
El conflicto entre clanes en Linares se salda con 20 detenciones y la intervención de armas de guerra
La barriada de «El Cerro» en Linares ha sido escenario en las últimas semanas de una preocupante sucesión de episodios violentos entre clanes rivales. Durante varios días a lo largo del mes de julio, esta zona del municipio registró tres enfrentamientos armados entre clanes rivales, con intercambio de disparos en plena vía pública, armas de guerra en circulación, una plantación de marihuana en una vivienda y un elevado número de enganches ilegales a la red eléctrica. La respuesta policial ha sido contundente: 20 personas detenidas, 10 armas largas incautadas -incluido un subfusil Scorpión -, 211 plantas de marihuana desmanteladas y 68 conexiones eléctricas ilegales neutralizadas. A los arrestados se les imputan delitos de riña tumultuaria, tenencia ilícita de armas, delitos contra la salud pública por cultivo y tráfico de estupefacientes y defraudación de fluido eléctrico, tras constatarse las conexiones ilegales a la red de suministro en decenas de viviendas. Los hechos comenzaron el pasado 30 de junio , cuando vecinos alertaron a la sala 091 de un tiroteo a plena luz del día. Agentes desplazados al lugar comprobaron la magnitud del enfrentamiento: cartuchos percutidos, armas abandonadas y la tensión en una barriada dividida. Solo un día después, una nueva ráfaga de disparos , esta vez con fuego cruzado y presuntamente un arma de guerra, evidenciaba el nivel de peligrosidad al que se enfrentaban tanto los vecinos como los propios cuerpos policiales. La investigación permitió la detención de tres personas armadas desde una terraza y la localización de un cultivo de marihuana de interior, ya listo para su comercialización. El temor a nuevos brotes de violencia llevó a la Policía Nacional de Linares a solicitar refuerzos a la Unidad de Intervención Policial. Se activó entonces un dispositivo permanente en la barriada, con presencia continua de patrullas las 24 horas. No se trataba de una medida preventiva, sino de una necesidad urgente: el 5 de julio volvieron a sonar los disparos. En esta ocasión, los agresores utilizaron posiciones elevadas en sus viviendas encaramados en las terrazas para atacar, generando un grave riesgo para los transeúntes y las viviendas cercanas. Nueve nuevas detenciones y la incautación de más armas aumentaron la cifra de arrestados a veinte. La violencia no era el único frente abierto. Durante los registros, se detectaron alteraciones del cableado eléctrico . Técnicos de Endesa confirmaron daños en el transformador del barrio, y una inspección conjunta con la Policía permitió descubrir 68 enganches ilegales a la red en un total de 75 viviendas inspeccionadas. Los vecinos implicados han sido citados para su imputación por defraudación de fluido eléctrico. En fechas posteriores, otros dos individuos fueron detenidos cuando portaban materiales eléctricos para realizar nuevas conexiones ilegales. Ambos reconocieron haber sido contratados por vecinos para restablecer las acometidas fraudulentas, en un intento de perpetuar un modelo de vida fuera del control legal. A día de hoy, cinco de los detenidos tienen prohibida la entrada en Linares por orden judicial. Tres pertenecen a uno de los clanes implicados y dos al clan rival. La investigación policial sigue en marcha y no se descartan nuevas actuaciones. El conflicto entre clanes ha roto la convivencia en «El Cerro» y ha exigido una respuesta institucional que combine contundencia policial con políticas sociales de fondo.