
Localista
En ocasiones uno recibe las críticas, los reproches o los menosprecios como elogios, como la constatación de que vamos por buen camino. Aunque con el tiempo nos hemos acostumbrado a encajar los golpes, no es una actitud masoquista la que nos guía, sino la certeza de que la posición que defendemos es la correcta, digan lo que digan otros, cuyos intereses, enmascarados bajo un supuesto interés general o una visión de país, suelen ser espurios.