticinado las consecuencias que va a tener la implementación de la inteligencia artificial en nuestras vidas en la entrega de los Premios Nacionales de Innovación y de Diseño correspondientes a las ediciones de 2024 y 2025. Durante su intervención, la Reina ha querido restar importancia al miedo que tienen muchas personas de que la IA va a hacer que se pierdan muchos trabajos recordando que "la inteligencia humana es irreemplazable". En todo caso, ha explicado la Inteligencia Artificial "bien utilizada puede ser muy útil". En este sentido, la monarca considera que la IA es una herramienta "en desarrollo, que va a ser excepcional", siempre que se emplee de manera responsable y ética. Un reconocimiento al talento y la creatividad españoles Estas palabras se enmarcan dentro de la entrega Premios Nacionales de Innovación y de Diseño, unos galardones que distinguen a personas, empresas e instituciones que han hecho de la innovación y el diseño un eje central en su actividad profesional. De los ganadores, Letizia destacó que son una parte esencial de nuestro país: "España sois también vosotros, mujeres y hombres con obras, trayectorias e inteligencias únicas que habéis merecido que vuestro país os reconozca por innovar en biomedicina, por solucionar problemas, por ampliar los límites de la innovación o por haber sabido hibridar el diseño con el arte". Además, la monarca expresó además su admiración por el esfuerzo y la constancia de los premiados, animándolos a seguir trabajando "con tanto entusiasmo, con energía y con esa gran inteligencia humana para seguir transformando y mejorando" la vida de las personas. El carácter de los Premios Nacionales de Innovación y de Diseño es honorífico, salvo en las categorías dotadas con apoyo económico. En la edición 2025, los ganadores han sido Sepiia 2080 SL (Pequeña y Mediana Empresa Innovadora, 50.000 euros), Marcos González Sanz (Joven Talento Innovador, 30.000 euros), Patricia Urquiola Hidalgo (Trayectoria en Diseño, 50.000 euros) y Miguel Leiro Fernández-Cuesta (Jóvenes Profesionales del Diseño, 30.000 euros). También fueron reconocidos Luis Felipe Serrano Pubul, en la categoría Trayectoria Innovadora; Fertinagro Biotech SL, como Gran Empresa Innovadora; Viccarbe Habitat SL, en Diseño y Empresa; y Diego Areso Nieva, en Trayectoria en Diseño. En la edición 2024, Repsol recibió el premio a Gran Empresa Innovadora, mientras que Jesús María Hernández Galán, Biolan Microbiosensores y Cristina Aleixendri Muñoz fueron galardonados en la categoría de Innovación. Hubo una mención especial para Equipos Móviles de Campaña ARPAS...

Conoce a sosocamo, un artista must-listen para los próximos años en el rap americano

Conoce a sosocamo, un artista must-listen para los próximos años en el rap americano

Sosocamo es de esos artistas que prefieren hacerlo todo en casa. Montó su primer estudio a los 14 años en su casa en Carolina del Norte con ayuda de su padre, productor. Una de sus cómplices principales a nivel producción es su pareja, Grayto. Cuando tienes todo tan cerca, lo único que puede salir es un buen material. Su primer trabajo data del 2023 con la propia Grayto. SCREENS es una mixtape de 7 canciones con sonidos más oscuros y el pluggnb como protagonista principal. En ese momento Sosocamo era un artista más intentando abrirse camino en una escena sobreexplotada hasta 2024. El lanzamiento de BIG CAMO a principios de año dejaba ver a un Cameron que seguía indagando en estos sonidos oscuros pero abriéndose y experimentando más con melodías que hoy en día le convierten en el artista que es. Sosocamo comienza a ser un artista a seguir con el release de keep steady. A su evolución vocal se le suma un nuevo estilo de producción que consigue diferenciarle del resto de artistas de su camada y deja de ser uno más a ser uno de los grandes a tener en cuenta. El éxito de keep steady le llevó a apretar y a lanzar dos canciones más al poco tiempo pero con la llegada de soulless todo cambia. La mejora vocal frente a keep steady es sustancial y a ello se le suma una nueva producción que se aleja de los 808 y aterriza con tintes de R&B y baterías de percusión. no service es un primer disco sólido. Podemos ver a una estrella en ciernes que abraza el R&B y registros similares para potenciar el arma que significa su prodigiosa voz. El mismo encasilla su estilo como un nuevo movimiento, el Big Country, un movimiento que nace para dar visibilidad y voz a los artistas de Carolina del Norte. Otra de las claves de la evolución del rapero es la adición de nuevas figuras a su equipo de producción. no service cuenta con dos de los nombres más importantes del roster de Internet Money, Nick Mira y Nico Baran, que por cierto, es uno de los productores españoles con placements más importantes que tenemos en el país. Otra reseña de valor es el único featuring del proyecto, Shiloh Dinasty, una de las voces más queridas y respetadas en su momento en la industria HipHop americana por sus conexiones con XXXTentacion. Después del éxito y reconocimiento de no service, sosocamo prepara su próximo álbum de estudio, Big Country. 200 es su primer adelanto y ya se encuentra disponible desde este 7 de noviembre. Tras acaparar miradas y subir su perfil de Spotify hasta los más de 2 millones de oyentes mensuales, este paso es clave para su carrera. Big Country apunta a ser una vuelta a sus raíces en Carolina del Norte y la expectativa después de no service es máxima, estaremos atentos a su desarrollo. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida de camo (@sosocamo) Síguenos en...