
La ruta sensorial perfecta para descubrir los paisajes más verdes y panorámicos de la Ribeira Sacra en verano
Esta ruta, además de permitir descubrir nuevos paisajes, ofrece una manera distinta de recorrerlos: pausada, atenta y abierta a todo lo que el entorno puede ofrecer Estas son las cuatro mejores rutas de senderismo circulares que hacer este verano en Asturias La Ribeira Sacra se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos de Galicia para quienes buscan naturaleza, tranquilidad y rutas de senderismo de gran valor paisajístico y cultural. Esta comarca, situada entre el sur de Lugo y el norte de Ourense, destaca por su red de caminos que atraviesan cañones fluviales, viñedos en terrazas, bosques autóctonos y pueblos con siglos de historia. No es extraño que cada vez más visitantes elijan esta zona para recorrerla a pie, especialmente durante los meses de verano. A su ya amplia oferta de senderos se suma esta ruta sensorial que parte del municipio de Taboada , en el corazón de la Ribeira Sacra lucense. Se trata de la ruta A Embelesadora, un recorrido circular que combina tramos de ribera, zonas de bosque y pasa por pequeñas aldeas, todo pensado para ser vivido de forma sensorial y consciente. Con un poco más de 10 kilómetros y dificultad media, es ideal para quienes buscan disfrutar del entorno sin prisas. Esta ruta representa también un paso más en el impulso del turismo sostenible en la comarca, promovido por el Consorcio de Turismo de la Ribeira Sacra y otras entidades. Además de permitir descubrir nuevos paisajes, ofrece una manera distinta de recorrerlos: pausada, atenta y abierta a todo lo que el entorno puede ofrecer. Un paseo por la esencia verde de la Ribeira Sacra Ruta A Embelesadora La ruta A Embelesadora tiene una longitud de algo más de 10 kilómetros y un trazado circular con inicio y fin en la Capilla da Iglesia de Vilela. El recorrido atraviesa también las parroquias de San Xián de Campo y Santiago de Sobrecedo , en el municipio de Taboada, y está clasificado con una dificultad media, lo que la hace accesible para senderistas con algo de experiencia o en buena forma física. El tiempo estimado para completar el trayecto es de unas tres horas, aunque la propuesta invita a hacerlo sin prisa. El primer tramo de la ruta se dirige hacia el río Miño, cruzando zonas de cultivo, bosques de castaños, robledales y áreas de monte cubiertas por vegetación autóctona y matorral. A medida que se avanza, el paisaje se va abriendo hasta ofrecer vistas a los viñedos que cubren las laderas junto al embalse de Belesar. Si el nivel del agua lo permite, desde este punto es posible divisar el Castro Candaz , un antiguo asentamiento que permanece sumergido buena parte del año y que aflora solo en ocasiones, generando una imagen única. En el camino de regreso, la ruta discurre por las aldeas de Sobrecedo de Abaixo y Sobrecedo de Arriba, donde se puede observar la arquitectura rural tradicional y el uso agrícola del terreno. Desde allí, el sendero desciende entre prados y pequeñas fincas hasta llegar a Rioseco y, finalmente, al punto de inicio. Este último tramo está marcado por la tranquilidad del entorno y la cercanía a la vida cotidiana de los habitantes de la zona. La mezcla de naturaleza, historia local y calma convierte a este itinerario en una opción completa para quienes buscan algo más que una simple caminata. Huellas del pasado en el municipio de Taboada Municipio de Taboada El municipio de Taboada, situado en el sur de la provincia de Lugo, no solo destaca por su riqueza natural, sino también por su profundo valor histórico. Su territorio ha estado habilitado desde épocas muy antiguas, como lo demuestran numerosos vestigios arqueológicos repartidos por la zona. Se han identificado diversos castros, antiguos asentamientos fortificados de origen prerromano, en lugares como Vilela, Xián, Cumbraos, Moreda y Sobrecedo, entre otros. También se han encontrado sartegos y medorras, así como restos vinculados a una antigua vía romana, lo que confirma la importancia estratégica del lugar. Durante la Edad Media y Moderna, Taboada fue escenario de importantes acontecimientos vinculados a la nobleza local. La casa de Taboada tuvo un papel destacado en la historia del municipio, con figuras relevantes como don Lope de Taboada, quien llegó a ser Alférez Real de los Hidalgos del Reino durante el reinado de Carlos I. También sobresalen otros nombres como don Francisco Gil y Lemos o fray Isidoro de Taboada, que dejaron huella en la vida social y religiosa de la zona. En los inicios del siglo XIX, la población de Taboada mostró una fuerte resistencia frente a las invasiones napoleónicas, participando activamente en la defensa del territorio. Administrativamente, el municipio estuvo dividido entre dos jurisdicciones: la de Quinzán do Carballo, a la que pertenecían lugares como Bouzoa y Mato, y la de Taboada, que agrupaba parroquias como Vilela, Sobrecedo, Carballo, Campo o Castelo, bajo el señorío del conde de Maceda. Esta complejidad territorial refleja la relevancia histórica y política que tuvo la zona en distintos momentos de su evolución. Ruta de los Miradores Viñedos de la Ribeira Sacra Otra ruta muy recomendable en la Ribeira Sacra es la de los miradores, que permite conocer los paisajes más impresionantes de los ríos Miño y Sil. Se combina la vista desde puntos cercanos al río con paradas en lugares altos para disfrutar de panorámicas espectaculares. Es un recorrido ideal para hacer en coche, con tramos cortos a pie. El camino comienza en un mirador cerca de la carretera entre Chantada y Monforte de Lemos, con vistas a los viñedos del río Miño y la iglesia de Santo Estevo en la montaña. Luego pasa por Belesar, un pueblo tranquilo junto al río, y continúa hasta el mirador de Cabo do Mundo, conocido por su gran meandro en el río Miño. Después, la ruta llega a Os Peares, donde se juntan tres ríos y varios municipios. Siguiendo el río Sil se llega al embarcadero de Santo Estevo y luego a miradores como Penedos do Castro y Cabezoás, desde donde se puede ver el cañón y sus meandros. En Parada de Sil están los conocidos Balcones de Madrid, uno de los miradores más visitados. El recorrido termina en los miradores de Soutochao y Santiorxo, desde donde se observan de cerca los viñedos que crecen en pendientes muy pronunciadas, mostrando la viticultura típica de esta región.