
Los empresarios piden en Lorca celeridad para las obras del Corredor Mediterráneo
El movimiento Quiero Corredor, surgido hace nueve años para impulsar desde el sector empresarial las obras del Corredor Mediterráneo en el levante, se ha reunido hoy en la sede de la patronal lorquina Ceclor para analizar la situación del proyecto, reclamar celeridad en las obras al Ministerio de Transportes y el cumplimiento de los plazos. El lobby empresarial ha convocado además a los alcaldes del Guadalentín y a representantes del Gobierno de Murcia, como el consejero de Fomento e Infraestructuras, Jorge García Montoro, que han coincidido en subrayar la importancia de la infraestructura y la urgencia en la conclusión de las obras. El secretario general de la Asociación Valenciana de Empresarios, Diego Lorente, ha dicho que su colectivo lleva nueve años trabajando para que la infraestructura ferroviaria sea una realidad y ha dicho que aunque “hay retrasos, hoy día el Corredor avanza y eso es una realidad". El presidente de la patronal de Lorca, Ceclor, Juan Jódar, ha dicho que el Corredor Mediterráneo es “una infraestructura básica para los empresarios”, opina que la obra se está ejecutando “correctamente, aunque hay nudos que hay que solucionar”, por lo que ha reivindicado “que los intereses políticos vayan con los intereses sociales para que el ferrocarril sea una realidad”. El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, espera que el Ministerio cumpla su compromiso de que los trenes de cercanías lleguen de forma provisional en 2026 a la estación de San Diego sin tener que esperar al soterramiento. El soterramiento bajo el casco urbano no estará concluido hasta 2027, según ha confirmado el ingeniero Industrial y experto ferroviario, asesor del Movimiento Quiero Corredor, Francisco García Calvo, que ha reconocido que la obra se adjudicó tarde y que su retraso está perjudicando a Almería. Aunque las obras están en marcha ahora han surgido "dos inconvenientes" que pueden retrasarla, que son unas excavaciones arqueológicas en el entorno de la estación de San Diego y la reclamación de los vecinos de Campillo y Torrecilla para construir un viaducto en esa zona,que obligaría a modificar el proyecto.