
Aeropuertos baleares al alza, pero la temporada no despega para todos: ¿Dónde están los turistas?
A pesar de que los aeropuertos de Baleares cerraron junio con un incremento en el número de pasajeros, superando las cifras del año anterior, la esperada temporada turística de récord no se está materializando en el archipiélago . El aeropuerto de Palma cerró el mes de junio con más de 4'2 millones de pasajeros , una cifra que representa un incremento de casi el 2% en relación al mismo periodo del año anterior. Según datos de Aena , entre enero y junio de este año casi 15 millones de viajeros transitaron por las instalaciones aeroportuarias, un 2,2% más que en los mismos meses de 2024. A pesar de estas cifras el sector, en general, muestra preocupación ante una contención del gasto por parte de los visitantes y una ocupación que no cumple las expectativas, especialmente en ciertos segmentos y zonas. Los restauradores son los más pesimistas, alertando incluso de posibles cierres. La situación más delicada la atraviesa el sector de la restauración. Juan Miguel Ferrer, presidente de los restauradores de CAEB, destaca un descenso significativo tanto en el número de comensales como en el gasto medio por persona. Ferrer recuerda que, tras un abril y mayo con mal tiempo que afectó a las terrazas, junio no despegó hasta finales, y julio sigue sin alcanzar las cifras deseadas "julio está siendo muy descafeinado". A esto se suman los crecientes gastos de personal, energía y productos, así como la aplicación del convenio colectivo, que están impactando negativamente las cuentas de resultados. Ferrer asegura que este verano no está habiendo problemas para encontrar mesa en los restaurantes, especialmente entre semana, y se muestra poco optimista de cara a lo que resta de la temporada "estamos ya casi al 60% de la temporada y tendrían que pasar cosas muy fuera de lo normal para que la situación dé la vuelta. La tendencia es ir a la baja, el ticket medio va a bajar y los resultados van a sufrir este año", augura Ferrer en COPE. En el ámbito hotelero, la recesión en Alemania se está haciendo sentir. En Paguera (Calvià), la temporada es irregular. Aunque en junio se superó el 88% de ocupación, julio está siendo más flojo y las reservas para septiembre y octubre están por debajo del año pasado. Toni Mayol, presidente de los hoteleros de la zona, reconoce que incluso han tenido que bajar precios para atraer clientela "nos estamos encontrando con una temporada irregular y nos está costando mantener las ocupaciones sobre todo de julio y agosto que son precios más altos. tener agujeros de ocupación en estas fechas nos afecta más que otros meses. En cuanto a septiembre y octubre estamos un 10% por debajo de la venta del año pasado. A diferencia de 2024 este año ha habido hoteles que ha tenido que hacer ofertas para mantener ocupaciones". Por otro lado, la zona de Alcúdia califica la temporada de "normal" con una ocupación por encima del 90%, beneficiándose de su perfil de destino familiar. Sin embargo, en Can Picafort, la demanda está más ralentizada, como ha confirmado Pablo Riera-Marsá, presidente de los hoteleros de la localidad. "estamos registrando menores ocupaciones respecto a los dos últimos dos años. Este destino es más dependiente del mercado alemán y aunque esperamos llegar al 90% en Can Picafort pero queda mucho por vender todavía". Sóller, una de las zonas que ha ganado popularidad en los últimos años, también experimenta cambios. Luis Rullán, presidente de los hoteleros de Sóller, reconoce que los datos de ocupación desde abril son inferiores a los del año pasado, y agosto también apunta a un descenso. Han notado un cambio en el perfil de los clientes, ahora más jóvenes y con estancias más cortas. "Es un cliente que viene de EEUU, Corea, Australia o Nueva Zelanda, vienen menos días incluyen Mallorca en su tour por Europa vienen dos o tres días y quieren verlo todo. Nos está causando que la estancia media se va acortando año a año". Rullán también cree que el mensaje de turismofobia está calando entre los visitantes. "Ha influido negativamente, hay clientes repetidores que nos han llegado a decir: voy a ir a Palma, ¿voy a tener problemas? Hay cierta sensación de que no les queremos", lamenta Rullán. El sector del taxi también percibe una vuelta a la "normalidad" tras el auge post-COVID. David, taxista en Andratx, comenta que las expectativas no se han cumplido. "Como cada año la temporada viene con promesas de que la Isla va a estar a reventar y te das cuenta que no. Este año está siendo más flojito. Los números ahí están, no son una locura pero podremos sobrevivir". Salva, taxista de Pollensa, se muestra satisfecho y confía en que la llegada del turismo nacional en agosto compense los meses más flojos de abril y mayo. "Estamos sacando la temporada bien, y en agosto llega el turista nacional. Está siendo buena, lo de los otros años no era real", aclara este conductor. Toni, taxista de Palma, señala que ya no se ven las colas generalizadas de veranos anteriores en las paradas y destaca el descenso del turista de cruceros como un factor clave. "No están llegando tantos cruceros. Se ha reducido bastante el número de barcos en julio y agosto y es una pena porque es un cliente que se gasta mucho dinero para el poco tiempo que está en la Isla". A pesar de las dificultades en la temporada alta, los diferentes actores del sector turístico balear mantienen la esperanza en los segmentos de temporada media, como el turismo de cultura, naturaleza y, sobre todo, deportes, que se espera que repitan el éxito del alargamiento de la temporada a partir de octubre en determinadas zonas de Mallorca.