
Menos logos, caperucita
¿Era tan urgente cambiar el logo de la Biblioteca Nacional de España (BNE) , que ha sufrido tres inundaciones importantes en los últimos dos años? No parece. ¿Quitar la corona de la imagen de la institución fundada por Felipe V en 1711 es modernizarla? No parece. Contemos hasta diez. ¿Es tan importante, por ejemplo, como quitar al nombre del Congreso de los Diputados el sintagma 'de los diputados' justo ahora que los decretos se atascan y las huellas de la corrupción política juegan su particular final Roland Garros entre Cerdán y Montoro? No parece ¿Por qué hay tanta facilidad en España para que altos funcionarios adopten decisiones que nos conciernen en la oscuridad de sus despachos y sin transparencia ni... Ver Más