
Una española viaja a Estonia y se queda sin palabras por lo que tienen los supermercados de allí: «Nunca lo había visto»
Una de las experiencias más curiosas cuando se viaja al extranjero es visitar los supermercados típicos del país. Y es que, más allá de las atracciones turísticas de la zona, estos establecimientos ofrecen una ventana directa a los productos y las costumbres de los habitantes locales. Esta práctica se extiende a países alrededor de todo el mundo, como Estonia, donde los supermercados sorprenden a los turistas por su orden, limpieza y por la gran variedad de productos locales , muchos de los cuales resultan totalmente desconocidos para los visitantes extranjeros. En este sentido, una española que ha viajado a Estonia ha visitado un supermercado del país y ha contado los aspectos que más le han impresionado del establecimiento y de la forma en la que funciona. En un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@stampbystamptravel), Leyre Gómez menciona distintos aspectos llamativos, desde la procedencia de sus productos, hasta su precio o la forma de cobro. «¿Cómo es un supermercado aquí en Estonia?», comienza diciendo Leyre al inicio del vídeo. La joven española destaca, en primer lugar, la procedencia rusa de gran parte de los productos que se venden en este establecimiento: «Alucinante» . «Lo primero que me ha llamado la atención nada más entrar es la cantidad de productos rusos que hay porque, en plena frontera con Rusia y con el conflicto aún activo, me sorprende ver sobre todo la cantidad, aunque sí que es cierto que hay un 25% de población rusa...», señala la creadora de contenido. La joven española se queda sin palabras con otro importante aspecto del supermercado estonio: su sistema de compra . «Tú mismo coges un escáner al entrar y lo pones en tu carrito. Vas escaneando cada producto y luego simplemente pagas al final , sin tener que volver a pasar todo por la caja», explica. Aunque este método puede resultar «raro al principio» para un turista extranjero, apunta Leyre, realmente «parece cómodo». «¿Lo habéis visto en España alguna vez? Creo que yo nunca », señala la creadora de contenido. Sin embargo, para la joven española hay una cuestión especialmente llamativa de los supermercados en Estonia: el precio de sus productos. « Es lo que más me ha chocado. Yo pensaba que era bastante más barata y no me lo pareció en muchas cosas», apunta la creadora de contenido, que pone varios ejemplos, como el zumo de naranja, que se vende a 6,15 euros solo medio litro, un peluche pequeño por 30 euros o salmón a 25 euros. En este sentido, la española destaca el precio del aceite de oliva virgen extra , un producto indispensable en las cocinas españolas: «El litro está a 16 euros» . «¿Te esperabas estos precios en Estonia? Porque yo no», señala Leyre, quien destaca que llegaron a cobrarle 6 euros por una botella de agua en un restaurante.