
La tarjeta sanitaria electrónica llega a los mutualistas: Así funciona
Si eres sanitario, docente o funcionario, estás de suerte. Desde este jueves, 11 de septiembre, los mutualistas de MUFACE pueden acudir a cualquier farmacia de Aragón a recoger sus medicamentos con receta electrónica. Es el mismo sistema que se utiliza desde hace años en la sanidad pública. Ahora se van a beneficiar de él los más de 28.215 mutualistas aragoneses que han optado por la sanidad privada. En nuestra comunidad hay más de 45.500 mutualistas, aunque un 38% están integrados ya en la sanidad publica. Los usuarios de ADESLAS o ASISA podrán ir ahora con su tarjeta sanitarias de MUFACE a cualquiera de las 730 farmacias de Aragón, "con la mejora en accesibilidad que supone para los más de 200 pueblos con menos de mil habitantes de la comunidad", señala la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García Fuentes. Algo que agiliza y digitaliza el sistema sin más complicación para los usuarios. El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, destaca que es "lógico que lo mismo que se usa en la sanidad pública se extienda al resto de ciudadanos". El sistema es sencillo, la tarjeta se pasa por un lector y en la pantalla aparece el medicamento y la dosis prescrita. "Reduce la brecha digital porque no hace falta nada más", insiste la directora provincial de MUFACE en Zaragoza, Leticia Diez. "La implantación de la tarjeta sanitaria electrónica ha sido una prioridad porque son todo ventajas, es seguro, fácil de usar, garantiza la protección de datos , mejora el control de gastos de los medicamentos y la trazabilidad", asegura. Diez destaca, además, que se reducen los desplazamientos de los mutualistas al médico, "que tendrán que ir como mucho 2 o 3 veces al año en el caso de medicamentos crónicos". Por otra parte, "el ahorro en papel, ya que el gasto en talonarios es una de las mayores partidas presupuestarias, podrá destinarse a otros servicios". Hasta ahora el sistema se ha implantado ya en 9 comunidades autónomas y en las ciudades de Ceuta y Melilla. Tras el lío que se originó por el cambio de condiciones en MUFACE impuesta por el Gobierno central, la compañía DKV salió del sistema y optó por no presentarse al concurso. 2.500 de sus usuarios se han ido a ASISA y casi 8.000 a ADESLAS. ¿Eso qué implica? Las compañías aseguran que "se han reforzado aquellas especialidades que estaban un poco disminuidas, atendiendo también a las franjas de edad para saber si hacen falta más pediatras, neurólogos o internistas; y se ha ampliado la concertación con centros hospitalarios privados", asegura el delegado de ASISA en Aragón, Alfredo Pérez Lambán. Desde las aseguradoras niegan que falten recursos, como han denunciado sindicatos como CSIF. Por su parte, MUFACE insiste en que "se controla que el servicio esté garantizado en todos los casos".