Remiten las lluvias y vuelve el calor, que se intensificará durante el fin de semana con máximas de entre 32-36 grados

Remiten las lluvias y vuelve el calor, que se intensificará durante el fin de semana con máximas de entre 32-36 grados

Al final de semana se espera un ambiente más cálido de lo habitual para la época del año, advierte la Aemet Erupciones volcánicas, inviernos brutales y cosechas arruinadas que precipitaron siglos de revueltas en Europa Tras un inicio de semana marcado por la inestabilidad y lluvias fuertes, la situación tenderá a estabilizarse durante los próximos días, salvo el área mediterránea, Galicia y comunidades cantábricas, donde aún podría darse algún chubasco débil. De cara al fin de semana, las temperaturas repuntarán y se alcanzarán máximas de 36 grados, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). A partir del viernes, los termómetros superarán los 32-34 grados en amplias áreas del centro y sur peninsular, con picos de hasta 36 grados en el Valle del Guadalquivir, ha adelantado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, que habla de un fin de semana más cálido de lo habitual para esta época del año. Chubascos aún en algunos puntos Para este jueves se prevé el paso de un frente atlántico por la Península , que dejará cielos nubosos y precipitaciones en el extremo norte, más abundantes y persistentes en Galicia y en el Cantábrico occidental donde. Por la tarde, pueden ser en forma de chubascos en el interior. Este jueves se esperan precipitaciones en el extremo norte En el resto del país, hablaremos de cielo poco nuboso, con predominio de nubosidad baja matinal en la meseta Norte y el suroeste, sin descartar alguna lluvia débil en los Sistemas Central e Ibérico, así como poco nuboso hacia el sur y el este, sigue la agencia en su previsión diaria. Respecto a las temperaturas, la Aemet habla de un aumento hoy en casi todo el país , excepto en Galicia, Cordillera Cantábrica y este de Catalunya. Las mínimas no bajarán de 20 en litorales del área mediterránea. Subida notable el viernes El calor empezará a apretar a partir del viernes . Ese día aumentarán las máximas en la vertiente atlántica y Canarias. Las mínimas subirán en la vertiente atlántica y Catalunya, sin cambios o ligero descenso en el resto. Se superarán 35 grados en el Guadalquivir y las mínimas no bajarán de 20 en el área mediterránea y el Guadalquivir. El fin de semana estará marcado por un ambiente cálido , poco frecuente para estas fechas: valores de 28 a 32 grados en la mitad norte, mientras que en el centro y sur se alcanzarán los 34-36 grados, con picos de hasta 38 en el valle del Guadalquivir. No se descarta que se prolongue hasta principios de la semana siguiente.

Las temperaturas suben en Madrid y volverán a superar los 30 grados

Las temperaturas suben en Madrid y volverán a superar los 30 grados

En las cumbres de la Sierra se podrían dar brumas y bancos de niebla Remiten las lluvias y vuelve el calor, que se intensificará durante el fin de semana con máximas de entre 32-36 grados La Comunidad de Madrid vivirá una nueva jornada de tiempo estable, con la subida de temperaturas como gran elemento destacado, cuando se volverán a superar los 30 grados, alcanzando incluso los 32 grados en zonas del sur, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología ( AEMET ). Así, la Aemet espera una jornada sin fenómenos meteorológicos significativos en el segundo jueves de septiembre, en el que los cielos estarán mayoritariamente despejados. Temperaturas de hasta 32 grados Las temperaturas máximas subirán este jueves en la Comunidad de Madrid y superarán así los 30 grados en gran parte del territorio, excepto en la Sierra, que se quedarán en los 27, mientras en Alcalá de Henares o Aranjuez se alcanzarán los 32 grados. Por su parte, las temperaturas mínimas no sufrirán grandes cambios, y se quedarán por debajo de los 20 grados una jornada más, oscilando entre los 14 y 17 grados, siendo el punto más cálido en la capital. Los cielos estarán poco nubosos o despejados, con intervalos de nubes bajas en la Sierra al principio del día, lo que podría ir acompañado de brumas y bancos de niebla en las cumbres. En cuanto al viento, soplará flojo del oeste y noroeste.

¿Quién imparte justicia?

¿Quién imparte justicia?

En los últimos años se nos ha presentado al poder judicial como un grupo de señores mayores y de derechas, más próximos a una casta que al conjunto de los mortales, pero los datos desmienten esa caricatura Si hay alguien que conoce el poder judicial, es José Juan Toharia. En unas semanas va a sacar un nuevo libro cuando se cumplen 50 años de la publicación de su tesis doctoral: El juez español. Un análisis sociológico. En ella abordaba el poder judicial durante el franquismo, algo extraordinario para las ciencias sociales, puesto que no existen muchas posibilidades de estudiar una dictadura como él lo hizo. Bajo la supervisión de Juan Linz y amparado por la Fundación Ford, realizó a principio de los años 70 del siglo pasado una encuesta a casi 200 jueces del franquismo (el 20 por ciento de los algo más de mil que formaban entonces la judicatura). El entonces presidente del Tribunal Supremo “se dio por enterado” del estudio que más tarde sería defendido en la Universidad de Yale. E incluso prometió hacer llegar “su no objeción” a la investigación a las distintas Audiencias Territoriales. Todo eran apariencias en un régimen autoritario que estaba dando sus últimos coletazos. Como reveló en su estudio José Juan Toharia, muchos jueces eran conscientes del régimen en el que vivían y esperaban el cambio. Desde entonces, el profesor Toharia ha seguido estudiando el poder judicial desde diferentes perspectivas, especialmente en términos de opinión pública, tanto desde la visión de la ciudadanía como de las opiniones que tienen los mismos jueces. Si nos atenemos a sus datos, hoy el poder judicial es uno de los más modernos del estado, a pesar de la caricatura que algunos hacen de él. Vayamos por partes. La primera censura que se hace de los jueces es un supuesto elitismo. Lo cierto es que, si nos tomamos este reproche con una cierta distancia, puede ser hasta ridículo. En 1970, Richard Nixon propuso como miembro del Tribunal Supremo de Estados Unidos al juez Harold Carswell. Casi todo el mundo era consciente de que no tenía la cualificación necesaria para tan alta magistratura. Pero como era cuestión de tener a un magistrado afín, su candidatura llegó al Senado. El senador Roman Hruska se encargó de defender la propuesta de Nixon: “Incluso si es mediocre, ¿acaso no hay gran cantidad de jueces, de abogados y de personas mediocres? ¿No tienen acaso también derecho a estar representados?” La propuesta de Carswell no prosperó, pero revela cómo algunos pueden confundir la idea de representación con las verdaderas funciones del poder judicial, que no es otra que impartir justicia. Pero si nos vamos a los datos, esta supuesta idea de casta tampoco se sostiene. De media, sólo el 7 por ciento de los jueces proceden de un ámbito familiar dentro del poder judicial. Y en la última promoción esta cifra era del 5 por ciento. De hecho, el 74 por ciento de los jueces no tienen ningún familiar que ejerza o tenga relación con la justicia. Por cierto, unas cifras muy similares a las que descubrió José Juan Toharia en 1972-1973 cuando realizó su encuesta a los jueces del franquismo. El segundo de los reproches es que los jueces son de derechas. De por sí, ya es una objeción intrigante. Si el poder judicial tiene diferentes instancias es para que, por el paso de los distintos niveles, la sentencia se ajuste lo mejor posible a derecho, evitando cualquier sesgo ideológico. Pero, de nuevo, los datos nos pueden dar algunas pistas sobre la veracidad de esta afirmación. En 2023, el 57,8 por ciento de los jueces pertenecía a alguna de las asociaciones. Y si miramos como se repartían, vemos que, sobre el total de los jueces, el 26 por ciento estaban en la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, el 17 por ciento pertenecían a la moderada Francisco de Vitoria, el 8 por ciento estaban adscritos a la progresista Jueces por la Democracia y algo más del 7 por ciento estaban en el Foro Judicial Independiente. Por lo tanto, de estos datos se desprenden dos conclusiones: el poder judicial es muy plural desde el punto de vista ideológico y sobre el total, solo el 26 por ciento se define como conservador. Del resto, o no lo sabemos o no son de derechas. La tercera crítica es que son unos señores muy mayores. Y como veremos a continuación, ni son señores ni son mayores. En los últimos años, la feminización de la profesión ha aumentado mucho. En la 73 promoción, que era la del año pasado, el 70 por ciento de los nuevos jueces eran mujeres. Si miramos a los magistrados y magistradas por debajo de los 40 años, el 67 por ciento son mujeres, algo que contrasta con los mayores de 60 años, donde el 39 por ciento son mujeres. Hoy en día, del total de los casi 5.400 jueces, el 56,3 por ciento son juezas. De hecho, en estos momentos, por primera vez en la historia hay una mujer al frente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo. Por lo tanto, la idea de que son unos señores, dicho a veces en tono despectivo, no es cierto. Pero además de eso, tampoco son tan mayores. La edad media de los jueces es de 52,3 años. Pero si nos vamos a la edad media de los españoles entre 30 y 74 años, que es la etapa profesional de un juez, veremos que la edad media de la población es de casi 48 años. Por lo tanto, no son tan “viejos” como nos los pintan. Hoy en día, la judicatura es mayoritaria femenina y con una edad media similar a la población. En definitiva, cuando alguien quiere desacreditar a un colectivo, lo primero que hace es construir una caricatura llena de tópicos y lugares comunes. En los últimos años, se nos ha presentado al poder judicial como un grupo de señores mayores y de derechas, más próximos a una casta que al conjunto de los mortales. Pero lo cierto es que no son una elite de familias vinculadas eternamente al poder judicial, son mayoritariamente mujeres y con unas ideas muy plurales donde solo una cuarta parte puede ser calificada como conservadora. Gracias a los estudios de José Juan Toharia, sabemos mucho más de un colectivo que está siendo tratado en los últimos tiempos de forma injusta. Algunos han pretendido generalizar a partir de uno o dos casos de dudoso ejercicio de la profesión. Pero esto es tremendamente injusto. Es como si habláramos de los políticos tomando como ejemplos a José Luis Ábalos o Luis Bárcenas, afortunadamente dos excepciones dentro del mundo de la política.

La responsable de Exteriores de la UE descalifica de plano la actuación de Borrell en Gaza

La responsable de Exteriores de la UE descalifica de plano la actuación de Borrell en Gaza

Kaja Kallas afirma que su antecesor "no hizo nada" para contribuir a una acción común europea y que su discurso vehemente no ayudó a "detener la matanza" Von der Leyen propone la suspensión parcial del acuerdo comercial con Israel para frenar el genocidio de Gaza La alta comisionada de la UE para Asuntos Exteriores y vicepresidenta de la Comisión, Kaja Kallas, descalificó de plano y sin contemplaciones el papel desempeñado por su antecesor, Josep Borrell, ante la devastación de Gaza por parte de Israel. En un encuentro este martes con periodistas españoles en Estrasburgo, Kallas afirmó que, durante el mandato de Borrell, la Comisión “no hizo nada, no propuso nada, no planteó opciones al Consejo para hacer una cosa u otra y poder avanzar, de modo que lo estamos haciendo durante este mandato”. “Nada salió de la Comisión cuando estaba Borrell”, sentenció. Para la responsable de Exteriores de la UE, la posición vehementemente crítica que exhibía Borrell contra Israel no tenía a la postre ninguna eficacia: “Yo podría ser muy fuerte en el lenguaje, lo que significa que los israelíes no me hablasen, que fue lo que ocurrió con mi antecesor. ¿Y qué se consigue con ello? ¿Se detiene la matanza si propongo algo que sé de antemano que no irá a ningún sitio?”, inquirió retóricamente. Kallas alegó que desde que asumió el cargo [el 1 de diciembre pasado] ha impreso a la política europea en Gaza un giro pragmático, teniendo en cuenta que no hay un consenso en las posiciones de los gobiernos de la Unión y que, además, Estados Unidos es un aliado incondicional de Israel, lo cual complica a la UE el escenario para tomar iniciativas más contundentes. Se preció de que, bajo su mandato, se ha logrado introducir ayuda humanitaria a Gaza, gracias a su capacidad para el entendimiento con las partes implicadas. “Estoy de acuerdo en que no es suficiente y que podríamos tomar una posición más fuerte, pero es más de lo que había antes”, justificó. Citó a modo de ejemplo que, mientras de marzo a julio de este año no entró en la franja ningún camión de ayuda humanitaria, entre julio y comienzos de septiembre ingresaron 2.904 vehículos. Mencionó también como logros la reparación de infraestructuras esenciales, el suministro de agua desalinizada, la llegada de combustible a Gaza y la apertura de rutas de acceso desde Egipto y Jordania. “Son hechos”, subrayó. “Nadie podrá alegar que hemos sido inactivos. Somos los jugadores más activos por Gaza en la arena internacional”, alardeó. Las declaraciones de Kallas se produjeron un día antes de que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en su discurso sobre el Estado de la Unión, sorprendiera con un discurso inusualmente duro en ella contra Israel y propusiera suspender parcialmente el acuerdo de asociación de la UE con ese país, así como establecer sanciones contra los ministros extremistas y los colonos violentos israelíes. Se da la circunstancia de que Borrell se pronunció en repetidas ocasiones en favor de medidas coercitivas sin encontrar los apoyos para ponerlas en práctica. Ahora está por ver si Von der Leyen tiene amarrado el consenso de los mandatarios de los Estados miembros para concretar su propuesta o si se trata de un saludo al sol ante la creciente presión internacional por lo que muchos ven como pasividad, e incluso complicidad, de Europa frente a Israel. Kallas se refirió también al paquete de nueve medidas en apoyo de Gaza y contra Israel anunciadas este martes por el presidente Pedro Sánchez. “Cada estado miembro puede tomar sus decisiones”, dijo la responsable de Exteriores comunitaria. “Algunos países han decidido ir por su cuenta y esto muestra la frustración que algunos estados sienten al no poderse tomar ese tipo de decisiones a un nivel europeo”. Reconoció que la incapacidad para lograr consensos en el caso de Gaza está minando la credibilidad de la Unión ante sus ciudadanos, en particulares los más jóvenes, aunque insistió en todo momento en que para lograr avances hay que mantener la interlocución con todas las partes.

Del campo de golf a las personas que duermen al raso: el fotógrafo que utiliza la M-30 “para contar la realidad de Madrid”

Del campo de golf a las personas que duermen al raso: el fotógrafo que utiliza la M-30 “para contar la realidad de Madrid”

La exposición 'Calle 30' surgió como un proyecto de Edu León enfocado en el sinhogarismo, pero pronto extendió sus retratos para abordar la "diversidad y desigualdad" en la capital desde los alrededores de la vía más transitada de España La vida en las chabolas de la M-30 a 40 grados: “La gente te mira como si no existieras” 32,5 kilómetros dan para mucho. Si además esa distancia se convierte en una frontera física, alrededor de ella pueden convivir las realidades más diversas. Tradición y modernidad. Lujo y precariedad. Barrios humildes y espacios para las élites. Mansiones y casas de cartón. Los contrastes marcan el papel de la M-30 en Madrid y el fotógrafo Edu León (Madrid, 1977) se propuso retratarlos. El resultado toma ahora forma de exposición, bautizada como Calle 30 (igual que la empresa público-privada que gestiona su explotación) y visitable hasta el 18 de septiembre en el Centro Cultural Lope de Vega de Puente de Vallecas. La conforman 62 imágenes, una selección de entre las más de 200 que León filtró después de sacar miles de fotos durante dos años. La criba final, así como la disposición de las instantáneas, corresponde al comisario búlgaro Dimitri Stevanof. La muestra ilustra cómo la circunvalación que separa la almendra central del resto de la capital no es solo la vía más transitada de España. Mientras más de 300.000 vehículos la atraviesan cada día, alrededor de la autopista se desarrollan otros cientos de miles de vidas. Personas que trabajan en mantenerla limpia, segura y eficiente. Que residen a pocos metros, en algunos de los 15 distritos por los que pasa. Que encuentran cobijo en sus puentes y sus muros, lugares donde personas sin hogar se refugian de la intemperie. O que gracias a sus privilegios casi se desentienden de la existencia de la carretera, mirando la ciudad desde más arriba. En la propia sala de exposición, Edu León cuenta a Somos Madrid que el proyecto comenzó como un acercamiento al fenómeno del sinhogarismo. Lamenta que las duras condiciones personales de estas personas, así como la persecución que sufren por parte de las autoridades, dificulta mantener el contacto con ellas un tiempo prolongado. Cuenta el caso de John, un hombre de Níger al que visitó varias veces y al que tomó una treintena de fotografías. “No sé nada de él desde hace un año y medio”, denuncia. Edu León posa junto al retrato de John, una persona sin hogar que pernoctaba cerca de la M-30. John se calienta y come en la calle. Una persona sin hogar que reside en las inmediaciones de la M-30. Una persona duerme al raso junto a la M-30. Pronto, sin abandonar el interés ni el respeto por las personas que sufren la falta de una vivienda, se dio cuenta de que la M-30 podía servir para analizar otras cuestiones entrelazadas: “A la hora de retratar su realidad, no quise caer en el cliché de captar solo a gente sin hogar. Preferí tomar la M-30 como una excusa para contar la realidad de Madrid, con su diversidad y con su desigualdad”. Optó entonces por “patear Madrid”, ya que “el 80% de las fotos nacen de acercarme a alguien”. Se aproximó así a un entorno que para miles de personas es solo lugar de paso “que no se paran a mirar”, pero para muchas otras es una estampa permanente. El escenario en el que desarrollan sus vidas. El fotógrafo destaca “la oportunidad de retratar lugares emblemáticos y tan dispares como la Mezquita [oficialmente el Centro Cultural Islámico de Madrid], el tanatorio, el Pirulí de Torrespaña , las viviendas de El Ruedo en Moratalaz, el Hipódromo de la Zarzuela o los campos de golf que hay en el norte”. Apunta León que es a estos últimos espacios, que le requerían solicitar permisos, a los que más le costó acceder. Y apostilla que “la Mezquita abrió sus puertas mucho más fácilmente que las iglesias”. Un hombre en el campo de golf del parque deportivo Puerta de Hierro, en el distrito de Fuencarral-El Pardo. Una carrera de caballos en el Hipódromo de la Zarzuela. Uno de los retratos más pintorescos de la exposición. Una mujer posa con su perro en Moratalaz. Son los espacios en los que se desarrollan los contrastes de “un Madrid que viene de la inmigración, tanto interna como externa, de una ciudad que supuestamente acoge pero que muchas otras expulsa”. León cuenta que vivió muchos años en Quintana, en el distrito de Ciudad Lineal, y cuando se desplazaba con su madre a Goya (en el lujoso distrito de Salamanca) aquello le parecía “otro mundo”. Un abismo que conectaba (o que creaba) el paso de la M-30, que lleva más de medio siglo marcando el núcleo y la periferia de la ciudad. Esa periferia cada vez más extensa, más mayoritaria, que se esfuerza en reclamar a las instituciones que existe vida fuera de la M-30. Con sus imágenes, León recuerda que esa vida está fuera, dentro y sobre la propia vía. Vidas eclécticas, de costumbrismo y vanguardia, de elitismo y otredad: obreros que trabajan en el mantenimiento de la M-30, vecinas ataviadas con vestidos castizos de chulapa por San Isidro, golfistas en el parque deportivo de Puerta de Hierro, una drag queen que posa junto a las colmenas del Barrio de la Concepción , chavales que juegan con un cable en Vallecas, mujeres y hombres durmiendo al raso a lo largo de sus 32,5 kilómetros… Instantáneas de una ciudad, dice León, que “está cambiando y parece diseñada para el turista, pero en la que todavía resisten ciertos elementos”. Por eso en las fotos cabe desde la escopeta de un armero de El Pardo hasta una mujer de origen asiático que practica taichí cerca de Príncipe Pío. Varias mujeres con vestidos de chulapa por San Isidro. Una drag queen en Barrio de la Concepción, zona del distrito de Ciudad Lineal junto a la M-30 caracterizada por sus edificios de viviendas en colmena. En el entorno de la M-30 también hay hueco para lo lúdico. Imagen tomada en el entorno de Príncipe Pío. Como las fotos dan cuenta de una ciudad así de viva, su autor también desea que la exposición no se quede en un único punto y no se limite a su trabajo individual: “Lo interesante es que a través de los centros culturales y de las asociaciones vecinales podamos hacer talleres en cada barrio con adultos mayores y con jóvenes. Que los primeros lleven sus fotos antiguas de la zona para que los jóvenes vean que la fotografía tiene ese valor en el tiempo como objeto de memoria. Pero también queremos que estos jóvenes enseñen a los mayores nuevas formas de comunicación con las que puedan retratar sus barrios y resignificarlos”. Así, espera que sus fotos lleguen a otros puntos, en muchos casos añadiendo algunas que se han quedado fuera en esta primera muestra. Vista del Pirulí de Torrespaña, uno de los edificios más emblemáticos alrededor de la M-30, desde la terraza de una vivienda cercana. Vista de un lateral de El Ruedo, característico edificio del distrito de Moratalaz. En el caso del Centro Cultural Lope de Vega, un grupo de objetos complementan a las fotografías. Algunos aluden a espacios específicos, como el cementerio de San Isidro. Otros no tienen un origen tan claro, como la cristalera que guarda una silla desvencijada junto a un bastón y un pantalón vaquero manchado de tierra. Reliquias personales que cuentan historias colectivas, las de las casas surgidas del barro alrededor de un arroyo, el Abroñigal, luego sepultado por el asfalto. Así es la M-30, de todos y de nadie, camino y obstáculo, nexo y frontera. Quizá por esos choques impresionan tanto las fotos en las que León juega con los contrastes. Esas en las que la oscuridad domina el cuadro, pero una fuente de luz emerge para poner rostro y dignidad a quienes viven arrinconados en las sombras.

5 poemas de Amor maduro busca, de Ambrosio Gallego

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Ambrosio Gallego recrea en este poemario una realidad profusamente poetizada como es la del amor, pero lo hace desde una perspectiva panegírica, diferente e incluso innovadora. Aunque interiorizados, hay diversos personajes en la voz del poeta, diversas situaciones amorosas en un abanico de perspectivas que completan una especie de puzle. En Zenda reproducimos cinco poemas... Leer más La entrada 5 poemas de Amor maduro busca, de Ambrosio Gallego aparece primero en Zenda .

Zenda recomienda: A vista de niña pájaro, de Alejandra Sevilla

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La propia editorial apunta, acerca del libro: “Un poemario que retrata con delicadeza y sensibilidad ese mundo cotidiano que envuelve el paso de la infancia a la madurez, utilizando la metáfora del vuelo como hilo conductor”. Asimismo, el jurado del XVII Premio RNE-Fundación Montemadrid destacó que A vista de niña pájaro es “un documento precioso que... Leer más La entrada Zenda recomienda: A vista de niña pájaro, de Alejandra Sevilla aparece primero en Zenda .

El precio de los pisos expulsa a las nuevas familias de la ciudad de Alicante

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Conducir más de 80 kilómetros diarios a cambio de poder emanciparse o dejar por fin el piso compartido y traerse a la familia desde su país de origen. Es la realidad a la que se enfrentan cada vez más parejas jóvenes y trabajadores inmigrantes ante los elevados precios que alcanza la vivienda en la ciudad de Alicante y su área metropolitana, tanto en el caso del alquiler, como en el de compra.