Los fuegos de Canadá de 2023 causaron 70.000 muertes a distancia: ¿qué impacto tendrá el humo del verano en España?

Los fuegos de Canadá de 2023 causaron 70.000 muertes a distancia: ¿qué impacto tendrá el humo del verano en España?

Los expertos no tienen aún cifras concretas, pero creen que el efecto se está subestimando y que la combinación del humo y otros factores habrá afectado a la salud de miles de personas: “Lo que está claro es este aire ha sido muy tóxico” Hemeroteca - Los culpables tienen cara: las 180 empresas más emisoras de CO2 agravaron la virulencia de las olas de calor Entre mayo y septiembre de 2023 se quemaron en Canadá 15 millones de hectáreas de bosque, el equivalente a cerca del 5% de la superficie forestal del país. El humo se dispersó por Norteamérica y llegó a Europa hasta exponer a unos 350 millones de individuos a las partículas finas ( PM2.5 ) procedentes de estos incendios. Según un trabajo publicado este miércoles en la revista Nature , este humo contribuyó a la muerte de alrededor de 70.000 personas, muchas de ellas en lugares tan alejados como el territorio europeo, incluida España. Los megaincendios que ha sufrido el noroeste de nuestro país en el último verano han dejado oficialmente 8 muertos, más de 35.000 evacuaciones y más de 300.000 hectáreas arrasadas. Durante largas semanas, recuerda el meteorólogo Francisco Martín León , un anticiclón de bloqueo llevó el humo desde los puntos de origen, como Zamora, hacia el norte y de regreso al sur, hacia las costas de Castellón y Valencia. “En general, durante algunos días de los incendios la situación meteorológica favoreció que se dispersaran poco y estuvieran afectando a gran parte de la península con cielos muy turbios”, apunta el experto. Aparte de afectar a las personas de las regiones incendiadas en el noroeste peninsular, que vivieron semanas entre humo, cabe preguntarse si se produjo aquí el mismo efecto a distancia que se ha observado en Canadá. La incógnita es ahora el efecto que tendrá en la población local y general la inhalación del humo y las partículas de los incendios que sacudieron este verano la península. Enfermedades y partos prematuros “La situación meteorológica hizo que el aire cargado del humo de los incendios permaneciera atrapado durante mucho tiempo en la superficie”, señala Francisco J. Tapiador , catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). El daño dependerá de las condiciones de la persona y de la concentración local de las partículas, asegura. “El humo denso, el cercano a los incendios, naturalmente es dañino. Pero a medias y largas distancias, las partículas no son en absoluto inocuas”, recalca. “Las partículas finas (PM2.5) y ultrafinas son especialmente perjudiciales, ya que pueden penetrar profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular”. Imagen completa de los incendios el 20 de agosto de 2025 enviando humo a Europa y de vuelta a la costa mediterránea española. Aunque los especialistas reconocen que aún no pueden cuantificar los daños y que la respuesta estadística tardará en llegar, los datos les hacen pensar que estamos subestimando el impacto en la salud de estos grandes fuegos y que las consecuencias afectarán a miles de personas. “Evidentemente, habrá producido problemas en enfermedades circulatorias, respiratorias, mentales, y otros ingresos hospitalarios a corto plazo”, enumera Julio Díaz Jiménez , especialista del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). “Y habrá provocado partos prematuros, porque la evidencia científica nos dice que cuando hay un incendio forestal eso es lo que pasa tras el incendio”. Evidentemente, habrá producido problemas en enfermedades circulatorias, respiratorias, mentales y partos prematuros, porque eso es lo que pasa tras el incendio Julio Díaz Jiménez — Especialista del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) Un estudio de su equipo realizado en España en 2018 mostró, por ejemplo, que la mortalidad diaria asociada al material particulado es mayor los días en los que hay transporte aéreo de partículas provenientes de incendios forestales. Las partículas más finas de este material depositadas en los pulmones pueden pasar al torrente sanguíneo y causar estrés oxidativo, inflamación celular sistémica y una cascada de reacciones en todo el organismo. Vecinos en el incendio forestal de Carballeda de Avia (Ourense). Poco a poco, los científicos están revelando la cruda realidad sobre estos efectos del humo, tanto sobre la población más cercana como a distancia. Y el problema va en aumento por el cambio climático. El número de personas expuestas a los fuegos ha aumentado un 40% entre los años 2002 y 2021, según un reciente trabajo publicado en la revista Science , que estimaba que 1,53 millones de muertes a nivel mundial pueden atribuirse a la contaminación atmosférica inducida por incendios forestales. Otro estudio reciente señala que el incendio forestal de 2023 en Maui, Hawái, provocó un exceso de mortalidad por todas las causas un 67% superior a lo esperado, con picos de aumento de hasta el 367%. Y un trabajo realizado hace menos de un mes por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), también indicaba que la mortalidad asociada al humo de los incendios forestales podría estar subestimada en un 93% . “Analizamos los datos diarios de mortalidad y calidad del aire en 654 regiones de 32 países europeos y comparamos el impacto de la partículas finas PM2.5 procedentes de los incendios con las que no tienen origen un relacionado con el fuego”, explica Anna Alari , ex investigadora de ISGlobal y líder del estudio, a elDiario.es. “Vimos que están asociadas a un aumento de mortalidad general por causas respiratorias y cardiovasculares y que son más tóxicas que las partículas del mismo tamaño pero procedentes de otras fuentes, como por ejemplo el tráfico”. Cifras subestimadas Desde la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del ISCIII, Díaz Jiménez lleva años estudiando para la salud la exposición al humo procedente de incendios forestales y coincide en que las cifras “están infraestimadas”, porque solo tienen en cuenta los efectos de las partículas PM2.5 y no de compuestos como el ozono troposférico, que es mucho más dañino. “El problema es que las partículas de los incendios son mucho más peligrosas que las que tienen origen en un motor de combustión, porque tienen benzopirenos , que son cancerígenos y algunos estudios hablan de un impacto en salud de hasta cinco y diez veces mayor”, explica a elDiario.es . El humo de los incendios forestales emite compuestos orgánicos volátiles que pueden llegar también a miles de kilómetros del foco del incendio. “Esos compuestos son precursores del ozono”, apunta. “Y el ozono troposférico en España tiene más impacto en salud que las propias PM”. La contaminación del aire provoca inflamación, estrés oxidativo, senescencia celular y dinámicas que alteran el funcionamiento del sistema inmunológico en general, recuerda Alari. “Se asumía que estas partículas finas de los incendios eran igual de tóxicas que las que más conocemos, que son las del tráfico en las ciudades, pero resulta que son peores”, subraya. “En los días posteriores al fuego, bajan las defensas de las personas más vulnerables y producen infecciones respiratorias como gripe y neumonía. Y, a medio plazo, puede empeorar condiciones de enfermedades crónicas, respiratorias o cardiovasculares”. Motivos para el pesimismo ¿Se puede estimar, aunque sea de forma aproximada, qué efecto tuvieron los megaincendios de agosto en la salud de los españoles? “Los datos que nosotros utilizamos de mortalidad por causas específicas nos los da el INE y tarda dos años”, explica Díaz Jiménez. La única referencia es el estudio anterior , en el que contabilizaron los ingresos que hubo en España entre 2013 y 2018 atribuibles a la contaminación en los días de mayor combustión de biomasa. “Entonces tuvimos 3.800 ingresos atribuibles a las partículas PM frente a las 8.000 por el ozono”, informa el experto. Los ingresos producidos por esta última oleada de megaincendios en España, admite el especialista, serán presumiblemente mayores que los de hace una década, dado que se juntaron varios factores como el récord de duración y temperatura de la ola de calor, la presencia de polvo sahariano y una atmósfera propicia a mantener el aire inmóvil durante muchos días. Incendio forestal de Carballeda de Avia (Ourense). Pero, para saber qué impacto tuvo este humo habrá que esperar, aunque tengamos ya la certeza de que afectó a la salud de miles de personas. “En epidemiología no se puede extrapolar, porque te sale una cosa que no tiene nada que ver con la realidad”, recuerda Díaz Jiménez. A su juicio, uno de los problemas es que el MoMo (el indicador que mide el exceso de mortalidad en España) se centra solamente en la temperatura. “Nosotros llevamos mucho tiempo diciendo que se tiene que centrar también en la contaminación atmosférica”, explica Díaz Jiménez. “Y en esto influyen las partículas PM, pero hay factores más importantes, como el ozono troposférico y la temperatura, porque hemos tenido una ola de calor récord y además hemos tenido polvo del Sáhara”, defiende. “Los planes de prevención se tienen que centrar no solo en temperatura, sino en todos estos otros factores”. En Francia, indica Alari, ya están valorando desarrollar este tipo de vigilancia, que tenga en cuenta no solo la temperatura, sino también la contaminación del aire, porque ambas se pueden empeorar mutuamente. “Nuestro trabajo se hace con los datos y ahora hay que esperar que se sumen todos los números de mortalidad y hospitalización para saber lo que ha pasado en la población general y hacer una estimación de las partículas finas a las que se ha visto expuesta”, concluye. “Lo que está claro es este aire ha sido muy tóxico”.

Alejandro Amenábar: “En 30 años no había hecho una película de temática homosexual. Esta era la historia perfecta”

Alejandro Amenábar: “En 30 años no había hecho una película de temática homosexual. Esta era la historia perfecta”

El director, ganador del Oscar por 'Mar Adentro', estrena 'El cautivo', un filme sobre el cautiverio de Miguel de Cervantes en Argel que bucea en su identidad Anatomía de una escena - ‘Romería’ por dentro: Carla Simón desvela los secretos de cuatro escenas clave de la película Alejandro Amenábar llegó al cine español como un tifón. Tenía 24 años cuando Tesis dejó a todos con la boca abierta. ¿Quién era ese chaval que ni había acabado la carrera de Comunicación Audiovisual y estaba poniendo todo patas arriba? Con su ópera prima, ya un clásico, ganó el Goya a la Mejor película y comenzó una carrera que fue subiendo hasta ganar el Oscar por Mar Adentro y tras demostrar que un director español podía rodar con estrellas y grandes producciones hechas aquí. Vivió todo muy pronto, pero a pesar del vértigo ha sabido mantener una conexión con el público, como dejaron claro los 11 millones de euros en taquilla que logró Mientras dure la guerra , la película que demostraba que la Guerra Civil seguía importando a los espectadores. Es de esos directores cuyo apellido es la marca de sus películas. La gente va al cine a ver 'una de Amenábar' y ahora se van a encontrar con El cautivo , otro título donde coge a un personaje real —en esta ocasión Miguel de Cervantes— para terminar contando una historia que bucea en la identidad sexual del escritor y que habla del poder de contar historias, algo que entronca íntimamente con el propio cineasta. La película aborda la figura de Cervantes, un personaje del que tengo la sensación que no se ha tratado mucho desde la ficción en España. Ese fue uno de los alicientes cuando abordé este proyecto. Me hacía la pregunta de por qué me metía en esto, y la pregunta realmente es al revés, por qué nadie se había metido en esta historia ni en este periodo tan particular, porque tampoco quería hacer la típica película de ‘nació, vivió y murió’. Quería centrarme en ese episodio concreto y lo que vivió en estos cinco años donde descubre su vocación, pero a la vez descubre su condición, quién es y lo que quiere ser en la vida. Imagino que la pregunta fundamental era: ¿qué quiero contar? Porque hay mil historias dentro de Cervantes. En el proceso de investigación encontré que había mucha conexión con mi realidad, que es la de contador de historias, porque en ese momento parece que es donde se despierta su vocación por contar historias. Y luego hay algo que está muy presente para mí en la película y en el personaje, y es que es alguien que congrega a su alrededor a un montón de personas para contarles una historia. Y eso está en la esencia de cualquier cineasta. Lo que queremos es una sala llena de gente dispuesta a escuchar lo que les quieres contar. Siempre tengo la sensación con sus películas de que, aunque hablen de Unamuno o de Cervantes, para usted hablan de algo importante y personal. Yo siempre, cuando me hablan de una historia o de un proyecto, les digo, ‘vale, pero por qué lo quieres hacer’. Es curioso porque yo no he hecho cine basado en mi vida. Soy muy poco autobiográfico. Igual también porque lo que busco con la ficción es huir de mi propia realidad, viajar a otros sitios y a otras épocas. Pero, sin embargo, siempre la historia que cuento acaba teniendo una conexión. A veces la descubro a posteriori. Por ejemplo, Miguel de Unamuno, que es alguien con el que piensas 'qué puedo tener yo en común con él'. Pues había una conexión entre el discurso que él dio en octubre de 1936 y esas mañanas que yo paseaba sacando el perro con gente de derechas y de izquierdas, y había unas discusiones encarnizadas por la realidad de hoy. Yo estaba estableciendo el vínculo perfectamente, porque a mí como personaje público me pedían que yo me pronunciara, que es un poco lo que se le estaba pidiendo a Unamuno. O en el personaje de Hipatia, en Ágora, que es alguien que intenta marcar la moderación en un momento tumultuoso o tempestuoso. Es algo con lo que yo me siento plenamente identificado, incluso con el personaje de Ángela en Tesis. Siempre encuentro una conexión con los personajes. La película dice que no se puede entender la obra de Cervantes sin conocer su vida. Que la obra y el autor son indisociables, como se ve en otros autores como con Lorca. Sin embargo, luego, eso de separar obra y autor sigue siendo una discusión clásica. La experiencia de Cervantes en Argel es una experiencia que le obliga a tomar contacto con la cultura del enemigo, que era nada menos que la cultura musulmana. A él se le permitía salir de las prisiones en las que los encerraban y entra en contacto con esa cultura y de alguna manera la tienen muy presente en su inmediata obra posterior. Nada más volver de Argel escribe una obra sobre el cautiverio y luego introduzca a personajes árabes en sus obras. Yo creo que eso a él le hace entender que la naturaleza humana es mucho más compleja. Él crea la primera novela moderna, compleja, donde hay grises en los personajes, donde no son necesariamente héroes o antihéroes. Y por supuesto que eso para mí está muy asociado a esa experiencia personal. En mi caso también, todo lo que vivo y todo lo que recibo lo manifiesto en las películas. Y luego, concretamente, porque has mencionado Lorca, la sexualidad. Hay quien intenta buscar trazos de posible homosexualidad en la obra de Cervantes. Estamos hablando de un tiempo en el que si tú manifestabas cualquier atisbo de, como llamaban a la homosexualidad, sodomía, podías ser condenado. Es imposible pensar que eso pueda estar presente en la obra. Pero como decía antes, la complejidad de los personajes, la exaltación de la amistad, en el caso del Quijote entre hombres, es algo que yo creo que tiene que haber formado parte de su vida, por supuesto. Aborda en la película esa posible homosexualidad de Cervantes, un tema que puede escocer a mucha gente, para la que hay mitos intocables de españolidad. ¿Teme la respuesta de los puristas? Las películas hay que hacerlas con prudencia, con corazón, con sentido de la responsabilidad, pero sin miedo. No puedes hacer una película con miedo. Y sobre todo cuando estoy hablando de mi propia naturaleza, de algo que conecta muy íntimamente conmigo. Llevo 30 años y no he hecho jamás una película sobre temática homosexual. Muchas veces mis amigos o periodistas me han dicho que por qué no hago una película sobre temática gay. Bueno, pues no me había llamado, y de pronto en esta historia he encontrado que explorar esta hipótesis, que no deja de ser una hipótesis, era el vehículo perfecto desde la dramaturgia. Era lo que hacía para mí la historia más bella. Explorar esa relación entre Cervantes y su captor Hassan Baja, del que hay constancia de que era homosexual o bisexual. Entonces no podía hacerlo con miedo. Tenía que hacerlo con toda la fuerza y la honestidad. Estoy hablando de un personaje que es carismático, que es un líder, que tiene sentido del humor, que tiene luz y que además se besa con un hombre. ¿Dónde está el problema? El problema estaba en el siglo XVI, por eso Cervantes se carga la información de Argel para poder limpiar, entre comillas, su nombre. Pero el problema yo no lo tengo en el siglo XXI. Habría sido negar mi naturaleza. Y luego otro matiz del que también me voy dando cuenta con los años es que parece que tendemos a compartimentar. Somos 'homosexual', 'heterosexual' o 'bisexual', y a veces la realidad social, y nos lo está demostrando, es mucho más fluida y mucho más compleja. Una persona puede tener su pareja, sus hijos y a lo mejor ha tenido una relación homosexual o afectiva con un hombre. Quería explorar eso porque creo que esa misma fluidez que se da hoy también se daba de puertas para adentro en el siglo XVI. Tendemos a compartimentar. Somos 'homosexual', 'heterosexual' o 'bisexual' y la realidad social, y nos lo está demostrando, es mucho más fluida y mucho más compleja Alejandro Amenábar — Cineasta Me acuerdo de la que se lio en Mientras dure la guerra con la Legión por Millán-Astray… Yo ya experimenté la polémica cuando hice Mar adentro , que era una película sobre la eutanasia donde no quería centrarme en el lado legal, porque tenía la sensación de que tarde o temprano, y ha sido más tarde que temprano, iba a quedar superado. Quería abordar el tema desde un punto de vista más íntimo. Pero sí me encontré en la calle gente que me increpaba. Muchas veces son personas que ni siquiera han visto la película por su propio prejuicio, pero es algo a lo que te tienes que enfrentar como creador. Cuando estás haciendo una historia sabes que no va a agradar, y cuando estás tocando un tema más íntimo sabes que puede no agradar, pero insisto que para mí no debería haber polémica con esta película. No sé por qué puede ser tan escandaloso ver que Cervantes tiene una conexión con otro personaje. Cervantes en la película nunca te va a decir realmente lo que siente. Otra cosa es que tú lo completes como espectador y decidas si está sobreviviendo o está explorando su realidad o su naturaleza sexual. Pero para mí, en la España de ahora, no debería ser un problema. Igual dentro de unos años sí lo es. ¿Eso le da miedo? Esta película se rodó el año pasado y se muestra a la religión musulmana con un respeto increíble, y justo han pasado en Jumilla esos ataques racistas y de odio. ¿Le da miedo el futuro?, ¿cree que esta película dialoga con el presente? Yo intento con mis películas entender mi realidad, la del presente y, por qué no, la del futuro. Para mí, una película como Ágora era claramente una proyección sobre lo que yo sentía que está pasando ya en nuestra sociedad. Y la cosa de esa película es Mientras dure la guerra . Has hablado de miedo. No me gusta expresar esa palabra porque creo que no hay que levantarse con miedo. Preocupados sí, obviamente. Cómo no voy a estar preocupado con un genocidio a las puertas de casa en Gaza, con una guerra en Ucrania, con líderes que exaltan el narcisismo y la tiranía y que son votados masivamente por la gente. Todo eso me preocupa porque veo que es una rima de lo que pasó en la primera mitad del siglo XX y ya sabemos a dónde condujo. Creo que hay que seguir dando la cara y hay que luchar. Hay que luchar por aquello en lo que uno cree. Otro de los temas de la película es el poder de la ficción. Cervantes sobrevive contando historias, ¿hasta qué punto la ficción le ha salvado también a usted? Da sentido a mi vida. Eso es indiscutible. Yo empecé interesándome por la música. Por supuesto leía desde niño, pero el cine llegó a partir de cierta edad, 12, 13 años, y fue como que arrambló con todo. También fue el vértice en el que confluían mi interés por la música y mi interés por las historias. Toda mi adolescencia me ha marcado y me ha acompañado el cine. Me ha salvado del aburrimiento. Es que es lo que más me gusta. Cuando tengo tiempo libre, lo que más me gusta es sentarme con unos amigos y ver una película o irme al cine. Por eso, por encima de narrador soy, no sé si se llamaría narratario porque nunca supe lo que era narratario en la universidad, pero me encanta ver y escuchar historias. Se han cumplido 20 años del Oscar de Mar Adentro . ¿Cómo se vive algo así, ha pensado qué supuso ese momento en su carrera? El Oscar para alguien que se ha criado viendo cine de Hollywood tiene un componente icónico que es muy divertido de comprobar, porque cuando la gente viene a verme lo que quiere es ver el Oscar y hacerse una foto con el Oscar. Es un camino, el de la promoción para el Oscar, muy duro en el que tienes que estar presentando tu película y apostando por ella. Entonces en la gala eso se vive con mucha emoción porque lo has dado todo para que te den un premio. Si lo piensas es una locura. En mi caso lo que me ha guiado siempre ha sido la pasión por encontrar la buena historia y la pasión para contarla. En aquel momento probablemente podría haber dado el salto a la industria de Hollywood como lo han dado compañeros míos, por ejemplo Juan Antonio Bayona, a quien admiro mucho, pero no me sentí llamado, como dicen ellos, a “abrazar el sistema”. Lo que me guía son las historias, no los premios. Y mucho menos en ese momento. Cómo no voy a estar preocupado con un genocidio en Gaza, con una guerra en Ucrania, con líderes que exaltan el narcisismo y la tiranía y que son votados masivamente Alejandro Amenábar — Cineasta Pero imagino que sería una tentación importante. Es una decisión de carrera. Decidir si vas a abrazar el sistema o vas a seguir haciendo tus peliculitas. ¿Piensa mucho en esa decisión? No. Es muy tentador preguntarle si hay alguna que estuviera a punto de decir que sí y si dijo muchas veces que no. He dicho muchos noes. El mundo de Hollywood no va a estar persiguiéndote. Había un proyecto con Nicole Kidman sobre el que se me insistió muchísimo y que podía ser muy bueno para mi carrera y no lo vi. Luego veo trayectorias como por ejemplo Alfonso Cuarón, que es un director maravilloso, a quien respeto muchísimo, y él entró en el universo de Harry Potter dirigiendo la tercera película. Yo le pregunté que por qué la hizo y me dijo: “De entrada me pagaron muy bien, y aparte de eso, me permitió tener un conocimiento técnico extraordinario que luego me sirve para otro tipo de películas”. Luego tienes el ejemplo de Guillermo del Toro, que solía decir lo de “una para mí y otra para ellos”. Sin embargo, hizo algo que creo que es más difícil, levantar una superproducción de Hollywood como Ágora , pero hecha en la industria española. Eso en aquel momento era impensable. Si lo piensas ahora, es un disparate del que me siento muy orgulloso. Creo que es una de mis películas más injustamente valoradas, porque probablemente es mi película más profunda y donde cuento prácticamente todo lo que tengo que decir sobre la naturaleza humana y sobre nuestra sociedad. Pero lo hago en un ropaje de película histórica, pseudo de aventuras o de acción. Y como dice mi productor Fernando Bovaira, “a ver qué día se te ocurre una baratita”. Como cinéfilo he crecido casi a la par que su filmografía. Me he preguntado muchas veces cómo alguien que dirige Tesis a los 24 años y lo gana todo, sobrevive a eso. Va a sonar a perogrullada, pero con humildad. Yo de niño no era un alumno muy humilde, era un niño muy competitivo que estoy seguro que fui un incordio para muchos de mis compañeros. Pero curiosamente en mi caso se ha dado el proceso al revés. Yo quería en algún momento de mi vida ser director y tenía mis delirios de grandeza, y por supuesto que me veía ganando un Oscar. Al conseguir eso tan pronto el proceso en mi caso ha sido un proceso contrario. A eso ayuda, por supuesto, la familia y no tener a palmeros como amigos. No me gusta tener a robots que asienten y aplauden todo lo que hago, todo lo que digo. Me gusta tener gente con la que confrontar y gente que a veces te dice que por qué no te callas la boca. ¿Nunca le dio miedo que, al empezar tan pronto, se le acabaran las cosas que contar? Ese desierto creativo lo he pasado muy concretamente después de una película como Ágora , donde recuerdo que José Luis Cuerda me dijo, “a ver ahora qué cuentas”. Pero es importante tener viva la curiosidad. Alimentar esa sed de conocer cosas. ¿Qué temas le gustaría contar y siguen en la recámara? Durante mucho tiempo pensé hacer una película sobre la gestación y el golpe de Estado en Chile, en concreto el asalto al Palacio de la Moneda. Mi vida viene marcada por ese viaje que hacen mis padres 15 días antes del golpe de Estado. Pero al final acabé contando la historia del golpe de Estado en el 36 en España, que también marcó mi familia, porque mi madre, de hecho, que era de aquí, de Madrid, tuvo que acompañar a una hermana suya que salió durante la posguerra porque se había casado con un republicano y salieron para Chile. Así que al final acabé indirectamente hablando de eso. Hay cosas que me hubiera costado contar. Las que tienen que ver con mi vida. A veces digo, “voy a contar mi experiencia en los Escolapios”, y me quedo en blanco y pienso, pero a quién le va a interesar mi vida. Mi vida da para una especia de comedia romántica muy ligera. ¿No le interesa una comedia romántica ligera? Antes prefiero meterme en un musical bíblico (risas). Vídeo de la entrevista completa Vídeo: Lourdes Jiménez y Adrián Torrano

Todos los días homenajean a Nacho Cano en el Congreso

Todos los días homenajean a Nacho Cano en el Congreso

Bienvenidos a la dictadura en la que todo el mundo es libre para echar pestes del Gobierno, la mujer de Sánchez vuelve a pasar por el juzgado de Peinado y se puede acusar de narcotraficante a un expresidente sin pruebas Begoña Gómez defiende ante Peinado que su asistente le hizo un "favor" en ocasiones excepcionales No falla. Cuanto más habla la derecha de que la democracia corre peligro en España o de que Sánchez es un pérfido autócrata, más puñaladas, castañazos e insultos vuelan por el hemiciclo del Congreso. Esto debe de ser una dictadura postmoderna, por buscar un adjetivo que sólo aporte confusión. Para añadir más perplejidad a la historia, la esposa del presidente del Gobierno tuvo que declarar el miércoles por cuarta vez ante el juez Peinado, que le ha imputado el quinto delito, y los que quedan, como suele ocurrir en todas las dictaduras. Ya se sabe que los familiares de los dictadores siempre son vigilados de cerca por los jueces sin que el pobre autócrata pueda hacer nada al respecto. Lo que sufrió Franco cuando Carmen Polo tenía que declarar en los tribunales por sus incursiones en joyerías en las que no pagaba lo que se llevaba. En este ambiente irreal, la pantalla de televisión ofrece momentos sólo ligeramente más esperpénticos que la política. En la noche anterior, Nacho Cano apareció en 'El Hormiguero' no para divertirse, como reza el eslogan del programa, sino para lanzar una soflama reaccionaria en la que “los únicos que nos van a sacar de esta ruina son esta gente”, refiriéndose a la Guardia Civil. Pablo Motos, que nunca hace ascos a que sus invitados sacudan al Gobierno, se quedó lívido y sin palabras. Le faltaron reflejos y recomendar a Cano que se tomara unos cuantos tranquimazin en comprimidos de medio kilo. Fue la primera sesión de control después de las vacaciones de verano, pero pareció que sólo habían pasado siete días desde la anterior. Además de Núñez Feijóo, no menos de siete diputados del PP mencionaron a Begoña Gómez. El líder del PP dio por hecho que Sánchez ha convertido Moncloa en “un centro de negocios privado”. Si eso fuera así, no se entiende que Gómez haya sacado de un puesto tan privilegiado una cantidad tan miserable de dinero y una posición social tan poco relevante. Antes de caer en el proceso judicial que promueven Peinado y varias organizaciones de extrema derecha –sin ningún informe de la UCO que haya calentado el sumario–, era menos conocida que el influencer más aburrido. Sánchez no respondió a esa acusación: “Yo sé lo que pretende, pero no nos va a provocar”. Como si eso preocupara lo más mínimo al PP. El presidente nunca habla de su mujer en el hemiciclo, una táctica discutible. Santiago Abascal le calificó de “corrupto, traidor e indecente”. Después de pasar revista a una larga lista de violaciones cometidas presuntamente por inmigrantes. Es conocido que al líder de Vox sólo le preocupan las agresiones sexuales si las comete alguien nacido fuera de España. Si son obra de un español muy español, ni siquiera acepta participar en una concentración contra la violencia machista. Antes de incluirlas en su discurso, Abascal se fija en el lugar de nacimiento del agresor. La presidenta del Congreso le acusó de carecer de educación y le avisó de que eliminará los insultos del diario de sesiones –lo que no es del todo cierto, porque no se borran–, una de esas medidas tan anacrónicas que es absurdo que sigan existiendo. Después, el ministro Félix Bolaños llamó “difamadora y embustera” a Cayetana Álvarez de Toledo. Armengol no dijo nada y los escaños del PP protestaron denunciando un doble rasero. Todo el mundo ve sus insultos como si fueran una definición exacta del contrincante, mientras los que recibe resultan ser una agresión intolerable. Albares responde a Floriano en la sesión de control. Con independencia de lo que aparezca en el diario de sesiones, siempre hay cancha libre para hacer acusaciones sin pruebas o con indicios no muy sólidos. Es el chollo del aforamiento. Carlos Floriano estuvo siete años en la dirección del PP de Rajoy sin caracterizarse por un tono demasiado bronco. En los tiempos que corren, si continúas en esa línea, lo único que te encargan es calentar el escaño hasta el final de la legislatura y luego te mandan a casa. Así que Floriano acusó a Zapatero de mantener “una relación íntima con el cártel criminal que controla Venezuela”. No tienes ni que presentar pruebas en el Congreso para acusar a un expresidente de narcotraficante, por aquello del cártel o de recibir sobornos. Sólo tenía que decir que “todo el mundo sabe que en política exterior Zapatero tiene más influencia como comisionista” que el ministro de Exteriores. Todo el mundo, desde luego, también los que leen este artículo y los que no saben dónde está Venezuela. Pero eso no fue lo peor. Dijo que es “un bochorno el espectáculo que están dando en el Gobierno por arrancar un puñado de votos a costa de la sangre y el sufrimiento de los gazatíes”. Más de medio planeta hablando de Gaza y sufriendo por Gaza y el PP sostiene que atreverse a tomar decisiones contra el genocidio en vez de limitarse a declaraciones inútiles sólo puede ser entendido como una forma de aprovechamiento político. Mejor quedarse en el sofá y no hacer nada. Esa sería la opción de Floriano. “¿Cuántos más miles de muertos palestinos inocentes necesitan para llamar las cosas por su nombre? –respondió José Manuel Albares–. ¿Cuántos más bebés y niños gazatíes muertos de hambre necesitan para que se conmuevan? Ustedes no tienen alma ni corazón”. Después del ridículo que hizo Peinado cuando intentó que el Tribunal Supremo imputara a Bolaños, y que no redujo en lo más mínimo la confianza del Partido Popular en el juez, sus grandes esperanzas están puestas en el juicio del fiscal general. Aún no tiene fecha asignada, pero el Supremo ha hecho saber que prefiere que se haga cuanto antes, posiblemente en noviembre, para que la sentencia esté publicada antes de que acabe el año. Cabe la posibilidad de que no pasen muchas cosas en la política española hasta entonces y que todo se reduzca a una repetición de ataques y argumentos que ya se han escuchado muchas veces. Lo que no faltarán serán las amenazas. A Feijóo se le acabó el tiempo de su intervención antes de pronunciar la última frase dirigida a Sánchez que llevaba preparada y que era esta: “Tiene miedo de que alguna vez usted mismo se presente ante un juez”. Ya no es suficiente con derrotar al rival en las urnas. Ahora hay que meterlo en la cárcel. Con eso, al menos Nacho Cano se quedaría más tranquilo y no tendría que automedicarse.

Rafa Borrego, activista a bordo de la Flotilla a Gaza: "Sabemos el tipo de monstruo impune que tenemos delante"

Rafa Borrego, activista a bordo de la Flotilla a Gaza: "Sabemos el tipo de monstruo impune que tenemos delante"

El abogado y político responde a las preguntas de elDiario.es tras los ataques a dos barcos de la Flotilla en Túnez. Es la última escala antes de poner rumbo a la Franja en un desafío al viejo bloqueo israelí La Flotilla, atacada por segunda vez por un dron en Túnez Rafa Borrego, abogado y politólogo malagueño muy activo en las redes sociales, es uno de los integrantes de la Global Sumud Flotilla (GSF) que zarpó de Barcelona el pasado día 31 de agosto rumbo a Gaza con el objetivo de llevar ayuda humanitaria y romper el bloqueo que impone Israel sobre la Franja, donde ha provocado una hambruna sin precedentes y ha matado a más de 64.000 personas desde octubre de 2023. Borrego está especializado en derecho laboral, protección internacional, extranjería y delitos de odio. Responde a las preguntas de elDiario.es unas horas después de que el barco Familia Madeira fuese atacado en la madrugada del martes en aguas de Túnez, tal y como denunció la organización. El entrevistado se encontraba a unos 60 metros de donde se produjo el ataque realizando una guardia nocturna. En la noche del martes al miércoles tuvo lugar otro ataque . Después de los retrasos en su salida de Barcelona por las malas condiciones meteorológicas y la parada en Menorca, la GSF (flotilla global de la perseverancia) se encuentra en el puerto de Sidi Bou Said, a 20 kilómetros de la capital tunecina. ¿Cómo se encuentran los tripulantes después de los ataques? Estamos tranquilos. Sabemos que esto ha sido una advertencia. Nos demuestra que el camino a Gaza va a ser duro y que nos enfrentaremos a episodios más desagradables que este a medida que nos acerquemos, pero la verdad es que esto no ha cambiado el espíritu de nadie. Si acaso, nos ha puesto a mejorar los protocolos de respuesta. Pero como amenaza a la misión, ha sido un fracaso. ¿Cuál es el plan a partir de ahora? La reagrupación de todos los barcos que zarparon de Barcelona, esquivar la tormenta que parece que se nos viene encima e integrar a los nuevos incorporados desde Túnez. También, y aunque a algunos nos pueden las ganas de llegar a destino, esta parada está sirviendo para afinar los métodos y reponer fuerzas después de un inicio tan accidentado. ¿Cuáles son las dificultades principales que están encontrando en la travesía? Principalmente el clima (en un principio) y el estado de los barcos. La mayoría han presentado problemas que han requerido reparaciones sobre la marcha y ha sido un auténtico reto solventar esas barreras con el crono en contra. Especialmente para los que vamos en los barcos pequeños, fue una odisea nada más comenzar, pero desde entonces ha sido mucho más asumible. Zarpamos de Barcelona más de 20 barcos. Sabemos que van a ir a por nosotros, pero contamos con y necesitamos un apoyo social que haga intolerable un ataque mortal o un encarcelamiento largo ¿En qué condiciones viajan? ¿Cómo se organizan a bordo? Depende de cada barco. La mayoría somos embarcaciones relativamente pequeñas, veleros con siete u ocho personas a bordo. El zarandeo del barco es bastante fastidioso para quienes no estamos acostumbrados a navegar y tareas como cocinar o ir al servicio se vuelven a veces muy complejas. Normalmente, acaban cocinando los dos o tres que se marean menos. No tenemos duchas y los baños son precarios, pero cuidamos la higiene todo lo posible para que tengamos todos una estancia decente. Contamos con tres camas y un sofá estrechísimo. Vamos durmiendo como podemos, compartiendo camarotes, compaginando personas en cubierta haciendo guardias con personas descansando dentro. ¿Cuántas personas van en su barco? En mi barco ahora mismo somos seis. Éramos siete, pero una urgencia hizo que la séptima persona tuviese que dejarnos en Menorca. No conocía a nadie de mis compañeros, pero hemos hecho muy buena piña y, tras una semana, ya somos una familia. Yo nunca había navegado, más allá de unos días de crucero [cuando estaba] en el instituto. Es lo más parecido a montar a caballo. Convivimos el capitán, un tripulante y cuatro pasajeros/activistas, incluyendo un médico. Durante las horas de día hacemos vida conjunta en la cubierta y algunos pasamos largos ratos más cerca de la proa para poder tener ratos de concentración o abstracción. Lo que sí organizamos más son las noches, en las que hacemos turnos rígidos de vigilancia. Navegamos día y noche, por lo que conviene estar atentos. ¿Qué fue lo que le llevó a embarcarse? Soy una persona muy activa en redes sociales en materia de derechos humanos, conflictos armados y, en particular, en la cuestión palestina. Viví en Jerusalén en mi época universitaria, en 2019, y desde entonces he procurado seguir de cerca los acontecimientos en el terreno, casi siempre silenciados hasta 2023. Hace apenas unas semanas, vi que había huecos para ir en la Flotilla y no dudé ni un segundo en que alguien como yo, con los conocimientos y las posibilidades, tenía que apuntarse [a esta iniciativa]. Israel ya ha amenazado con emplear la fuerza contra la Flotilla y sus tripulantes ¿Qué le pasa por la cabeza? Respondo a esta pregunta unas horas después de recibir el ataque con un dron en el barco Familia, a apenas 60 metros del mío, en el que estaba haciendo guardia nocturna. No es agradable verse en peligro, desde luego, pero aquí todos contamos con los riesgos y sabemos el tipo de monstruo impune que tenemos delante. Sabemos que van a ir a por nosotros, pero contamos con y necesitamos un apoyo social que haga intolerable un ataque mortal o un encarcelamiento largo [de los tripulantes]. ¿Qué está suponiendo para la Flotilla el apoyo de la ciudadanía a nivel internacional? El apoyo que se percibe es impresionante, la verdad. El subidón de ánimo que da ver a tantas personas involucradas y que te envían toda su energía es espectacular. Para los que nos movemos mucho por redes sociales, es una sensación difícil de describir. Muchas personas querrían estar en la misión y no pueden por mil motivos, pero su apoyo desde fuera es tan necesario como el estar aquí navegando. La población de Gaza les expresa su gratitud en todo momento en redes sociales. ¿Qué mensaje les manda? Que lo siento. Que siento que el mundo se esté limitando a ver cómo los matan sin hacer nada. Que siento que, aunque la mayoría social llora por ellos, no tenemos el poder de frenar esta masacre. Me gustaría tener mejores palabras o una mayor carga de esperanza, pero el panorama es desolador. Lo siento, lo sentimos, pero si solo nos queda meternos en un barco a intentar llevaros ayuda y luego volver a por más, así lo haremos. Y nunca faltarán voluntarios. Ese es el mensaje. ¿Qué contactos tienen con la Franja de Gaza? ¿Qué noticias les llegan desde allí? De Gaza nos llega mucho dolor, pero también mucha esperanza. Al final, nuestra ayuda humanitaria en cuanto a cantidad es simbólica y no cubre apenas las necesidades que tienen los 2 millones de personas allí encerradas, pero el hecho mismo de intentar romper el bloqueo desde fuera está dando apoyo a mucha gente que se siente algo menos abandonada. La desgracia, por supuesto, es que el genocidio no cesa y más bien parece acelerarse; cualquier lectura positiva en este contexto es una banalización de la realidad. Esto es una tragedia, un crimen horrendo. todos sabemos que venimos a una larga y dura travesía que termina llegando a una zona donde se está cometiendo un genocidio. Seguramente, para la mayoría esta misión será el momento más peligroso de sus vidas ¿Cuál será la última escala antes de dirigirse a Gaza, cuándo prevén llegar y cuántos barcos se unirán? El plan es no hacer más escalas. Cada puerto es un riesgo de bloqueo, por lo que queremos ir directamente ya desde aquí [Túnez]. Con quienes se incorporen desde el resto del Mediterráneo, podríamos ser en torno a 50 barcos. Es todo un reto logístico y está siendo a veces difícil, pero seguimos avanzando. En el trayecto entre Barcelona y Menorca se rumoreó que drones sobrevolaban la Flotilla. ¿Es así? ¿De dónde procedían? Hasta donde yo sé, no ha podido confirmarse la propiedad de los drones, pero viendo este último ataque parece claro que hay un enjambre de drones esperándonos en cada tramo del camino. ¿Qué medidas de seguridad toman frente a esta amenaza? Tenemos protocolos de seguridad para reaccionar ante ataques que intentan combinar el éxito de la misión con la integridad física de los participantes. Pero en definitiva, en una misión marítima y desarmada en mitad del mar estamos completamente a merced de ataques de drones. Estos que hemos vivido no serán los últimos. ¿Son conscientes de los riesgos que corren? Aquí todos lo somos. Hay personas que lo llevan peor, pero por lo general todos sabemos que venimos a una larga y dura travesía que termina llegando a una zona donde se está cometiendo un genocidio. Seguramente, para la mayoría esta misión será el momento más peligroso de sus vidas. Como politólogo y abogado, ¿qué opina de la actuación de los Gobiernos europeos frente al genocidio en Gaza? Creo que está siendo absolutamente bochornoso. Es difícil de describir. Incluso si uno es consciente de que las élites occidentales han tendido siempre a defender sus intereses sin escrúpulo alguno y dejar los derechos humanos como mera arma discursiva, esto que estamos viendo se sale de las gráficas. No todos los gobiernos actúan exactamente de la misma manera, pero la tónica general es verdaderamente de complicidad o incluso de coautoría con el genocidio. La conducta del Gobierno británico de Keir Starmer o la postura de [la presidenta Ursula] Von der Leyen a nivel de la Unión Europea están dejándonos perplejos a muchos; no sería raro que acabasen enfrentando penas de prisión, junto con muchos otros, por su papel en todo esto. No hablo ya de responsabilidad política, sino penal. Y si dejan morir la Corte Penal Internacional, como ya están haciendo, conviene recordar que a nivel interno de cada país también podrán ser procesados. Ante este panorama, ¿cree que hay esperanza? Hay esperanza. La hay. La movilización de la gente lo demuestra, tanto por la causa palestina como por otras igual de encomiables. Pero es necesario dar un paso más allá, organizar esa esperanza y construir la realidad como la queremos. No pensé que en el año 2025 sería siquiera motivo de debate la posición a tomar ante un genocidio de esta magnitud, pero en esas estamos. No podemos dejar que se normalice la barbarie. ¿Qué acabará siendo Gaza? Lo que Gaza sea dependerá de lo que el mundo permita. Gaza podría ser la tumba de la ley del más fuerte, el símbolo de la lucha del débil por su derecho a existir. La cristalización real del derecho internacional y los derechos humanos como algo esencial y no como un arma arrojadiza a usar según convenga. Gaza podría ser un monumento a la civilización humana. Por el momento, es lo radicalmente opuesto. Es la más descarada muestra de impunidad, crueldad, sadismo y racismo. El fascismo está ganando la batalla y tiene más cómplices de los que queríamos pensar.

Por qué es importante el ataque de Israel en Qatar y qué implicaciones tiene

Por qué es importante el ataque de Israel en Qatar y qué implicaciones tiene

Además de demostrar que Israel no está interesado en una salida negociada a la guerra en Gaza, la operación en Qatar refleja su intención de crear un gran Israel en el que nadie cuestione su hegemonía Israel dinamita la última posibilidad de un acuerdo con un ataque contra los negociadores de Hamás en Doha Israel ha bombardeado Doha, la capital catarí, y ha sobrepasado una nueva línea roja ante la absoluta pasividad de la comunidad occidental, que parece haber otorgado al Gobierno Netanyahu luz verde para redibujar las fronteras de Oriente Medio. En los últimos meses, el régimen israelí ha atacado Irán, Siria, Líbano y Yemen, donde, el pasado 30 de agosto, aviones israelíes asesinaron al primer ministro de los rebeldes hutíes y a casi todos los miembros de su gobierno. Tras 65.000 muertos en Gaza, los países occidentales siguen sin adoptar sanciones contra Israel. Esta vez, el Gobierno israelí ha ido mucho más lejos, porque su objetivo ha sido Qatar, un aliado estratégico de Estados Unidos que alberga Al Udeid, la principal base aérea estadounidense en el golfo Pérsico. El emir Tamim Bin Hamad Al Thani ha hecho de la diplomacia una de las señas de identidad de su política exterior, apostando por el ‘poder blando’ y la diplomacia para resolver los conflictos regionales. Con esta acción, que representa una fragrante violación del derecho internacional, Netanyahu parece lanzar el mensaje de que ni tan siquiera los aliados estadounidenses en la región están a salvo y que Washington no acudirá en su ayuda, tal y como había hecho en el pasado. Desde el Pacto del Quicy de 1945 con Arabia Saudí, Estados Unidos se ha erigido en defensor de las monarquías del Golfo. Este acuerdo se basaba en la máxima ‘petróleo por seguridad’ por la cual las petromonarquías cedían a empresas estadounidenses y británicas la explotación de sus hidrocarburos a cambio de que la administración norteamericana se comprometiera a garantizar la perpetuación de sus dinastías en el poder y las defendiese ante eventuales amenazas externas. De esta manera, se estableció un ‘matrimonio de conveniencia’ entre Washington y las monarquías del Golfo gracias al cual se reforzó el autoritarismo de las monarquías, que obtuvieron carta blanca para la violación sistemática de los derechos humanos de sus súbditos. Al dar luz verde al ataque contra territorio catarí, o al menos no haberlo parado, la Administración Trump parece haberse disparado en su propio pie, ya que ha roto dicho acuerdo dejando vía libre a Israel para que, en un futuro, pueda bombardear a otros países de la región tradicionalmente situados en la órbita americana. Todo ello a pesar de que, en su reciente visita a la región en mayo, las monarquías del Golfo rindieron pleitesía a Donald Trump, al que prometieron multimillonarias inversiones en EEUU, sobre todo en el sector armamentístico y tecnológico, para tratar de reflotar la economía estadounidense. El emir Tamin se comprometió a comprar dos centenares de Boeing por valor de casi 250.000 millones de dólares, contrato que ahora podría pender de un hilo dada la renuencia de Washington a garantizar la defensa del emirato árabe. El mensaje de Netanyahu parece claro: todos aquellos países que se nieguen a aceptar la hegemonía regional israelí podrían arriesgarse a sufrir represalias por parte de Tel Aviv. Arabia Saudí tiene razones para preocuparse, ya que su negativa a sumarse a los Acuerdos de Abraham, por el cual varios países de la región como Emiratos Árabes Unidos y Baréin reconocieron al Estado de Israel y se avinieron a establecer plenas relaciones diplomáticas con él, podría situarle en la diana del régimen supremacista israelí. El intento de asesinato de la cúpula de Hamás en Doha es, además, especialmente preocupante porque Qatar ha ejercido la labor de mediador entre Israel y la organización islamista palestina en los últimos veinte meses intentando alcanzar un acuerdo de alto el fuego a cambio de la liberación de los rehenes de ambas partes. Es importante tener en cuenta que Hamás supedita dicho acuerdo a que Israel se comprometa a cesar su ofensiva militar y retire sus tropas de la Franja de Gaza. Precisamente el liderazgo de Hamás se encontraba reunido para pronunciarse sobre la última propuesta presentada la semana pasada por el presidente Trump, lo que evidencia que Netanyahu no apuesta por una negociación, sino por la rendición incondicional de Hamás. Desde el asesinato de Ismail Haniye en Teherán el 31 de julio de 2024, Hamás ha evitado nombrar a un nuevo líder para evitar situarlo en la diana de los servicios secretos israelíes. De ahí que, en la actualidad, la organización islamista palestina tenga un liderazgo colegiado del que forman parte figuras históricas como Khaled Mashal, Musa Abu Marzuq o Khalil Al Hayya. Probablemente esta circunstancia explique, al menos parcialmente, el fracaso de la operación militar israelí, que no ha conseguido asesinar a ninguno de los hombres fuertes de Hamás, lo que sin duda representa un varapalo sin precedentes para los servicios de inteligencia. Aunque las autoridades cataríes se han apresurado a advertir que se reservan el derecho a responder a la agresión israelí, es evidente que dicha respuesta no será militar. Qatar es el principal exportador del mundo de gas licuado, por lo que su principal baza es la económica. Una posibilidad es que, a partir de ahora, opte por enfriar sus relaciones comerciales con EEUU, una vez que ha quedado patente que la Administración Trump ha roto su compromiso de garantizar la seguridad catarí. Otra posibilidad es que, en el futuro, apueste por estrechar aún más sus relaciones con las potencias del sudeste asiático y, en particular, con India y China, dos de sus principales socios comerciales que están destinados a desempeñar un papel protagónico en el emergente nuevo orden multipolar. Cualquiera de estas dos opciones es dañina para Washington. A estas alturas resulta evidente que Israel hará todo lo posible por torpedear cualquier alto el fuego y tratará de llevar a la región a una situación límite, todo ello con el propósito de crear nuevas cortinas de humo que le permitan poner en práctica su ‘solución final’ para la Franja de Gaza. En el corto plazo, dicho proyecto implicará la destrucción sistemática de todas las ciudades y campamentos de refugiados y la limpieza étnica de su población. De hecho, las autoridades israelíes han intensificado los contactos con Libia y Sudán del Sur para que acojan a cientos de miles de palestinos , todo ello con la manifiesta complicidad de la Administración Trump, que ha planteado el proyecto Gaza Reconstitution, Economic Acceleration and Transformation (GREAT) para transformar dicho enclave palestino en un resort de lujo y en una meca tecnológica. El objetivo final de Netanyahu, cada vez más claro y descarnado, es redibujar las fronteras de Oriente Medio para establecer un Gran Israel en el territorio comprendido entre el mar Mediterráneo y el río Jordán en el que los palestinos no tienen cabida.

La UE impone el lenguaje de la guerra y prepara un muro de drones frente a Rusia tras el incidente en Polonia

La UE impone el lenguaje de la guerra y prepara un muro de drones frente a Rusia tras el incidente en Polonia

La presidenta de la Comisión Europea coincide con el secretario general de la OTAN en el aviso tras la “violación sin precedentes” del espacio aéreo de Polonia por parte de Rusia: "Europa defenderá cada centímetro de su territorio" Polonia derriba varios drones rusos tras una “violación sin precedentes” de su espacio aéreo El lenguaje bélico se instala en Bruselas tras el incidente de los drones rusos derribados en Polonia. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha lanzado un duro aviso a navegantes en su discurso del Estado de la Unión en el Parlamento Europeo. “Europa está en combate. Las líneas de batalla para un nuevo orden mundial basado en el poder se están trazando ahora mismo. Así que, sí, Europa debe luchar”, ha dicho la política alemana en los inicios de su disertación para explicar las políticas que se desarrollarán en el nuevo curso. Fuentes de la Comisión admiten que la defensa y las capacidades militares de la UE se han convertido en el elemento fundamental de la estrategia política de Von der Leyen. La “violación sin precedentes” del espacio aéreo polaco por parte de drones rusos y la respuesta combinada de fuerzas de combate de la OTAN han servido de trampolín para relanzar el discurso más belicista de la presidenta de la Comisión. De hecho, Von der Leyen ha coincidido en parte del discurso con el secretario general de la alianza militar atlántica, Mark Rutte. Mientras que el líder de la OTAN lanzaba una clara advertencia a Rusia: “Sepan que estamos preparados, vigilantes y que defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN”, la jefa del Ejecutivo comunitario apuntaba: “Europa defenderá cada centímetro de su territorio”. La coincidencia de discursos no es circunstancial. En think tanks de corte conservador como Globsec se ha desarrollado la idea de “la 'europeización de la OTAN' que fortalece la Alianza Atlántica. Las democracias prósperas deben ser capaces de protegerse adecuadamente a sí mismas y a sus ciudadanos de las amenazas externas. La seguridad no puede subcontratarse por completo, ni siquiera a un aliado fiel y fiable. Sin embargo, la defensa europea necesita a la OTAN y no será creíble sin ella como núcleo. Cuanta más defensa europea haya en la OTAN, más defenderá la OTAN a los europeos”. El discurso bélico llega en un momento en el que tanto la OTAN y la propia Comisión Europea, y por sus propios intereses también Donald Trump, están presionando para que haya fuertes incrementos de los presupuestos de defensa y más inversión en la industria militar europea. Mientras daba detalles de la operación de derribo de los drones rusos, el secretario general de la OTAN insistió en que “esto no hace más que reforzar la importancia de la OTAN y el camino que los Aliados acordaron en nuestra Cumbre de La Haya a principios de este año. Necesitamos invertir más en nuestra defensa, aumentar la producción de defensa para contar con lo necesario para disuadir y defender, y debemos seguir apoyando a Ucrania, cuya seguridad está interrelacionada con la nuestra”. Proteger el flanco oriental de Europa Con Rusia como principal amenaza, la presidenta de la Comisión resaltó “que no hay ninguna duda: el flanco oriental de Europa protege a toda Europa. Desde el mar Báltico hasta el mar Negro. Debemos invertir para apoyar con una guardia el flanco oriental. Esto significa dotar a Europa de medios estratégicos independientes. Debemos invertir en la vigilancia espacial en tiempo real para que ningún movimiento de fuerzas pase desapercibido. Responder a la llamada de nuestros amigos bálticos y construir ese muro de drones”. Ante este planteamiento, la jefa del Ejecutivo comunitario recordó el plan Readiness 2030, que va a movilizar hasta 800.000 millones de euros de inversiones en el ámbito de la defensa y anunció como novedades un nuevo programa llamado Qualitative Military Edge para “apoyar la inversión en las capacidades de las fuerzas armadas ucranianas”. Además, se adelantarán 6.000 millones de euros en préstamos para formar una alianza con Ucrania, que le ayude a crecer en escala industrial y tener más capacidad de repuesta a Rusia. También se va a incrementar la vigilancia del flanco oriental, con el objetivo de dotar a Europa de capacidades de vigilancia y respuesta en tiempo real y construir un muro de drones de defensa, especialmente en la zona del Báltico. A pesar de que la guerra de Ucrania sigue siendo el elemento sobre el que pivota el impulso de las necesidades de defensa de Europa, la mirada va más allá que este conflicto bélico. Von der Leyen recalcó que “la libertad de Ucrania es la libertad de Europa” y recordó cómo la semana pasada “26 países de la 'Coalición de los Dispuestos' declararon su disposición a formar parte de una fuerza de seguridad en Ucrania en el contexto de un alto el fuego”, pero insistió en que “la economía de guerra de Putin continuará aunque cese el conflicto en Ucrania. Esto significa que Europa debe estar dispuesta a asumir la responsabilidad de su propia seguridad. Por supuesto, la OTAN seguirá siendo esencial en cualquier caso. Pero solo una postura de defensa europea fuerte y creíble puede garantizar nuestra seguridad”. Los investigadores del centro de pensamiento European Council on Foreign Relations subrayan en una de sus publicaciones cómo “la guerra también ha transformado a la UE en un actor más aguerrido y geopolíticamente serio. Al invertir fuertemente en defensa y otras formas de autonomía estratégica, Europa ha demostrado la determinación que se gana el respeto de quienes valoran el poder y la capacidad en los asuntos internacionales”. En este sentido, Von der Leyen lo tiene claro. “Europa tiene que luchar. Por su lugar en un mundo en el que muchas grandes potencias son ambivalentes o abiertamente hostiles hacia Europa. Un mundo de ambiciones imperiales y guerras imperiales. Un mundo en el que las dependencias se instrumentalizan como arma de forma despiadada. Y es por todas estas razones por las que debe surgir una nueva Europa”, incidía la presidenta de la Comisión Europea. Otra cosa es que surjan dudas, tanto por la posición beligerante y militarista como por las fórmulas que se están imponiendo en la UE, sin que haya mucha capacidad para oponerse por parte de los países miembros. Fuentes de la Comisión han admitido que se está diseñando un conjunto de herramientas para incrementar las capacidades de defensa que podrían estar sobrepasando el mandato de la Comisión y hay dudas sobre su legalidad. Además, Von der Leyen no es ajena al rechazo entre los ciudadanos europeos a la postura belicista que pregona. Durante el discurso admitió -quizás recordando que la Unión Europea nació como respuesta a la guerra- que “los europeos no estamos acostumbrados a hablar en esos términos ni nos sentimos cómodos haciéndolo. Porque nuestra Unión es fundamentalmente un proyecto de paz. Pero lo cierto es que el mundo de hoy es implacable”. Incluso la propia presidenta de la Comisión se cuestionaba que los ciudadanos europeos estén por una posición belicista: “La pregunta central que se nos plantea hoy es bien sencilla. ¿Tiene Europa estómago para este combate?”. Esperemos que no haga falta.

"Me gusta la fruta" y toros: los gestos de Feijóo para competir con Vox

"Me gusta la fruta" y toros: los gestos de Feijóo para competir con Vox

Con la extrema derecha creciendo en las encuestas, el líder del PP se prodiga en gestos para atraer al público de Abascal: tras décadas sin expresar ningún interés en los toros es un habitual de Las Ventas y emula a Ayuso con su fórmula para insultar a Sánchez La metamorfosis madrileña de Feijóo El pasado sábado, Alberto Núñez Feijóo celebró su sexagésimo tercero cumpleaños. Eligió un local de A Coruña, la sala de conciertos Garufa Club. Durante su actuación, una de las bandas habituales reclamó la presencia del líder del PP en el escenario, algo habitual en sus espectáculos. Feijóo entonó un clásico festivo, 'Mi limón, mi limonero'. Al día siguiente, Feijóo compartió un vídeo del instante en su cuenta Instagram con un mensaje: “Me gusta la fruta” . Esa ha sido la primera vez que Feijóo hizo suyo el eslogan oficioso que usa el PP de Madrid para atacar al Gobierno. “Me gusta la fruta” fue la frase que Isabel Díaz Ayuso se inventó que había dicho cuando las cámaras del Congreso la cazaron mientras espetaba un evidente “qué hijo de puta” dirigido a Pedro Sánchez, quien en la tribuna de oradores del Congreso afeaba a la presidenta madrileña los supuestos delitos fiscales de su pareja, Alberto González Amador. Era noviembre de 2023. En estos casi dos años Feijóo se ha cuidado mucho de afear a Ayuso sus palabras, al menos en público. De hecho, en diciembre de ese mismo año, solo unos meses después de decir que él no había llegado a la cúpula del PP para insultar a Sánchez, no para ganarle, la presidenta madrileña aprovechó la fiesta de navidad de su partido para hacer proselitismo de su “me gusta la fruta”. Su jefe de filas subió al escenario y se encontró con una cesta de fruta en la mano. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, esgrime una cesta de fruta junto a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en un acto navideño del partido en 2023, después del "hijo de puta" que espetó en la investidura de Pedro Sánchez. La frase de Ayuso se ha convertido en un 'hit' en la derecha española. Se han vendido camisetas, gorras y sudaderas con el insulto encubierto a Pedro Sánchez. Dirigentes de primer nivel del PP, con mucha capacidad de mandar, la usan de forma habitual. Es el caso del secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, o del director de gabinete de la presidenta madrileña, Miguel Ángel Rodríguez. Diputados, senadores, concejales, tertulianos y gente anónima ha asumido el 'leit motiv' de la turboderecha madrileña que sustituyó al 'que te vote Txapote'. Pero Feijóo no lo había hecho. Hasta ahora. 24 horas después de publicar su vídeo en Instagram, en el equipo del líder del PP sudaban para intentar convencer a los periodistas de que el “Me gusta la fruta” que publicó Feijóo no tenía nada que ver con el proferido por Ayuso. Cuca Gamarra dijo que era una defensa “del sector primario”, y Ester Muñoz aseguró que solo estaba “haciendo un chiste”. “Lo desvinculo absolutamente” de Ayuso, dijo un portavoz del presidente del partido en conversación con los periodistas. “El presidente del PP no está insultando al presidente del Gobierno”, zanjó. Conciertos, toros y podcasts Tras unos primeros meses en los que ensayó un cambio de discurso y sobre todo de formas para marcar distancias con algunos episodios de Pablo Casado, los siguientes meses en la capital han empujado al líder del PP a amoldarse a un ecosistema mediático diferente al gallego, y a un contexto político distinto. Según él mismo explicó el pasado mes de mayo, “desde el córner siempre se ven las cosas distintas”, en referencia a “Galicia” y “Catalunya”. “Cuando estás en el centro del campo ves cosas que te sorprenden y que desde el córner no eres capaz de atisbar con precisión”, aseguró. La metamorfosis de Feijóo se ha visto acelerada tras comprobar que su estrategia no acaba de despuntar a las encuestas que siguen disparando a Vox. Y no solo se aprecia o se escucha en sus discursos. También ha alcanzado a otros gestos del líder de la oposición. Hace un año se sentó frente al micrófono de un 'podcaster' ultra que promueve contenido machista y conspiranoico desde un canal de YouTube con casi un millón de seguidores. El conductor del programa se hizo famoso tras comercializar unos gofres con forma de pene que bautizó como 'pollofre'. El gesto se quedó en eso. Feijóo naufragó en una intervención destinada a atraer el voto joven apenas unas semanas después de las elecciones europeas en las que irrumpió Alvise Pérez . Un año antes, Feijóo asistió a un concierto contra el cáncer de mama organizado por Cadena 100. “¡Qué ambientazo!”, dejó escrito en Twitter, donde subió fotos del evento acompañado de la entonces vicesecretaria de Organización del PP, Carmen Fúnez. Repitió en 2024. Al grupo se sumó la entonces dirigente Noelia Núñez, quien dimitiría de todos sus cargos el pasado mes de julio tras confesar que había mentido en su currículum . Un fichaje dirigido expresamente a captar nuevos votantes y a explotar formatos de comunicación diferentes a los habituales. Feijóo también eligió a Núñez para asistir de forma periódica a un evento casi inédito en su carrera política: los toros. Salvo un par de corridas de 2010 y 2011, de las que hay rastro documental, el líder del PP solo ha puesto un pie en una plaza de toros para hacer mítines políticos, pero en los últimos años se ha dejado ver en la madrileña plaza de Las Ventas, o este mismo 2025 junto al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, en la Maestranza durante la Feria de Abril. Feijóo tiene pocas declaraciones en las que defienda a los toros, por eso a muchos les llamó la atención que en el reciente XXI Congreso Nacional del PP, el líder del PP saludara a Miguel Ángel Perera. “Los gallegos, de toros, lo justito”, dijo, y siguió: “Como no puedo agradecer a todos los que han venido con nombres y apellidos, me gustaría agradecer la presencia aquí de un torero. He visto a Perera ahí a la entrada y te agradezco mucho que hayas venido desde Extremadura hasta aquí”. En aquél congreso, Feijóo apeló al “centro reformista” y aseguró que no su intención es llegar a gobernar sin Vox, mientras sus gestos se dirigen al electorado más extremo ante el empuje de la ultraderecha . El mismo Feijóo que en Galicia dejó una extensa hemeroteca de guiños a los votantes moderados, como cuando afirmó que él no está casado porque considera el matrimonio la institución más antidemocrática que hay. Eran otros tiempos.

Llamar a las cosas por su nombre

Llamar a las cosas por su nombre

La Historia se repite, pero nunca del mismo modo. Este martes, unos vecinos de Washington D.C. imprecaron a Donald Trump al grito de “Eres el Hitler de nuestro tiempo”. Les aplaudo hasta con las orejas. Trump no es exactamente igual a Hitler, por supuesto. Pero en la misma frase de los vecinos del D.C. está la clave: “de nuestro tiempo” Me ha irritado mucho en los últimos lustros la docilidad con que la izquierda socialdemócrata adoptaba los eufemismos para maquillar iniquidades inventados por esos laboratorios derechistas de Estados Unidos que denunció George Lakoff en No pienses en un elefante . Lo de llamar “flexibilización laboral” a los despidos masivos, “alivio fiscal” a la reducción de impuestos a los ricos o “daños colaterales” a los civiles asesinados en operaciones policiales o militares. Detesto este tipo de muletillas maquillantes, me gusta llamar al pan, pan, y al vino, vino. Así que me he congratulado al ver a Pedro Sánchez armarse de valor -hay que tenerlo para osar dirigirse así a Israel y sus poderosos amigos- y llamar genocidio a lo que ocurre en Gaza. Yo mismo no empleé esa palabra concreta en mi primer artículo en elDiario.es sobre la reacción israelí a los atentados terroristas de octubre de 2023. Hablé de brutalidad, de desproporción, de crímenes de guerra y hasta de crímenes contra la humanidad, pero aún no de genocidio. Tenía algunas dudas. Pero la brutalidad se prolongó en el tiempo y en el espacio, convirtiéndose en una obscena campaña para destruir Gaza por completo, matar a decenas de miles de sus habitantes civiles, incluidos sus niños, y propiciar la expulsión del territorio de dos millones de palestinos. Tan obscena que Trump y Netanyahu no ocultan su intención de convertir la patria milenaria de los filisteos en una nueva Riviera. Hace ya mucho que la palabra genocidio es absolutamente pertinente para calificar la matanza de Gaza. Citando a autores judíos especializados en el Holocausto, Neus Tomàs lo contó ayer en este periódico. Lo contó claro como el agua. Genocidio es el asesinato sistemático de personas con el fin de destruir parcial o totalmente a una comunidad. El que haya habido anteriormente otros -el exterminio de armenios, el Holocausto judío, la barbarie de Pol Pot, la carnicería en Ruanda o la matanza de Srebrenica- no impide que pueda calificarse así a lo que sufre el pueblo palestino. Y no debería impedir que sus autores reciban la condena y el castigo por parte de la humanidad civilizada. El alcalde Almeida, que no tiene demasiadas luces, dijo este lunes que lo de Gaza no es un genocidio, que genocidio es lo que sufrieron los judíos en tiempos de Hitler. Es una necedad tan grande como decir que el asesinato del pequeño Gabriel Cruz no fue un asesinato, que asesinato fue lo que hizo el malvado José Bretón con sus dos hijos. Sí, Almeida, hay infanticidios que ocurren en Córdoba y otros que se producen en Rodalquilar y, tristemente, en demasiados otros lugares. Como no es contradictorio decir que el pueblo judío padeció un exterminio horroroso bajo el Tercer Reich y que el Gobierno actual de Israel les está aplicando a los palestinos una especie de Solución Final. Es esto, que las víctimas de ayer sean los verdugos de hoy, lo que estremece a especialistas judíos como los citados el artículo de Tomàs. Y a muchos otros, entre los que me encuentro. El Gobierno de Israel ha tachado al español de antisemita por llamar a las cosas por su nombre. Menudo topicazo mal traído. Da pereza tener que repetir que, si en este asunto, hay alguien antisemita es, precisamente, el Gobierno de Netanyahu. Por traicionar la memoria de las víctimas del Holocausto, por ensuciar lo muchísimo de ejemplar de la tradición moral y cultural judía, por alimentar potencialmente con sus bestialidades un resurgir del antisemitismo. La Historia se repite, pero nunca del mismo modo. Este martes, unos vecinos de Washington D.C. imprecaron a Donald Trump al grito de “ Eres el Hitler de nuestro tiempo ”. Les aplaudo hasta con las orejas. Trump no es exactamente igual a Hitler, por supuesto. No lleva bigotito, es más gordo, no viste ropajes paramilitares, no tiene la labia y la gestualidad hipnóticas del Führer y aún no ha invadido Polonia, pero en la misma frase de los vecinos del DC está la clave: “de nuestro tiempo”. El fascismo ha vuelto con fuerza a Occidente y, como no es tonto, lo ha hecho con los elementos de nuestro tiempo. Trajes civiles en vez de uniformes y correajes. Palabrería sobre la libertad para justificar el autoritarismo y la desigualdad de toda la vida. Uso habilísimo de las nuevas tecnologías (aunque de esto ya era Goebbels un maestro en sus tiempos). Sustitución del rancio antisemitismo del affaire Dreyfus por la ahora más popular islamofobia. Un puñado de cambios cosméticos para mantener su función esencial: que el penúltimo en llegar se enfrente con el último y asegurar así que los poderosos sigan viviendo en paz. Doy la bienvenida a la socialdemocracia que va liberándose de los eufemismos. Lo de Gaza es un genocidio. Hay un puñado de jueces españoles que hacen política derechista. El fiscal general va a ir a juicio sin que haya pruebas en su contra. El PP y Vox dicen lo mismo, y, a este ritmo, hay que pensar en la posibilidad de que Abascal sobrepase a Feijóo en las próximas elecciones, como Hitler sobrepasó a Von Papen en 1933. Y sí, tiene razón Felix Bolaños al decir en el Congreso que Cayetana Alvarez de Toledo es una embustera. ¿Acaso esta señora no dijo en su momento que los atentados del 11M eran obra de ETA?

¿Era esto cuando hablábamos de una UE geopolítica?

¿Era esto cuando hablábamos de una UE geopolítica?

Esa UE cuyos mejores capítulos y realizaciones llevan impronta socialista y socialdemócrata se está escorando, como nunca, a estribor, a la derecha, con una “nueva mayoría” en el PE y en las Instituciones La UE “pierde su alma”, abdica su razón de ser, en su inacción ante emplazamientos inapelables: así ha descrito Borrell, antiguo High Rep de la UE, su clamoroso silencio ante el genocidio perpetrado por Netanyahu en Gaza. La crítica se expande, corroyendo cada uno de los pilares históricos de la integración europea. El Marco Financiero (MFF) presentado por la Comisión Europea que preside Von der Leyen (Comisión VDL II) epitomiza crudamente la negación de la Europa que nos movilizó hasta ahora. Por ello mismo, inaceptable. Disuelve, hasta hacerlas irreconocibles, las mejores consecuciones de los últimos 30 años: Políticas de Cohesión, Regionales, Agrícola Común y de Pesca, Solidaridad e instrumentos de respuesta a las nuevas exigencias de Common EU Goods : Sanidad, Emergencias, Protección Civil...y Vivienda. La PESD naufraga con Kallas, lejos, muy por debajo, del listón elevado y exigente en que se situó Borrell. Afasia, impotencia, irrelevancia, la UE renuncia a una voz digna de ser escuchada -no digamos respetada- por los actores relevantes en el desorden global. Lo peor: doble rasero, Double Standard , Ucrania y Gaza unidas sólo por el hilo conductor del arrinconamiento de la UE hasta su humillación e insignificancia ante quienes nos habíamos propuesto hablar de tú a tú. Contradicción palmaria con la promesa anunciada de la autonomía estratégica de una UE geopolítica , globalmente relevante. Esa UE cuyos mejores capítulos y realizaciones llevan impronta socialista y socialdemócrata se está escorando, como nunca, a estribor, a la derecha, con una “nueva mayoría” en el PE y en las Instituciones, consecuentes con la proliferación de Gobiernos nacionales en los EEMM minados o intervenidos por ultraderechas pujantes en su nacionalismo xenófobo, radical, eurófobo, populista, o todo ello a la vez. La deriva de la UE hacia su propia negación responde a múltiples concausas. La imparable preeminencia de redes sociales -plataformas tecnológicas en manos de una oligarquía, nuevo tecnofeudalismo de magnates digitales- en la formación de la política y su comunicación, con algoritmos adictivos que premian la infantilización y la tribalización sectaria de todo mensaje, segmentando sociedades en polos irreconciliables e impidiendo cualquier atisbo de deliberación entre opciones racionales, destaca como precondición de todas las demás coordenadas de la erosión democrática que ha sometido espacios. No es la única: el resentimiento emocional contra la globalización entre quienes se perciben entre sus “perdedores”, enturbia ese mar de fondo en que relatos populistas y discursos de odio señalan chivos expiatorios -migrantes, diferentes -, en una espiral que no vislumbra correctivos eficaces. ¿Hay esperanza? Es, en todo caso, irrenunciable. Como lo es la acción que ha de seguir a la razón. La pelea que se avecina concierne, por supuesto, a la causa de la izquierda progresista, minorizada severamente en todas las Instituciones. Pero se extiende en su alcance al europeísmo tout court . Quienes, bregando contra corriente, nos consideramos federalistas querríamos un cambio de rumbo copernicano. Pero, mientras se reabre paso a esa profundización de la integración europea que no se asoma a lo que alcanza nuestra vista, la “ reeuropeización ” de esta UE con la que hoy nos damos de bruces, demanda una conjugación de dos vectores que están, al menos, al alcance del sufragio universal de ciudadanía europea que legitima al Parlamento Europeo (PE) como única Institución directamente electiva, motor democrático de Europa: la politización y la parlamentarización de su proceso decisorio. Ello comporta, primero, reivindicar la política como contraposición entre opciones, alternativas que presuponen debate y decisión: un escenario distinto al de los falsos consensos en mínimos denominadores, penosamente incapaces de aportar valor añadido o avances respecto a sus Estados miembros (EEMM). Y requiere, además, que el PE haga valer su naturaleza distintiva en Derecho comparado: único Parlamento supranacional en el mundo que realmente lo es; que, además de legislar un Derecho vinculante para los EEMM, legitima con su voto a la Comisión Europea (Ejecutivo colegial), controla su responsabilidad política y puede derribarla con su censura. Y exige rigurosamente a la Comisión VDL II el estricto cumplimiento de su rol de “guardiana de los Tratados y de la legislación europea”, sin “lenguaje de madera” ( langue du bois , en la jerga), sin medias tintas ni ambages, pasteleos elusivos ni “ compromising as usual” . Bref : lo contrario de cuanto campea en este minuto. Mejor UE -menos casilla nacional-, más acción y decisión política, mirada al tablero global, tan revuelto de tanto recibir patadas, ¿No era eso, cuando hablábamos de una UE geopolítica ?

El irrefrenable intervencionismo militar de Israel

El irrefrenable intervencionismo militar de Israel

Atacar al intermediario, en este caso Qatar, es un gravísimo error geopolítico y diplomático, que solo comenten gobiernos con un alto grado de paranoia securitaria. Israel es una auténtica fábrica de crear enemigos, algo realmente incomprensible para un pueblo de pequeña dimensión y reducida población En lo que llevamos de siglo, el país del mundo que ha protagonizado más guerras ha sido Israel, entendiendo por guerra los conflictos armados que hayan tenido más de mil muertos en al menos un año. Es un país más pequeño que Catalunya en extensión, y con solo 10 millones de habitantes. A pesar de ello, en estos momentos Israel tiene abiertos seis frentes militares, tres con países vecinos (Palestina, Líbano y Siria), y dos más alejados (Irán y Yemen). Ahora hay que sumarle Qatar, que ha bombardeado para romper cualquier negociación con Hamás. Atacar al intermediario, en este caso Qatar, es un gravísimo error geopolítico y diplomático, que solo comenten gobiernos con un alto grado de paranoia securitaria. Israel es una auténtica fábrica de crear enemigos, algo realmente incomprensible para un pueblo de pequeña dimensión y reducida población, que debería hacer lo contrario, esto es, procurar mantener buenas relaciones con sus vecinos, estar abierto a la diversidad en su interior, tanto en términos religiosos como étnicos, y, a ser posible, ser activo en el campo de las mediaciones, como correspondería a un pueblo que históricamente ha sufrido persecuciones por su religión, y que ha padecido algo tan terrible e indescriptible como el Holocausto. Justamente por su historia, Israel debería ser un ejemplo de tolerancia, integración, buena vecindad, concordia y diplomacia. En cambio, destaca por su agresividad, su belicismo y militarismo, hasta el punto de dedicar, para este año, 59.000 millones de dólares para su aparato militar, más del 10% de su Producto Interior Bruto (PIB), cuando en 2022 solo era de 23.400 millones, una barbaridad de gasto que acabará por pasarle factura a escala económica. De hecho, ya empiezan a notarse los síntomas, pues en 2024 su PIB solo creció un 0,9%, y el índice de optimismo económico, siempre ascendente, ha ido descendiendo desde que empezó la guerra de Gaza. Bombardear al mediador, como he dicho, es una torpeza estratégica que también le pasará factura, pues en el futuro nadie va a confiar en Israel en futuras negociaciones que puedan y deban hacerse. Qatar, además, es un pequeño país, fiel aliado de Estados Unidos, que se ha distinguido en los últimos años por su activa política exterior en el terreno de las mediaciones. Lo hizo con Estados Unidos y los talibanes desde 2012, con Sudán desde 2008 por el conflicto en Darfur, con Líbano en 2009, medió en el intento de reconciliar Hamás y Fatah en Palestina, actuó hace poco en la RD Congo, también para la reunificación de las familias en la guerra de Rusia contra Ucrania, y ahora acogía las conversaciones con Hamás. Qatar mantiene muy buenas relaciones con Jordania, Turquía y Siria, tres países que apoyan al pueblo palestino, lo cual no es del agrado de Israel, y quizás por ello no le ha importado tanto las consecuencias de bombardear Qatar. Quiere añadir otro elemento que afecta igualmente a Israel. Cuando en 2005, y sobre todo en 2009, la coalición en la que participaba Hezbolá obtuvo una presencia muy fuerte en Líbano, y cuando Hamás ganó a Fatah en las elecciones de 2006, en Gaza, ambos grupos fueron declarados terroristas. Muchas de las personas que nos dedicamos a negociaciones de paz, y de varios países, advertimos del error de esta decisión, pues cuando un grupo armado gana unas elecciones democráticas, es el momento de ir abandonando los planteamientos armados para dar paso a la política, con muchos incentivos desde el exterior y con más zanahoria que palo. De esa manera se puede lograr, y hay casos exitosos, que un grupo decida abandonar la lucha armada para siempre, pues ya ha encontrado una vía pacífica para realizar su programa. Si se hace lo contrario, demonizar a esos grupos una vez han ganado elecciones y con apoyo popular, acaban radicalizándose más y se convierten en grupos terroristas. Si las cosas hubieran ido de otra manera, seguramente no tendríamos que lamentarnos por lo que sucede ahora en Gaza. Aprovecho para recordar que, justo en estos días, en el Líbano hay una gran presión para que Hezbolá se desarme, pero este grupo pone como primera condición la retirada total de Israel y el fin de un intervencionismo en el Líbano. Con un exceso de presión, y solo con eso, seguro que no se consigue nada, pero con garantías de otro tipo, políticas y militares, quizás se podría negociar con ciertas posibilidades. He terminado un estudio comparativo sobre el papel de las religiones en las guerras del siglo XXI, con 130 casos analizados, y una de las conclusiones es que, a pesar de que los judíos solo representan el 0,2% de la población mundial, ha sido el agresor en el 5,4% de los casos estudiados, lo que sitúa a Israel con un índice relativo de agresión de 27 puntos, 22 veces superior al de los musulmanes y 135 veces superior al de los cristianos. Esta obsesión por su seguridad, si la canaliza a través del intervencionismo militar, y no mediante una doctrina de seguridad compartida, en común, conduce a Israel a estar en un permanente estado de guerra, generando una profunda hostilidad en muchos lugares del mundo, que ven a Israel como se veía al imperialismo estadounidense en los años setenta, cuando todavía existía la guerra del Vietnam y la CIA promovía golpes de Estado en América Latina. Los israelíes deberían preguntarse hacia dónde conduce esta política suicida y de total rechazo desde el exterior. Pero me temo que no será fácil. Una encuesta realizada hace pocas semanas por una organización israelí, aChord, un grupo de investigación vinculado a la Universidad Hebrea especializado en psicología social, y publicado por Middle Est Eye el pasado 26 de agosto, ha revelado que la gran mayoría de los judíos israelíes, el 76%, creen que “no hay inocentes” en la Franja de Gaza. Si ese es el sentir de la mayoría de la población respecto a Palestina, más difícil será que tomen conciencia de lo que supone acumular tantos enemigos en otros países donde interviene. Así las cosas, no queda más opción que presionar a Israel con todo tipo de medidas, e ir más allá de lo aprobado por el Consejo de ministros, con la esperanza de que otros países tomen medidas similares, con el fin de que Israel se sienta tan solo que lo obligue a repensar su cultura profunda, pues se trata de una sociedad que, de tanta obsesión por estar seguros, han acabado creando una enorme inseguridad hacia sí misma.

El fracaso de la política frente a la reducción de la jornada

El fracaso de la política frente a la reducción de la jornada

Los partidos que votaron en contra, Vox, PP y Junts, se escudaron en problemas de forma y en cómo la medida iba a impactar a las empresas menos dinámicas de la sociedad para echar abajo una idea que debía ser de sentido común La institución que define nuestra época –más que la democracia, que la familia nuclear o que la educación– es el trabajo. El empleo asalariado, esa división tajante entre la vida privada y la vida productiva que ha ordenado la existencia en la Edad Contemporánea, ni siquiera existía hasta este minúsculo fragmento de la historia que nos ha tocado vivir. En sus 250 años de vida ha habido dos momentos claves. El primero fue en la primera mitad del siglo XIX, cuando nació. Para transformar una sociedad familiar, agraria y dispersa en un mundo industrial hipercomplejo hubo que cincelar a las personas a la medida del trabajo. Para ello se extendió la educación formal, aparecieron los horarios, los relojes, la disciplina y el consumo. Hasta nacieron las primeras grandes ciudades. Para corregir a todos aquellos que amenazaban con salirse del tiesto se promulgaron leyes de “vagancia” que prohibían e imponían severos castigos a quien no trabajase. Se asociaron todos los beneficios de la organización social –como las pensiones o el acceso a la vivienda de protección oficial– a la participación en la producción y el trabajo pasó a constituir la columna vertebral de la estructura social. Por eso desde el momento en que nacemos nos vamos modelando para ser trabajadores, casi antes que personas. El segundo momento crítico en la historia del trabajo es este que estamos viviendo hoy: el de su desaparición. Aunque formalmente sigamos empeñados en mantener con vida artificialmente su cuerpo inerte, lo que hoy entendemos por “trabajo” no es más que una carcasa de lo que fue. Esa institución que ordenaba la vida en la segunda mitad del siglo XX está muriendo. El empleo ligado a la “producción” de algo tangible y reconocible está en mínimos históricos. Nadie fabrica ya un objeto entero en una cadena de montaje: los pocos puestos industriales que sobreviven forman parte de cadenas globales de valor, dispersas e impersonales, sin nombre ni rostro. La mayoría de la gente tendrá a lo largo de su vida decenas de trabajos sucesivos en los que no se involucrará más allá de lo imprescindible para llegar a cobrar. Esas empresas que funcionaban como familias –para lo bueno y para lo malo– y que constituían una parte esencial de la identidad y de la vida de la gente han desaparecido. Mientras tanto, el 85% de los trabajadores no se siente vinculado a su empleo y hasta el 40% en algunos países piensa que su trabajo es “completamente inútil” . Como escribió David Graeber: “La enorme proliferación de empleos inútiles que nadie puede justificar es el testimonio más claro de que hemos creado un trabajo por el trabajo mismo.” Al mismo tiempo, los salarios cada vez representan una parte más pequeña del PIB. Alguien dirá que es porque las condiciones de la negociación con el capital están amañadas, pero a nadie se le escapa que también tiene algo que ver con que el trabajo cada vez es menos necesario en la producción. Y tiene todo el sentido que sea así. La lógica de la industrialización siempre fue precisamente esa: ser cada vez más eficientes, esto es, hacer cada vez más, con menos. Por eso existe esa frustración tan gaseosa pero, al mismo tiempo, tan evidente con el empleo: nos habíamos prometido a nosotros mismos que no iba a ser para siempre y aquí seguimos, atados a la pata de la semana laboral. Hace 100 años una reducción radical de la jornada redujo en un tercio las horas trabajadas (de 60 a 40 semanales) en muy poco tiempo. Fue aquella transformación la que hizo posible que una parte muy importante de la gente estudiara en la universidad, que existan el turismo y el ocio y hasta que nos escandalicemos cuando alguien dice que leer no es tan fructífero . Vivimos en una sociedad abundante que nunca hubiera existido si hubiéramos seguido trabajando como en el siglo XIX. Durante los momentos más duros del COVID, cuando parecía que el mundo iba a cambiar de la noche a la mañana y todo el mundo estaba abierto a nuevas ideas, un enjambre de activistas, empresarios y partidos políticos consiguió poner sobre la mesa una idea en muchos países al mismo tiempo: había llegado el momento de reducir la jornada laboral a cuatro días a la semana. La idea concitaba un consenso extraordinario. Uno detrás de otro, todas las encuestadoras mostraban como la inmensa mayoría de la población global estaba a favor de la medida . Y no solo los trabajadores. En EEUU, el 60% de los empresarios también apoyaba la iniciativa . En España, el 94% de los trabajadores , una de cada cuatro empresas y muchas grandes directivas se pronunciaron a favor de la iniciativa. Hasta Alberto Núñez Feijóo, presionado por la popularidad de la idea, planteó alguna forma de llevarla a cabo (a su manera) . La votación de este miércoles en el Congreso de los Diputados ha sido una desgracia. Una medida mucho menos ambiciosa, que en realidad solo afecta a los pocos convenios colectivos que todavía obligan a hacer 40 horas, no consiguió los votos necesarios para salir adelante. Los partidos que votaron en contra, Vox, PP y Junts, se escudaron en problemas de forma y en cómo la medida iba a impactar a las empresas menos dinámicas de la sociedad para echar abajo una idea que debía ser de sentido común. Fue el enésimo gesto de una clase política completamente desconectada de los deseos de la gente que rehúye todo el rato los grandes debates y se esconde en excusas de mínimos para generar divisiones donde no las hay. Aunque solo sea por sacudirnos la profunda sensación de derrota cabe pensar que la votación nos deja una lección sobre los límites de lo posible. En un tiempo convulso como el que estamos viviendo, apuntar más bajo no conduce a facilitar los acuerdos. Son las propuestas más valientes las que son capaces de concitar la energía necesaria para forzar a los actores más inmovilistas a cambiar sus posiciones. Durante su intervención, Yolanda Díaz llamó la atención en varias ocasiones sobre la naturaleza continua del progreso. Esta medida no se va a aprobar aquí, pero eso no quiere decir que aquí termine la batalla por la reducción de la jornada laboral. Habrá que tomarle la palabra.

Cuando un Papa reaccionario fue más moderno que Trump

Cuando un Papa reaccionario fue más moderno que Trump

Su populismo idealiza lo tradicional y comunitario frente a lo extranjero, cosmopolita y experto. De ahí deriva su escepticismo hacia la ciencia, concebida como un cuerpo extraño frente a la supuesta sabiduría superior de la naturaleza La Administración Trump se alinea con Netanyahu y considera “profundamente preocupante” la respuesta de España al genocidio israelí La Revolución francesa iniciada en 1789, junto con las guerras napoleónicas posteriores, transformó política, económica y socialmente a toda Europa. En 1815, los países europeos resultaban casi irreconocibles respecto a unas décadas antes, y el cambio fue tan profundo que ni siquiera las fuerzas reaccionarias que vencieron en Waterloo y rediseñaron Europa en el Congreso de Viena lograron que el reloj retrocediera tanto como hubieran querido. Contemporáneo a estos hechos, Edward Jenner anunciaba en 1798 el descubrimiento de la vacuna contra la viruela, considerada la primera vacuna de la historia. Combatía a una enfermedad responsable de alrededor del 10% de las muertes en Europa, con un impacto devastador en la infancia. Lejos de despreciar el hallazgo británico por venir de un país enemigo, los revolucionarios franceses lo adoptaron con rapidez y lo difundieron en los territorios bajo su influencia. Allí se impulsaron campañas de vacunación —en algunos casos obligatorias, en otros simplemente fomentadas— pese a la fuerte oposición de sectores conservadores y religiosos. Con el ejército imperial francés iban también médicos que extendieron nuevas prácticas de salud pública, y pronto comenzaron a descender las muertes por viruela. Tras la derrota de Napoleón, la presión para desmantelar sus reformas fue intensa. Por ejemplo, en Roma. Todo lo francés —y, por extensión, lo ilustrado— debía ser apartado en nombre de la tradición. Sin embargo, al igual que sucedió con la centralización administrativa, la promoción de la vacunación sobrevivió. Pío VII, un Papa reaccionario que reprimió con dureza cualquier semilla liberal —incluida la rebelión de Rafael de Riego en la España de 1820—, mantuvo sin embargo su apoyo a la vacuna. La mayoría de la población italiana, como la europea en general, era profundamente religiosa y solía percibir la vacunación como una intromisión en los designios divinos. Si a ello se añadía que la innovación procedía del invasor francés, la resistencia estaba garantizada. Aun así, Pío VII logró cambiar la narrativa: presentó la vacunación como compatible con la fe católica, promovió la inmunización de recién nacidos en hospitales y facilitó redes de vacunación en iglesias y ayuntamientos. ¿Qué pensaría Pío VII, un hombre del Antiguo Régimen, si hubiera escuchado al cirujano general de Florida, Joseph Ladapo, anunciar entre aplausos que las vacunas son “intrusiones inmorales” y que han aprobado acabar con su obligatoriedad en los colegios? ¿Y qué sobre el gobernador DeSantis que ha anunciado una nueva ley llamada “libertad médica” para extender esas prácticas anti-vacunas a todo el Estado? No lo sabremos, porque Pío VII murió en 1823, hace más de dos siglos. Pero la comparación resulta sugerente. La primera enseñanza es clara: ningún avance está consolidado para siempre. Todos son objeto de disputa política. De hecho, aunque Pío VII defendió con audacia una reforma impopular, su sucesor, León XII, dio marcha atrás y dejó la vacunación al criterio de las familias. Algo inquietantemente parecido a lo que defiende hoy la extrema derecha estadounidense, cuyo discurso antivacunas, marginal hace apenas unos años, ha alcanzado posiciones de gran alcance en el país más poderoso del mundo. En segundo lugar, la extrema derecha norteamericana se articula sobre un profundo rechazo a la Ilustración. Su populismo idealiza lo tradicional y comunitario frente a lo extranjero, cosmopolita y experto. De ahí deriva su escepticismo hacia la ciencia, concebida como un cuerpo extraño frente a la supuesta sabiduría superior de la naturaleza. La idea no es nueva: nunca ha desaparecido esa creencia irracional en que nadie mejor que el cuerpo humano para defenderse de virus y bacterias; y, si la muerte finalmente acontece, será porque Dios así lo ha querido. En tercer lugar, el trumpismo no se limita a Estados Unidos: lleva años contagiando al resto del mundo. Tanto sus formas como sus contenidos y estrategias se replican. El desprecio a la ciencia es un rasgo común, y el negacionismo climático uno de sus ejemplos más claros. En Noruega, la extrema derecha ha superado recientemente a los conservadores con un programa que insiste en abrir nuevos yacimientos de petróleo. Su líder, exministra, se caracteriza precisamente por posiciones negacionistas y contrarias a la transición energética. En cuarto lugar, el éxito de estas fórmulas radicales empuja también a los conservadores a imitarlas para no ser sobrepasados. La estrategia no está dando frutos: tampoco en España, donde la extrema derecha sigue creciendo mientras los populares retroceden. Sin embargo, dirigentes como la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso perseveran en la radicalización, hasta el punto de justificar el genocidio del pueblo palestino con tal de mantener una confrontación total con el gobierno progresista. Quizá la sólida conciencia social sobre el valor de las vacunas haya evitado que las derechas españolas copien también el discurso antivacunas. Vox lo intentó con la consigna del “virus chino”, pero fracasó. Y, aun así, conviene no dar nada por sentado. La paradoja también es evidente: un Papa del Antiguo Régimen, firme opositor al liberalismo y censor de las libertades políticas, fue capaz de comprender mejor que muchos líderes actuales la necesidad de defender la ciencia -o una parte de ella- frente a los prejuicios y los fanatismos. Que dos siglos después tengamos que escuchar a la extrema derecha —a los mencionados, pero también al conspiranoico Robert F. Kennedy Jr .— despreciar las vacunas o negar el cambio climático nos recuerda algo incómodo: a veces el presente puede ser más reaccionario que el pasado. Pío VII, que persiguió a liberales y constitucionalistas, supo sin embargo defender algunos aspectos de la salud pública que hoy son cuestionados. Hoy, líderes como Trump, DeSantis y su legión de seguidores internacionales, ni siquiera son capaces de llegar tan lejos. Todo indica que estamos entrando en un tiempo más oscuro, en el que las sociedades, sacudidas por crisis económicas, ecológicas y geopolíticas, tienden a inclinarse hacia la derecha. El miedo al cambio, la inseguridad material y la nostalgia de un pasado idealizado alimentan discursos que prometen protección a cambio de derechos y libertades consolidadas. Es una auténtica pulsión por desandar lo ya conquistado. En este contexto, cada innovación científica o social es percibida como una amenaza a un orden tradicional que se presenta como natural e inmutable. El resultado es un clima político en el que lo reaccionario no solo resiste, sino que marca la agenda, arrastrando incluso a las fuerzas conservadoras clásicas hacia una radicalización que las convierte en caricatura de sí mismas. Es urgente hacerse una idea del reto, porque el triunfo de la reacción siempre tiene consecuencias. Tras Napoleón, y a pesar de la gesta de 1812, a España le costó más de veinte años deshacerse definitivamente del absolutista Fernando VII. Y en cierta medida todavía sufrimos muchas consecuencias de la gangrena que los reaccionarios de entonces provocaron en el sistema político, económico y social de nuestro país.

Trump confirma la mort de Charlie Kirk, l'activista ultra que ha estat víctima d'un tiroteig a Utah

Trump confirma la mort de Charlie Kirk, l'activista ultra que ha estat víctima d'un tiroteig a Utah

Charlie Kirk , un dels joves referents de l’extrema dreta nord-americana i aliat fidel de Donald Trump, ha mort a causa d’un impacte de bala durant un acte públic a la Universitat de la Vall de Utah. L’activista d’extrema dreta ha sigut atès d’urgència durant una estona fins que finalment el president dels Estats Units ha confirmat la seva mort. Kirk era una de les veus més influents del trumpisme i havia construït la seva carrera política defensant posicions ultradretanes en matèria d’immigració, cultura i educació. La revista Forbes el va incloure el 2018 en la llista 30 Under 30 en la categoria de llei i política. La redacció d' ElNacional.cat està treballant per ampliar aquesta informació. Per llegir l'última hora de la notícia, actualitza la pàgina. Segueix ElNacional.cat a WhatsApp , hi trobaràs tota l'actualitat, en un clic!

El Jimbee Cartagena aplasta a Ribera Navarra en su estreno en casa (8-2)

El Jimbee Cartagena aplasta a Ribera Navarra en su estreno en casa (8-2)

El Jimbee Cartagena consiguió la primera victoria de la temporada al golear a Ribera Navarra por 8-2 en un partido que tuvo dos partes muy diferenciadas. La primera fue donde el cuadro dirigido por Duda se divirtió, fue ofensivo, fue eficaz, demostró que la pizarra del técnico de Florianópolis sigue igual de vigente que nunca y machacó a su rival. Seis goles que pudieron ser más y que tan solo tuvieron el punto negro de los dos goles recibidos en dos despistes. En líneas generales, se vio la versión más ofensiva de un equipo que es más reconocible por su capacidad de sufrimiento y su labor defensiva que por su alegría y facilidad de ver puerta. El segundo tiempo sirvió para gestionar esfuerzos y evitar fatiga, que el próximo sábado hay un exigente partido ante Peñíscola, la revelación del curso pasado.

Mika destapa en 'El Hormiguero' los secretos de protocolo del Castillo de Windsor, propiedad de la Familia Real británica

Mika destapa en 'El Hormiguero' los secretos de protocolo del Castillo de Windsor, propiedad de la Familia Real británica

Este miércoles el plató de 'El Hormiguero' se ha llenado de música gracias a la presencia en el plató de los coaches de 'La Voz' : Malú, Mika, Pablo López y Sebastián Yatra . Los cantantes han acudido al espacio de Pablo Motos a falta de poco más de una semana del gran estreno del concurso, que llegará a Antena 3 el próximo viernes 19 de septiembre.