
El silencio que enferma: ocho profesionales harán visitas a domicilio a personas mayores para combatir la soledad en Los Realejos
La soledad es una de las mayores epidemias de este siglo. Afecta a todos los sectores poblaciones, pero la realidad es que las personas mayores son especialmente vulnerables a aislarse socialmente. Según datos de La Provincia, cerca de 100.000 canarios mayores de 65 años sienten soledad no deseada en las Islas. Por ello, el Ayuntamiento de Los Realejos ha puesto en marcha una iniciativa que busca acompañar a estas personas gracias a un equipo de ocho profesionales: una psicóloga, una trabajadora social, cinco acompañantes y un auxiliar administrativo. Una incorporación temporal que ha sido posible gracias al Plan de Empleo municipal, en colaboración con el Cabildo de Tenerife. La trabajadora social, Salomé Silva, nos explicaba a los micrófonos de Herrera en COPE Tenerife los beneficios de este proyecto, que busca acercarse a las personas mayores del municipio que viven solas, que pasan gran tiempo en aislamiento social, o incluso "brindar un respiro, o un tiempo de descanso, a la figura de la persona cuidadora", explica Silva. El proceso de acompañamiento comienza con las derivaciones de las trabajadoras sociales de la zona, que consideran que ciertos usuarios pueden ser susceptibles de ser beneficiarios de este servicio. De ahí, contactan telefónicamente: "Realizamos una primera visita al domicilio para presentar el proyecto, conocerlos y comentar un poco a ver qué es lo que les gustaría hacer en el tiempo de acompañamiento". Silva reconoce que se dan muchísimos casos de personas mayores que sienten la soledad como una losa, pero que tristemente este tipo de situaciones pasan desapercibidas. La psicóloga María José Rodríguez se suma a las palabras de Silva. Reconoce que la soledad no deseada, especialmente cuando es prolongada, puede tener graves consecuencias tanto para la salud física como para la mental: "A nivel físico, lo que detectamos es que puede aumentar el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes...". También ven casos de deterioro cognitivo, incluyendo problemas de demencia. "En salud mental, puede llevar a la depresión, a la ansiedad, al aislamiento social y a un deterioro general de la calidad de vida". En cuanto a las situaciones, los escenarios de estas soledades pueden ser muy diferentes, pues hay personas que deciden estar solas y hacerse cargo de sus vidas, mientras que hay otras que no pueden disponer de toda la atención de sus familiares o la posibilidad de estar en sus casas. De hecho, la psicóloga explica que para las personas mayores su hogar es su refugio, donde se sienten seguros a pesar de su soledad: "Intentan hasta el último momento estar en sus casas para sentirse en su núcleo afectivo familiar y es en el sitio donde han crecido y vivido experiencias". Herramientas para identificar emociones, técnicas de respiración, mindfulness, risoterapia... Estos son algunos de los recursos que ofrece Rodríguez en sus terapias a los usuarios y al resto del equipo de profesionales para que puedan reconectar con sus emociones. "La soledad nos arrastra a generar un bucle de pensamientos negativos. Nosotros intentamos aplicar este tipo de herramientas de inteligencia emocional para que puedan comunicarse y tener bienestar a su alrededor".