El verano en que me enamoré de 'El verano en que me enamoré': el eterno retorno del amor romántico

El verano en que me enamoré de 'El verano en que me enamoré': el eterno retorno del amor romántico

La tercera temporada de la serie de Prime Video ha convertido las redes en un hervidero de contenido. No es nuevo, muchas otras han conseguido un fenómeno parecido, pero esta coincide con un auge renovado del romanticismo más conservador: el del amor para siempre como objetivo vital No es tu hijo, es tu novio: el trabajo emocional en las relaciones que pasa factura a las mujeres Su propio título puede dar nombre al fenómeno que ha provocado: El verano en que me enamoré (de una serie de adolescentes). La tercera temporada de esta ficción, disponible en Prime Video, se estrenó el 16 de julio y desde entonces las redes sociales se han convertido en un hervidero de contenido relacionado con lo que pasa en cada capítulo. No es algo nuevo, muchas otras series han conseguido un fandom feroz, pero esta coincide en el tiempo con un auge renovado del romanticismo más conservador: el del amor para siempre como objetivo vital. La trama no tiene ninguna complejidad. La protagonista es Belly, una chica que siempre ha veraneado en la casa de una amiga de su madre en un pueblo ficticio de Massachusetts llamado Cousins Beach. La anfitriona tiene dos hijos, Conrad y Jeremiah, un poco mayores que ella, que son como familia. La han tratado siempre como a una hermana pequeña, pero cuando cumple 15 años la cosa cambia: ha dejado de ser una niña y se ha convertido en una adolescente deseable (con el recurso clásico de quitarle las gafas para que el patito feo sea un cisne). Así, comienza un triángulo amoroso de sentimientos exaltados, miradas intensas y momentos mágicos que se desarrolla durante 26 capítulos emitidos cada miércoles (el último se estrena el próximo 17 de septiembre). Uno de los aspectos más llamativos de esta fiebre es que, en un principio, se trata de una serie dirigida a adolescentes, pero ha conseguido captar la atención de mujeres –porque su público es esencialmente femenino– de edades muy diversas. Hay algunas historias secundarias, como las que tienen que ver con las progenitoras, que quizá podrían apelar a unas espectadoras más mayores, pero realmente todo lo que no tenga que ver con los tres amantes es irrelevante. De hecho, no se conoce demasiado de los personajes, ni siquiera los protagonistas: a Belly le gusta el voleibol y es competitiva; Jeremiah es divertido, popular y bisexual; mientras que Conrad es introvertido, intenso y está atormentado. Y poco más. Entonces, ¿qué tiene esta serie para enganchar a tanta gente? Los hermanos Fisher y Belly en 'El verano en que me enamoré'. La periodista Marta Peirano, espectadora de la serie, dice a elDiario.es que su éxito se explica porque trata sobre la seguridad de la familia en una época de inseguridad total. El triángulo amoroso arquetípico entre el hermano simpático y el huraño refleja “la eterna lucha interna del que se hace adulto, entre los deseos ‘buenos’ de familia, seguridad, estabilidad y pertenencia y los deseos ‘malos’ de riesgo, caos, sexo y aventura”, sostiene. Estos elementos se aliñan con la nostalgia del estío idílico –“en un contexto de crisis climática donde no sabemos si esos veranos volverán a ser”, apunta–, y se obtiene una ensalada de referentes irresistible. “Es un híbrido absurdo entre Crónicas vampíricas y Sisí Emperatriz con trasfondo apocalíptico”, asevera. A Andrea Proenza, autora del ensayo Cartografías del deseo amoroso (Ediciones en el mar, 2025), también le recuerda a esa serie de vampiros que, desde 2009 a 2017, fue otro fenómeno de masas. Para ella, el éxito de El verano en que me enamoré no está relacionado con un resurgimiento del romanticismo conservador, sino que ese mito nunca desapareció. “Cada generación va teniendo sus series de referencia dentro de lo que es el amor romántico que continúan reproduciendo estos tropos que, lamentablemente, todavía no hemos conseguido desmontar a nivel estructural en la sociedad”, afirma. Hay momentos que te tapas la cara de vergüenza viendo esas escenas de amor, pero al mismo tiempo no puedes dejar de verlas con esos discursos románticos que nadie tiene en la vida real Alejandra Palés — periodista especializada en series ¿Team Conrad o Jere?: adolescentes salvadoras, adultas hartas Por su parte, Alejandra Palés, periodista experta en series, la relaciona con los veranos en los que veía capítulos de Dawson Crece por la mañana: “Aunque explicaba cosas que iban más allá del amor, estaba el triángulo entre Joey, Dawson y Pacey. Y me siento un poco así, hay momentos en que te tapas la cara de vergüenza viendo esas escenas de amor, pero al mismo tiempo no puedes dejar de verlas con esos discursos románticos que nadie tiene en la vida real”. Para ella, ha triunfado, precisamente, por su superficialidad: “No intenta hacer retratos sobre qué le pasa realmente al adolescente con todos sus rollos de las drogas, la ansiedad, etcétera. La creadora Jenny Han [que también es la escritora de los libros en los que se basa la serie] es una mastermind y tiene muy bien acotado qué es lo que su público quiere y lo hace a la perfección”. Una de las principales discusiones entre las espectadoras es qué hermano es el más adecuado para la protagonista. Y las opiniones están bastante ligadas a la edad. Por ejemplo, Carmen, que tiene 14 años, explica que ella es team Conrad porque: “Su amor es puro y verdadero, ha crecido lentamente y no se desvanecerá. Además, en general es mejor persona y siempre prioriza a Belly”. Sin embargo, cree que el enamoramiento de Jeremiah es más “adolescente”. “La trata bien en sus primeros años, pero su amor se empezó a desarrollar cuando ella se vuelve ‘bonita’, y eso es una clara señal de que Conrad es mejor para ella”, apunta. De hecho, el título en inglés de la serie es The Summer I Turned Pretty , cuya traducción literal al castellano sería El verano en el que me volví guapa . Lucía, de 14 años, es del mismo equipo. A ella le gusta Conrad aunque sea complicado: “Mientras que sea con intención de proteger a los que quiere...”. Asimismo, Sara, de 23 años, comenta a menudo en su perfil de TikTok @mellamansara (424.700 seguidores) los capítulos de la serie , ella también está de parte del atormentado aunque Jeremiah le da lástima y espera “su final feliz por su lado”. Sin embargo, Andrea Proenza, que está a punto de cumplir 29, se declara del equipo Jeremiah: “Ya estoy cansada, no necesito ser la salvadora de ningún hombre incomprendido como Conrad, que si hace todo lo que hace es porque en realidad te quiere”. Marta Peirano considera que el cambio de ‘equipo’ con los años tiene que ver con que: “Todas las niñas quieren su Heathcliff [personaje atormentado de la novela Cumbres borrascosas , de Emily Brontë]. Los dos hermanos valen como uno solo, son dos caras opuestas de la misma persona. El doble es un recurso muy normal en las familias de los cuentos. La madre y la madrastra son la misma persona, dividida por un recurso psicológico llamado splitting”. Hasta que la muerte nos separe El auge del amor romántico trae consigo un componente en las tramas de las ficciones actuales que también está muy presente en la vida real: la boda . Está en las series mainstream como El verano en que me enamoré, pero también en las de creadoras menos convencionales como Lena Dunham , que también casa a sus protagonistas en Too Much , su último trabajo. En la vida real –dentro de lo que cabe– un ejemplo clarísimo de esta tendencia es el revuelo que ha causado el compromiso de Taylor Swift con Travis Kelce . Sara está entusiasmada: “¡Ya era hora de que esta chica consiga su final feliz! Supongo que, como dijo Lana del Rey, When You Know, You Know [cuando lo sabes, lo sabes], y definitivamente ese parece haber sido su caso. Me alegro mucho de que esté en una relación estable y feliz, ¡aunque espero que eso no implique que vaya a dejar de darnos canciones tristes al resto!”. La cantante se ha labrado una carrera a base de canciones de desamor dedicadas a sus sucesivas exparejas y parece que ahora entra en una nueva era: la de mujer felizmente casada. Este ritual previo al altar, que implica un anillo –se estima que el de Swift podría costar alrededor del millón de dólares– y un anuncio oficial, no está tan arraigado en España como el trámite del casamiento, pero cada vez es más habitual. Sobre todo porque desde la ficción y las redes de las famosas patrias han ayudado a popularizarlo . Por ejemplo, en 2023, Rosalía anunció su compromiso con Rauw Alejandro al final del videoclip Beso , una de las canciones que grabaron juntos y a finales de este agosto, Georgina Rodríguez mostró en las redes sociales su anillo –una sortija con un diamante del tamaño de una castaña– de compromiso con Cristiano Ronaldo. Lo que más se consume son los vídeos de TikTok y el algoritmo solo muestra referentes 'mainstream'. Ahora mismo [los adolescentes] están con cómo les va a Aitana y a Plex Carmen Ruiz Repullo, — socióloga especializada en violencia de género en adolescentes y jóvenes “Ahora mola casarse y hacerlo todo como el cuento de hadas, que también es lo que te vende Taylor Swift”, indica Palés, “lo tiene todo ultracalculado: la historia del jugador de fútbol y la chica popular, vende la narrativa totalmente”. De hecho, la cantante lo expresó de forma parecida en sus redes sociales cuando hizo público el compromiso: “Tu profesora de inglés y tu profesor de gimnasia se casan”. Proenza señala a las influencers españolas de corte tradicional –María Pombo, Ali Guijarro, Bea Gimeno, Alejandra Navarro, etcétera– como otras impulsoras de la moda de los enlaces de postín. “Estas bodas aspiracionales todavía sostienen y refuerzan este tropo del amor romántico, de que el sueño de toda niña es casarse”. Carmen Ruiz Repullo, socióloga especializada en violencia de género en adolescentes y jóvenes y profesora de sociología en la Universidad de Granada, ha observado que, sin duda, hay un repunte de la idealización del mito del amor romántico en el ámbito adolescente. “A veces, en segundo de la ESO trabajas talleres sobre el tema y te encuentras a una adolescente que te dice que ha sufrido mogollón y te preguntas cuándo le ha dado tiempo. Desde edades muy tempranas empiezan a consumir este tipo de productos”, sostiene. Ella lleva dos décadas y media dedicada al trabajo de concienciación y comenta que actualmente es más complejo porque los instrumentos de socialización son mucho más amplios: “Lo que más se consume son los vídeos de TikTok y el algoritmo solo muestra referentes mainstream. Ahora mismo están con cómo les va a Aitana y a Plex”. “No quiero ser derrotista ni negativa, pero tenemos que cambiar la metodología, hablarles en su lenguaje para que se identifiquen. Y necesitamos muchas horas de pedagogía en las aulas”. Boda sí, pero no ahora Mientras que el compromiso de Taylor Swift se ha tomado como algo positivo por parte de sus fans –aunque también conlleva un cierto matiz de ‘no se va a quedar para vestir santos’–, el “sí, quiero” de Belly en El verano en que me enamoré no ha tenido tanta aceptación. La protagonista decide aparcar sus planes de estudiar en París para casarse con Jeremiah y el giro no ha sentado nada bien al público, por muy embriagado de amor que esté. Carmen manifiesta que no está de acuerdo en absoluto: “Creo que si se creen tan enamorados, no estaría mal esperar uno o dos años más para que ella pueda ir a París, tengan más estabilidad económica y puedan terminar la universidad”. Beatriz Carpio, que también ha comentado la serie en su perfil de TikTok @bea_carpio (501.000seguidores), está muy contrariada con este devenir de la trama: “Que Belly se quisiera casar y decidiera no ir a París es de las cosas que más rabia me dieron en la serie, porque yo soy muy fan de pensar que tu amor te tiene que sumar, no restar”. Con 24 años, alega que ella se habría ido a Francia sin pensárselo y que no entiende esa decisión. Sara se posiciona en la misma línea: “Belly, un poco sin quererlo, se ha vuelto demasiado dependiente de su relación y su pareja, hasta el punto de posponer o dejar de lado sus metas personales. Cuesta verse en ese papel desde fuera y yo, sin duda, no habría tomado la decisión de casarme tan joven”. Para Andrea Proenza, el tema de la boda en la serie haya chirriado se debe a que en Europa ya no es tan habitual casarse tan joven, como han expresado las entrevistadas anteriores. “Es como restarle credibilidad a una historia que de por sí tampoco tiene mucha, pero el hecho de ver a dos personas tan jóvenes casándose es extraño”, alega. Pero, en realidad, dan igual las críticas porque todo el fandom quiere saber con quién acaba Belly y si Taylor llega al altar o saca un nuevo disco de desamor. “En un momento en el que vemos tantos horrores en redes sociales con los incendios, el genocidio de Gaza... de repente vemos esta cosa tan ‘segura’ (una multimillonaria encontrando el amor que lleva toda la vida buscando) y es poner un parche temporal a los terrores que vivimos”, concluye Proenza.

El  'psicólogo' ChatGPT: buscar ayuda emocional en la inteligencia artificial supone riesgos para los adolescentes

El 'psicólogo' ChatGPT: buscar ayuda emocional en la inteligencia artificial supone riesgos para los adolescentes

- Reemplazar la terapia tradicional por la IA puede derivar en dependencia, diagnósticos erróneos o el agravamiento de cuadros no tratados: “No tienen aún la capacidad crítica para detectar que se trata de una máquina y muchas respuestas están sesgadas y carecen del respaldo clínico" Uno de cada tres adolescentes con problemas de salud mental no habla con nadie sobre ello Desde hace unos días, el caso de un joven de 16 años que se quitó la vida tras meses de interactuar con ChatGPT ha generado una gran polémica en redes sociales. Los padres de Adam Raine presentaron hace unos días una demanda contra OpenAI y su dueño, Sam Altman, por su responsabilidad en la muerte del adolescente, al supuestamente apresurarse a comercializar la versión GPT-4o a pesar de los problemas de seguridad. Por su parte, OpenAI ha admitido fallos y ha anunciado el viernes que lanzará un control parental que permitirá a los padres supervisar el uso que sus hijos menores hacen del chatbot. La empresa explicó en una publicación que el mes que viene ya estará disponible la posibilidad de establecer límites en el uso, desactivar la memoria del chat o recibir alertas en caso de que haya consultas o conversaciones consideradas de riesgo. Este trágico caso de este adolescente ha puesto sobre la mesa una realidad que es necesario abordar: los límites y riesgos del acompañamiento emocional que puede ofrecer una Inteligencia Artificial, sobre todo en los más jóvenes. “Cada vez es más frecuente ver a pacientes que acuden a consulta con un autodiagnóstico. Antes lo hacían a través de libros de autoayuda, ahora porque se lo han preguntado a ChatGPT”, explica Amaya Prado Piña, experta en Psicología Educativa. Prado, también especializada en Psicología Clínica en Infancia y Adolescencia, pone el foco especialmente en los jóvenes y adolescentes, que son el grupo de edad más vulnerable: “No han desarrollado aún la capacidad crítica para saber y detectar que se trata de una máquina y que, por tanto, muchas respuestas están sesgadas y carecen del respaldo clínico necesario para poder ofrecer una ayuda psicológica adecuada ”, advierte. La psicóloga señala que el principal peligro es que muchos jóvenes están acudiendo a la IA para como primera opción para pedir ayuda de cualquier tipo, sin medir que delante tienen una máquina y que no es igual resolver un problema matemático o resolver una duda con evaluar una situación anímica o afectiva. “La palabra ‘inteligencia’ induce a pensar que las respuestas son cien por cien correctas, pero muchas veces las respuestas están bajo sesgos y no hay un profesional detrás”, añade. Terapeuta 'inteligente' Leyre López, científica de datos, coincide con Prado en que se trata de una herramienta cuyo funcionamiento se basa en “aprender de la información que el usuario da y que la propia IA lee”. “Por ejemplo, en función de en qué idioma le preguntes, las respuestas son diferentes. Es decir, aprende de la información a su alcance en ese idioma, por lo que en el caso de España las respuestas tienen el sesgo de lo que más se haya buscado publicado en español”, añade. Ninguna de las expertas consultadas ve lejana la idea de que la inteligencia artificial pueda convivir de cierto modo con la terapia tradicional, aunque con límites. “Puede servir de ayuda siempre y cuando no dé un diagnóstico al paciente. Es decir, puede ser un añadido, pero nunca una sustitución del trabajo profesional”, opina Prado. Para López, la clave está en que se desarrolle “una regulación adecuada y que garantice la protección del usuario”. La normalización del uso cotidiano de la inteligencia artificial se traduce en que esta se haya convertido en “un refugio cercano que da todas las respuestas que uno quiere oír”. Para la psicóloga, esto deriva en la generación de un falso refuerzo que puede traducirse en dependencia emocional. “Se ha convertido en un amigo virtual”, insiste. La inmediatez es una de las ventajas que los usuarios achacan al uso de la herramienta. “Nos hemos acostumbrado tanto a usarla que la hemos incorporado en nuestra vida de forma automática. Recibir la información de manera inmediata es uno de los síntomas del uso cada vez más frecuente de estas tecnologías”, sentencia.

España estrena este curso una evaluación general del sistema educativo con una prueba en 6º de Primaria

España estrena este curso una evaluación general del sistema educativo con una prueba en 6º de Primaria

El ministerio trata de consolidar su modelo de tests externos para valorar la adquisición de competencias en todas las comunidades tras más de una década de idas y venidas con estas evaluaciones España empeora su nivel de matemáticas, lectura y ciencia, pero aguanta frente al resto Alumnos de toda España de 6º de Primaria se someterán este curso por primera vez desde hace años a una única evaluación, elaborada por el Ministerio de Educación, para comprobar su adquisición de las competencias básicas. Se trata del primer examen de carácter externo –aunque no cuenta para nota– que se distribuirá por igual a escolares de todas las comunidades autónomas, de acuerdo con lo que establece la LOMLOE, en un nuevo paso en el despliegue del modelo de evaluación del sistema que prevé la ley. Las pruebas, fechadas a partir del 7-8 de abril y hasta finales de mayo –no necesariamente serán simultáneas, por lo tanto–, llevan por nombre Evaluación General del Sistema Educativo, y discurrirán sobre cuatro ámbitos de conocimiento: Comunicación Lingüística, STEM (ciencia, tecnología y matemáticas), Digital y Plurilingüe. La ley también prevé que se realicen al término de la educación obligatoria, en 4º de la ESO. Pero esas arrancarán dentro de dos cursos, en el 2027-2028. De carácter plurianual, fuentes del Ministerio afirman que estos tests se harán “cada tres o cuatro años”. La otra característica principal de estas pruebas es que serán muestrales y no censales. Esto significa que no deberán acometerlas todos los alumnos españoles de 6º de Primaria, sino solo una muestra de unos 1.000 centros de todas las comunidades, según indican desde el ministerio. El objetivo de estos tests externos es obtener datos sobre la adquisición de competencias del alumnado al término de cada etapa. “Tienen carácter informativo, formativo y orientador para los centros y para el conjunto de la comunidad educativa”, señalan desde el ministerio. Además, una de sus principales novedades respecto a otro tipo de evaluaciones externas es que, al ser los modelos de carácter estatal, permitirán hacer análisis y comparaciones entre comunidades autónomas. La Evaluación General del Sistema Educativo que arranca este curso supone también consolidar el modelo evaluativo que contempla la LOMLOE, vigente en las aulas desde el curso 2022-2023, y que cuenta con otras pruebas externas, aunque esas no son ni homogéneas ni comparables entre comunidades. Se trata de las llamadas Evaluaciones Diagnósticas, a las que se somete anualmente –desde hace dos cursos– el alumnado de 4º de Primaria y 2º de la ESO. En ese caso, y aunque participa en su elaboración el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, sus últimos responsables son las administraciones educativas –esto es, cada consejería–, con lo que pueden introducir cambios o más materias a evaluar. El despliegue de estas evaluaciones se superpone a las que son propias de algunas comunidades autónomas, como es el caso de Catalunya al término de 6º de Primaria y 4º de la ESO, y también a las pruebas internacionales de competencias como las que organiza la OCDE, ya sea PISA (su última edición fue a principios de 2025) o la de comprensión lectora PIRLS (cuya próxima edición será en 2026). Desde hace años, estos estudios internacionales son los únicos elementos de que dispone el Ministerio de Educación para comparar el desempeño educativo de las distintas comunidades autónomas. La última edición de PISA, la de 2022 , permitió constatar el liderazgo de Castilla y León y Asturias en Matemáticas, Ciencia y Lectura, así como el declive de comunidades como Catalunya, Andalucía, Canarias o Comunitat Valenciana. Para encontrar un precedente a las pruebas externas de carácter estatal en España hay que remontarse a 15 años atrás. Fue en 2009 y 2010 con las evaluaciones recogidas por la LOE, la ley de educación de Zapatero, cuyo modelo de hecho ha replicado la actual LOMLOE. Tras ese breve intento de evaluar el sistema llegó al Gobierno el PP, cuyo modelo fue inicialmente el de las reválidas. Su ley educativa, la LOMCE, se aprobó en 2013 y contemplaba finalmente dos exámenes externos que todos los alumnos debían superar para pasar de etapa: en 4º de la ESO y en 2º de Bachillerato. En 6º de Primaria se dejó al final una evaluación sin contar para nota. Con todo, esta propuesta generó amplio rechazo en la comunidad educativa, tanto entre el profesorado como en las familias. Fue uno de los aspectos más criticados de la ley, hasta el punto de que en 2016 el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, se vio obligado a rebajar su apuesta y convirtió todas las reválidas en pruebas diagnósticas muestrales. Aun así, el rechazo que despertaba la ley en varias comunidades autónomas, las no gobernadas por el PP, hizo que su aplicación fuera desigual.

‘Romería’ por dentro: Carla Simón desvela los secretos de cuatro escenas clave de la película

‘Romería’ por dentro: Carla Simón desvela los secretos de cuatro escenas clave de la película

La directora cuenta las bambalinas de varios de los momentos más importantes de su última película y muestra los ensayos grabados por ella Carla Simón reconstruye su memoria familiar y la de toda una generación en la hermosa y fascinante ‘Romería’ La llegada de Carla Simón al cine español fue un punto de inflexión en su historia reciente. Aquel debut, Verano 1993 , abrió unas puertas que estaban cerradas a cal y canto para una generación de directoras deseosas de contar sus historias y de hacerlo de formas diferentes. Temas que, o no existían, o eran contados por hombres. Desde su proyección en la Berlinale todo el mundo notó que había algo en esa forma de narrar, en el cariño que desprendía cada fotograma hacia sus personajes y en la finura de esas interpretaciones que la hacían especial. Carla Simón partía de sus experiencias familiares (sus padres murieron de sida y eran adictos a la heroína) para hablar de temas universales. Ese vínculo con sus propias experiencias ha sido el hilo conductor de una carrera que crece a pasos agigantados. Se confirmó con su segunda película, Alcarrás , con la que se convirtió en la primera directora española en lograr el Oso de Oro en el Festival de Berlín y donde exploraba otra rama familiar. Con Romería, su tercera obra, cierra las tapas del diario familiar. Lo hace hablando de la familia paterna que no conoció hasta que tenía 18 años. Un filme que es un viaje como el que la propia Simón hizo para conocer a esa parte de su familia y que aquí la hace avanzar hacia nuevos terrenos como realizadora, especialmente en una última media hora donde se sumerge en lo onírico y lo poético. De todo ello, además de sus procesos creativos, habla en este 'Anatomía de una escena' en el que analiza cuatro momentos claves del filme y para el que, además, cede vídeos de los ensayos que ella mismo grabó. Filmar de forma poética e imperfecta La primera escena que analiza Carla Simón es, también, la primera escena de la película. En ella ya se observa uno de los recursos narrativos y estéticos de Romería , el uso de imágenes que graba la propia protagonista. Lo hace con una videocámara, y Simón explica que se grabaron también durante el rodaje, aprovechando los momentos de parón que muchas veces son frustrantes como directora. Revisaron las que la propia directora grabó con 18 años para que la forma en la que filmaba fuera “poética e imperfecta”. Esas imágenes son de espacios, unos espacios que luego van a aparecer en un juego de espejos en la última parte del filme en la que Marina imagina la historia de amor de sus padres. “Imaginar es muy cercano a soñar”, dice la directora, que explica que hay planos repetidos en la parte onírica del final que se ven antes en esas imágenes. También en estos primeros compases hay dos elementos claves: la voz en off , que parte de las cartas reales de la madre de Carla Simón, y el uso, por primera vez en su carrera, de una banda sonora compuesta por su hermano. La pregunta era, ¿cuándo usarla? La solución dice mucho del cine de Simón: “Cada vez que ella sintiera que sus padres están cerca”. La propina del abuelo Romería tiene una estructura diferente a las otras películas de Carla Simón. Ella la define como “episódica”, y uno de esos episodios ocurre en la casa de los abuelos que la protagonista va a conocer por primera vez. Es una escena larga, tensa, con muchos personajes que se mueven por las habitaciones y que culmina con uno de los mejores momentos de la película, esa fila india en la que el abuelo va a dar la propina a sus nietos. Marina, la protagonista, duda sobre si ella debe colocarse, ya que no sabe si pertenece a esa familia. Es una de las escenas favoritas de la directora porque se siente “muy viva” y cuya fuerza radica en todos los ensayos que Carla Simón realizó para llegar a que la verdad, o algo parecido, apareciera el día de rodaje. José Ángel Egido, el abuelo, no tenía diálogos escritos, y lo que dice surgió de la cantidad de horas pasadas con sus nietos en la ficción en las largas jornadas de ensayo en las que se crea “una memoria compartida entre los actores”. La idea es crear vínculos “genuinos y reales” con unos ensayos que, confiesa Carla Simón, son la parte que más disfruta. La conversación más íntima Este vídeo puede contener spoilers . Durante Romería la protagonista se hace muchas preguntas, pero una de ellas es clave, y es por qué su padre no estuvo presente, por qué no fue a verla. Es un momento íntimo, de una fuerza brutal por las dos interpretaciones de Llucia Garcia y Alberto Gracia que surgió gracias, de nuevo, a los ensayos de ambos actores. Garcia salió de un cásting de más de 3.000 chicas, pero Carla Simón la vio bajando de un autobús y supo que era ella. “El cásting más difícil que he hecho”, asegura. Una escena que se debía rodar al aire libre, pero a la que el tiempo en Galicia hizo cambiar. Los equipos de arte y dirección convirtieron un almacén de trastos en un bar improvisado para poder rodar este momento. La pregunta que se hace Marina es la misma que se hacía Carla Simón y “todos los hijos de esa generación” que perdieron a sus padres por la heroína y el sida. Por ello, para esta conversación, Carla Simón guardó un recurso que en el cine se suele usar constantemente, pero que para la directora hay que usar de forma especial: el plano / contraplano. En Romería apenas aparece, y lo hace aquí para dar fuerza a ese momento y a esa conversación. Bailaré sobre tu tumba (este vídeo contiene spoilers) Este vídeo puede contener spoilers . Desde su proyección en el Festival de Cannes todo el mundo comentaba la escena musical insertada en la parte onírica del filme. Carla Simón confiesa que también es una de sus escenas favoritas de ese “bloque largo” que concibió como “una película dentro de la película”. La escena tiene una fuerza por la música, ese Bailaré sobre tu tumba de Siniestro Total, y apunta a novedosos y estimulantes caminos para ella como directora, cuyo siguiente proyecto quiere que sea un musical sobre el flamenco. Todo ese bloque debía ser muy libre, encontrar el tono para no “romantizar ni ser demasiado duros” con el espíritu de esa época y que no fuera “de cartón piedra”. La idea surgió mientras Simón buscaba “una imagen que pudiera contener la idea de que esta película no era solo sobre sus padres, sino sobre toda una generación”. De ahí esos ecos a la Santa Compaña y a la importancia de hablar de esos fantasmas. “Recuperar esa memoria era el motor de esta película, y esa imagen lo concretiza todo”, destaca la cineasta.

Junts une sus votos a PP y Vox para tumbar la reducción de jornada laboral y asestar otro golpe al Gobierno

Junts une sus votos a PP y Vox para tumbar la reducción de jornada laboral y asestar otro golpe al Gobierno

Yolanda Díaz llama a la movilización de los trabajadores pero esquiva el choque con Junts y señala al PP; el Ejecutivo logra salvar los permisos para el cuidado de hijos La letra pequeña de los cambios en los permisos para el cuidado de hijos Otro golpe de Junts al Gobierno. Y otra vez sonado. Los independentistas catalanes unirán este miércoles sus votos en el Congreso a los del PP y Vox para hacer descarrilar a las primeras de cambio la reducción de la jornada laboral de las 40 horas actuales a las 37 horas y media. Una medida que beneficiaría a 12 millones y medio de trabajadores y trabajadoras y que no solo era el buque insignia de la agenda legislativa del Ministerio de Trabajo, sino una de las reformas más ambiciosas del Gobierno para lo que queda de legislatura. Aunque Yolanda Díaz prefirió este martes apuntar al PP y no a los de Puigdemont, Junts la acusó de “engañar” a la ciudadanía y de poner en riesgo el estado del bienestar. “Obligar a cumplir con la reducción de jornada a quien no puede asumirlo pone en riesgo el estado del bienestar. Que dejen de engañar a la gente. Lo que están haciendo es poner en riesgo el futuro de todos porque no explican quién va a pagar todo esto”, dijo la portavoz Míriam Nogueras, que compareció en el Congreso para explicar la postura de su grupo en su habitual tono duro contra el Ejecutivo. Nogueras, de hecho, acusó al equipo de Yolanda Díaz de utilizar el chantaje y la amenaza durante una negociación en la que negó que jamás se hubieran producido siquiera acercamientos. “Hemos sido muy honestos. El Gobierno español conocía nuestra posición desde el primer día. Estamos a favor de la reducción de jornada laboral, pero también de mantener el estado del bienestar. Y algunas medidas lo ponen en riesgo. Cuando desaparece la cultura del esfuerzo, empieza el empobrecimiento”, dijo en plena sintonía con el discurso más derechista de formaciones como el PP o Vox. La versión del Ministerio de Trabajo , en cambio, es muy diferente. Desde el Ejecutivo explican que durante las negociaciones, que se han intensificado en los últimos días y que se prolongaron al más alto nivel hasta la misma tarde del lunes, sí hubo propuestas y contrapuestas que propiciaron un acercamiento. En ese intercambio de iniciativas se llegaron a plantear, por ejemplo, ayudas millonarias a las pequeñas y medianas empresas que acreditaran dificultades para implementar la reducción de jornada. E incluso se llegaron a abordar aspectos más estrictamente políticos, como la delegación de ciertas competencias en materia laboral. Según fuentes al corriente de las conversaciones entre la cúpula de Junts y el Ministerio de Trabajo, los independentistas catalanes habían trabajado incluso una propuesta final para desbloquear la negociación que en el equipo de Yolanda Díaz se mostraron dispuestos a estudiar. Pero todo cambió tras la reunión de la Ejecutiva de Junts este lunes. El secretario general de los independentistas, Jordi Turull, fue el encargado de comunicar a sus interlocutores que la decisión de la cúpula de su partido era inamovible y consistía en mantener su enmienda a la totalidad al Proyecto de Ley para la reducción de la jornada, lo que en la práctica impide directamente que empiece siquiera su tramitación parlamentaria. En el Ministerio de Trabajo señalan que el argumento que ofreció Turull es que el Gobierno mantiene muchos compromisos sin cumplir, en referencia a la amnistía a Carles Puigdemont o la oficialidad del catalán en Europa. Que el portazo de Junts llegase justo después de la reunión de la Ejecutiva del partido y no en el marco de los equipos negociadores y que ni siquiera hayan permitido que la norma empiece su recorrido en el Congreso para dar oportunidad a una negociación posterior, instaló esta semana en Sumar el convencimiento de que se trata expresamente de una postura más política que de fondo. Por mucho que el discurso de los de Puigdemont sea clavado al de la patronal española y también la catalana. “Este debate es principal, es de las normas más importantes de la legislatura porque hace 43 años que no se reduce la jornada laboral. La gente tiene derecho a vivir un poco mejor. Y esto va de qué lado está cada quién. El Gobierno y el Ministerio de Trabajo están del lado de la gente trabajadora de nuestro país”, dijo Yolanda Díaz en los pasillos del Congreso. La vicepresidenta segunda llamó a la movilización en las calles y se comprometió a trabajar para recuperar en el futuro la norma, aunque no especificó cómo ni cuándo. “Habrá una derrota parlamentaria, pero hay derrotas que se ganan en la calle. Lanzo un mensaje de esperanza, un llamamiento a la gente trabajadora para que salga a las calles a defender sus derechos. Cuando una norma está a favor de la gente no hay viento ni hay derechas que la paren”, dijo tras esquivar el reproche a Junts y señalar a Feijóo. Este miércoles están previstas movilizaciones convocadas por UGT y CCOO a las puertas del Congreso. En Moncloa, donde asumen la derrota parlamentaria de este miércoles como un revés, prefieren por el momento restar trascendencia política a la actitud de Junts más allá de esta norma concreta. De hecho, fuentes del Ejecutivo aseguran que la interlocución con Carles Puigdemont es permanente y que se ha visto reforzada tras la visita de Salvador Illa la semana pasada a Bruselas. Y apuntan a que después de que Junts oficializara su rechazo a la jornada laboral, el propio Puigdemont hizo llegar señales de que esto no era un portazo definitivo a la legislatura sino algo puntual. “La carpeta de los Presupuestos es completamente diferente a la de la jornada laboral”, aclaró Nogueras durante su comparecencia. Ampliación de permisos de maternidad y paternidad Por contra, el Congreso convalidó este martes otra de las medidas más relevantes de la agenda social que el Gobierno tenía pendiente sacar adelante después del verano: la ampliación de los permisos por nacimiento y cuidado de hijos . El Ejecutivo aprobó en julio, presionado por una multa de Bruselas y tras un intenso tira y afloja entre los socios, el real decreto ley que extiende hasta las 19 semanas –dos de ellas disponibles durante los ocho primeros años de vida del niño o niña– estos periodos remunerados. Un tiempo que llega hasta las 32 semanas en el caso de las familias monoparentales. Este martes consiguió el apoyo mayoritario de la Cámara Baja. “Esta medida beneficiará a casi un millón de personas este año que tendrán más tiempo para estar con los suyos y menos agobio en sus vidas”, ha dicho la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante su turno de palabra. En su discurso, quien ha liderado las negociaciones a favor de esta ampliación ha asegurado que se trata de una “cuestión de Estado que trasciende la polémica partidista”. “No hablamos solo de semanas ni de preceptos, sino de la vida real de la gente”, ha zanjado. Al contrario que con la reducción de la jornada laboral, el Gobierno afrontaba la votación de este real decreto con cierta seguridad de que saldría adelante. Y aunque finalmente dieron los números, la mayoría de los socios de la investidura que apoyaron la convalidación –Bildu, Junts, ERC y PNV– lo hicieron con algunas críticas que rebajaron la intervención de Díaz: a las semanas remuneradas, que son menos de las que el Ejecutivo de coalición había prometido, y a la retroactividad fijada en la norma, que limita el permiso retribuido a los niños y niñas nacidos a partir de agosto de 2024. Las medidas que contiene el real decreto entraron en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado hace un mes y medio, sin esperar a que el texto fuera refrendado en el Congreso. El Gobierno optó por este procedimiento para evitar seguir pagando una multa que impuso Bruselas por el incumplimiento de una directiva europea precisamente sobre parte de estos permisos que ya debía estar adaptada al ordenamiento español. Con todo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) condenó a principios de agosto a España a pagar seis millones de euros. El procedimiento se había iniciado en 2022.

Estas son las medidas que caen por el veto a la ley para reducir la jornada laboral

Estas son las medidas que caen por el veto a la ley para reducir la jornada laboral

La más conocida es la jornada máxima de 37 horas y media a la semana, en lugar de 40 horas, pero hay otros cambios respecto al registro horario y a la desconexión digital que también decaen Junts confirma a Trabajo que tumbará la ley para reducir la jornada laboral a 37 horas y media La ley para reducir la jornada laboral, medida estrella del Ministerio de Trabajo, se prevé que decaiga este miércoles en el Congreso. Junts ya ha confirmado al departamento de Yolanda Díaz que mantendrá su enmienda a la totalidad , un veto de partida que también han presentado PP y Vox. Por tanto, los tres partidos tumbarán la reducción de la jornada de las 40 horas a las 37 horas y media a la semana, pero también otras relacionadas que contiene el proyecto de ley, como el refuerzo del registro horario y al derecho a la desconexión digital, entre otras. Este proyecto de ley proviene de un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos mayoritarios , del que se desmarcaron las patronales de empresarios, que han rechazado la reducción de la jornada por ley y pedido su “freno” en el Parlamento , ya que defienden que este tema se aborde en el seno de la negociación colectiva, por acuerdos en empresas y sectores. El veto de este miércoles a la norma impedirá su tramitación en el Congreso, es decir el debate de enmiendas a su contenido, en el que las formaciones políticas pueden hacer cambios al texto y en el que el Gobierno se había comprometido a negociar para intentar llegar a un acuerdo. Por ejemplo, con la inclusión de medidas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas (pymes), como las ayudas directas que decayeron en el diálogo social ante el 'no' de los empresarios, entre otras. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han convocado protestas por todo el país este miércoles , una frente al propio Congreso durante la votación de la norma, para exigir a PP, Junts y Vox que permitan la tramitación de la ley. Las organizaciones de trabajadores recuerdan que cuenta con un apoyo mayoritario de la ciudadanía (de todos los partidos políticos), según las encuestas. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya ha afirmado su voluntad de volver a presentar otro proyecto de ley con esta medida, bandera de Sumar en las elecciones y dentro del Gobierno. Este martes, Díaz insistía en mandar un mensaje de “esperanza”: “Vamos a ganar. Hay derrotas que se ganan en la calle, y en la historia de la lucha de clases sabemos bien quién gana a lo largo del tiempo”. A continuación, se desgranan cuáles son las medidas concretas que decaerán este miércoles con el veto a este proyecto de ley. Jornada máxima de 37 horas y media Una frase en el texto, pero la protagonista indiscutible de la ley. El proyecto de ley plantea la reducción de la jornada máxima de trabajo de las 40 horas a la semana, vigentes en la actualidad desde que se aprobó en los 80 , a las 37 horas y media, sin merma salarial. “La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo será de 37 horas y media semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual”, recoge el proyecto de ley. El plazo de adaptación previsto era finales de 2025 , una fecha que fuentes sindicales creían que podría sufrir alguna prolongación en el debate parlamentario, que finalmente ni ha tenido lugar. La medida se estima que alcanzaría a 12,5 millones de trabajadores y trabajadoras, ahora con jornadas superiores al nuevo máximo, aunque no todas con el mismo recorte horario. De media, el Ministerio de Trabajo cifró la reducción en 48 minutos a la semana. Los sectores más alcanzados, por número de trabajadores, eran el comercio, la industria manufacturera, la hostelería y la construcción. Por Comunidades, las más alcanzadas era Catalunya (con 2,2 millones de trabajadores), seguida de Madrid y Andalucía, con dos millones cada una. Aumento salarial a trabajadores El proyecto de ley recoge también aumentos de sueldo derivado de la nueva jornada máxima. Por un lado, un incremento del precio de la hora trabajada para los trabajadores que verían reducidos sus horarios, ya que mantendrían el mismo salario. Esto es trascendente, por ejemplo, de cara a las horas extraordinarias que remuneran algunos sectores y empresas tomando como referencia la ordanaria, y que aumentarían su precio. Por otro lado, la ley contempla un aumento salarial para trabajadores a tiempo parcial, la gran mayoría mujeres (73%). Se trata del derecho de las personas con contratos a tiempo parcial que se rigen hoy por jornadas máximas por encima de las 37 horas y media a la semana “a seguir realizando el mismo número de horas de trabajo que viniesen efectuando” y a recibir el “incremento proporcional de su salario”. Esto es así porque pasarían a trabajar más porcentaje de la jornada a tiempo completo que tienen de referencia. Las personas trabajadoras con jornada reducida (de nuevo en su mayoría mujeres) también se veían beneficiadas salarialmente, ya que se preveía que tuvieran el “derecho a seguir realizando el mismo número de horas de trabajo que viniesen efectuando”, con el consecuente aumento de salario. Refuerzo del registro horario También cae el refuerzo del control de la jornada o registro horario, que deben cumplir a diario todos los trabajadores. Se contempla que el registro tenga que ser necesariamente digital, poniendo fin a los fichajes en papel que existen en muchas empresas y que según fuentes de la Inspección de Trabajo son más susceptibles de fraude. Deberá “garantizarse la objetividad, la fiabilidad y la accesibilidad del registro de jornada”, para lo cual se incluyen medidas como que tiene que identificarse “inequívocamente” la persona trabajadora que realiza el registro “así como las eventuales modificaciones” de los datos. Otro de los cambios más relevantes, por lo que supone para la vigilancia y el control de posibles abusos, es que el registro de jornada sea accesible a la Inspección de Trabajo y la representación legal de la plantilla en tiempo real y en remoto. Aumento de las sanciones por incumplimientos La norma también endurece las multas por incumplir el registro de jornada. Como ocurrió con los abusos de los contratos temporales en la reforma laboral, se 'individualizan' las sanciones. Es decir, que en lugar de imponer una multa a una empresa por no tener control horario, se impondría una sanción por cada trabajador que hay en esa compañía. Además, se aumentan las cuantías de las multas por infracciones graves relacionadas con el tiempo de trabajo, que podrán llegar a los 10.000 euros, en lugar de los 7.500 euros actuales. También se crea un tipo de infracción grave y otro muy grave relacionados con los abusos en el tiempo de jornada que impliquen un riesgo para la salud. La vicepresidenta Yolanda Díaz ya advirtió de que, en caso de decaer la norma, el Gobierno aprobará por real decreto (sin necesidad de que pase por el Parlamento) el refuerzo del registro horario . En el Ministerio de Trabajo han insistido en esta idea en las últimas semanas, aunque habrá que ver qué medidas pueden regularse por la vía reglamentaria y cuáles decaen de momento por requerir su aprobación a través de una ley. Este caso es, por ejemplo, el aumento de las multas, que requiere de cambios en la LISOS . Medidas en favor de los trabajadores en los juicios El proyecto de ley incorpora también algunas medidas probatorias de la jornada en favor de los trabajadores, relevantes para clarificar los horarios en los conflictos judiciales, en los que habitualmente es difícil demostrar las horas extra o las jornadas reales de los empleados. Por ejemplo, la norma contempla que “las horas extraordinarias registradas día a día” se entregarán en una copia a la persona trabajadora. Además, se establece que el incumplimiento por la empresa del registro de jornada dará lugar a que “se presuma realizada la jornada ordinaria de trabajo, así como las horas extraordinarias y complementarias manifestadas por la persona trabajadora, salvo prueba en contrario”. También que “se presuma celebrado a jornada completa el contrato de trabajo de las personas trabajadoras a tiempo parcial, salvo prueba en contrario que acredite el carácter parcial de los servicios”. Concreción del derecho a la desconexión digital El texto legal también incluye alguna concreción sobre el derecho a la desconexión digital, ya reconocido en España, pero que adolece de un escaso cumplimiento . El proyecto de ley establece “el deber empresarial de garantizar el derecho a la desconexión” y explicita que “supone, entre otros, la ausencia de toda solicitud de realizar una prestación laboral y la ausencia de comunicación de la empresa o persona en quien delegue, así como de terceros con relación comercial con la empresa, con la persona trabajadora mediante cualquier dispositivo, herramienta o a través de medios digitales, así como el derecho a no estar localizable fuera de su horario de trabajo”. El derecho a la desconexión digital se contempla como “irrenunciable”, aunque se prevé que mediante la negociación colectiva podrá establecer “excepciones” cuando “concurran circunstancias excepcionales justificadas que puedan constituir un riesgo grave” para los trabajadores o para otras personas, “o un potencial perjuicio empresarial grave que requiera la adopción de medidas urgentes e inmediatas”.

El Gobierno denuncia un genocidio, el PP sólo ve "una pantalla de humo"

El Gobierno denuncia un genocidio, el PP sólo ve "una pantalla de humo"

El Consejo de Ministros aprueba las medidas más duras que haya tomado un Gobierno español contra el Estado de Israel por el genocidio de Gaza. El PP pasa de tachar de "inadmisible" la conducta israelí a acusar a Sánchez de tomar esas decisiones para que no se hable de su familia La masiva protesta propalestina en Galicia obliga a adelantar 8 kilómetros la meta de la Vuelta a España La destrucción metódica y premeditada de Ciudad de Gaza ya ha comenzado. Como preludio a la expulsión de las centenares de miles de personas que viven allí para arrinconarlas en el sur, Israel está demoliendo los edificios más altos, torres de apartamentos y oficinas de entre diez y quince plantas. Según la agencia de defensa civil de Gaza, en las 72 horas anteriores al lunes, cinco de esas torres fueron destruidas. En ellas vivían 4.100 personas en 210 apartamentos. Las explosiones dañaron también 350 tiendas de campaña, donde se habían refugiado unas 3.500 personas, situadas en las cercanías de los edificios. A un mes de que se cumplan dos años del inicio de la ofensiva israelí contra Gaza, el Gobierno de Pedro Sánchez ha extendido las sanciones contra Israel hasta el límite de lo que cree que son sus posibilidades. El impacto es meramente simbólico y está destinado a tener un efecto mínimo en la conducta de Israel. La única medida que perjudicaría gravemente a su economía sería la suspensión de su acuerdo comercial con la Unión Europea. Alemania, Hungría y otros países han descartado que se pueda llegar tan lejos. Durante demasiado tiempo, el Gobierno español ha confiado en que eso cambiara hasta que ha llegado a la conclusión de que debía adoptar medidas unilaterales, porque de lo contrario se le podría acusar de complicidad con el genocidio. Frente a los llamamientos genéricos a un alto el fuego del que no se han atrevido a salir algunos dirigentes europeos, Sánchez fue este lunes más lejos que nadie en la condena de Israel: “Una cosa es proteger a tu país y otra muy distinta, bombardear hospitales y matar de hambre a niños inocentes, 60.000 muertos, dos millones de desplazados de su hogar, la mitad menores, hambrunas. Esto no es defenderse, no es ni siquiera atacar, es exterminar a un pueblo indefenso y quebrantar todas las leyes del Derecho Internacional”. Sánchez puede sentirse respaldado en cierto modo por la reciente decisión del Gobierno europeo que más cree que su deber es proteger los intereses del Estado israelí. El primer ministro alemán, Friedrich Merz, aprobó un embargo parcial de la venta de armamento a Israel sin consultárselo a su partido o al socio bávaro de la CSU. El Consejo de Ministros añadió a las medidas anunciadas por Sánchez el día anterior la prohibición de entrada en España de Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, ministros de Seguridad y Finanzas, los socios ultraderechistas de Netanyahu. Son los representantes del supremacismo judío con más poder en el país. No son los únicos en el Gobierno que han hecho declaraciones de corte genocida contra Gaza. El ministro de Defensa, Israel Katz, extendió hace unos días las amenazas hasta Yemen por lanzar misiles contra territorio israelí. Lo hizo con el lenguaje bíblico de la venganza: “Una plaga de oscuridad, una plaga de muertes de los primogénitos. Completaremos las diez plagas”. Sánchez recordó que los principales expertos han denominado como genocidio lo que está ocurriendo en Gaza. Era previsible que el Partido Popular no utilizara esa palabra, pero al menos Alberto Núñez Feijóo dijo el lunes que “lo que está haciendo Israel es inadmisible” y que “bloquear la ayuda humanitaria (a Gaza) es imperdonable”. En términos parecidos, se pronunciaron la presidenta de Extremadura y la alcaldesa de Valencia. El alcalde de Madrid se atuvo a la línea manifestada por Isabel Díaz Ayuso. José Luis Martínez Almeida afirmó que “no existen pruebas” de que se haya producido un genocidio, a pesar de las cifras de muertos de civiles –incluidos 17.000 menores de edad– y las imágenes que se han visto en los dos últimos años de ciudades enteras arrasadas y convertidas en paisajes lunares donde vivir es ya imposible. Pronto quedó claro que el PP sabe que no puede defender a Israel, pero sí atacar a Sánchez. Sus dirigentes han dicho que la respuesta del Gobierno es sólo “una pantalla de humo” –un concepto un tanto osado para referirse a algo relacionado con Gaza–, es decir, una táctica supuestamente para que no se mencionen otros asuntos. “Sánchez intenta hablar de Gaza para no hablar de los negocios de prostitución de su familia política”, dijo Cuca Gamarra. En el terreno de los principios, es dudoso que eso tenga más valor que afirmar, como hizo Sánchez, que “España no puede ser cómplice de esta barbarie”. Para el PP, es más rentable hablar de Begoña Gómez que de Gaza. El PP había reprochado a Sánchez por no hablar más de los rehenes israelíes en manos de Hamás. Sánchez reiteró el martes que reclama su puesta en libertad y que condenó el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra territorio israelí. La última esperanza para esa veintena de rehenes que se cree que siguen vivos era la negociación en la que Qatar hacía de mediador entre EEUU y el grupo palestino. Israel cortó de raíz esa vía y casi condenó a muerte a sus propios compatriotas al lanzar un ataque contra el edificio de la capital qatarí donde residen los dirigentes de Hamás que participan en las conversaciones. Hamás tiene presencia política en Qatar desde hace años con el permiso y conocimiento del Gobierno israelí. Horas después, Qatar anunció que pone fin a su labor de intermediación. Einav Zangauker, madre de uno de esos rehenes, acusó a Netanyahu de haber saboteado los intentos de llegar a un acuerdo que hiciera posible su liberación: “Podría ser que en este momento el primer ministro haya asesinado a mi (hijo) Matán y sellado su destino. Quien haya decidido poner en peligro su vida lo ha asesinado. ¿Por qué Netanyahu insiste en impedir cualquier posibilidad de acuerdo?”. El plan israelí más inmediato es obligar por la fuerza a que cerca de un millón de personas se trasladen al sur de Gaza, a una zona que no supera el 12% de su superficie total. Allí no se ha creado la infraestructura necesaria para alojar y alimentar a un número tan elevado de gente. Anteriores “zonas humanitarias” –en la jerga del Gobierno de Netanyahu– han sufrido ataques en forma de bombardeos. No hay desde hace tiempo ningún lugar seguro en Gaza.

De un bulo al banquillo del Supremo: juicio al fiscal general sin pruebas de quién filtró el correo de la pareja de Ayuso

De un bulo al banquillo del Supremo: juicio al fiscal general sin pruebas de quién filtró el correo de la pareja de Ayuso

El Supremo juzgará en los próximos meses a Álvaro García Ortiz después de año y medio de investigaciones sin que ni los testigos ni los informes de la Guardia Civil hayan demostrado cómo llegó a los medios la confesión de Alberto González Amador El Supremo abre juicio contra el fiscal general por la filtración de un correo de la pareja de Ayuso El Tribunal Supremo tendrá un acusado inédito en el banquillo de la sala de lo penal: el fiscal general del Estado. La apertura de juicio oral firmada por Ángel Hurtado convierte a Álvaro García Ortiz en el primer fiscal general en enfrentarse a una acusación penal en España y lo hará por la filtración de un correo en el que la pareja de Isabel Díaz Ayuso confesaba haber defraudado 350.000 euros . Un juicio que llega después de un año de investigación en el que ni los testigos ni las pruebas han revelado quién hizo llegar esa confesión a la prensa y después de que los jueces hayan obviado que Miguel Ángel Rodríguez , jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, fue el primero en difundir información del caso en forma de bulo para manipular a la opinión pública a favor de Alberto González Amador . La apertura de juicio oral ha llegado cuatro días después de la apertura del año judicial en la que García Ortiz afirmó creer en “ la justicia y la verdad ”. Hurtado, a lo largo de 29 páginas, acusa recibo de las pegas que la Sala de Apelaciones puso a su auto de procesamiento y mantiene el relato que refleja desde hace meses en sus escritos: el correo en el que el abogado Carlos Neira reconocía que González Amador “ciertamente” había cometido dos delitos de fraude fiscal llegó a varios medios de comunicación en la noche del 13 de marzo de 2024 y la única fuente posible, según el juez, es Álvaro García Ortiz. Son las mismas conclusiones a las que ya llegó en noviembre de 2024, poco después de enviar a la Guardia Civil a los despachos del fiscal general y la fiscal provincial de Madrid, sin suerte en el primero y con premio en el segundo. Los mensajes que pudo extraer del teléfono de Pilar Rodríguez sirvieron para dibujar el frenesí interno de la Fiscalía cuando el entorno de Isabel Díaz Ayuso empezó a difundir versiones falsas sobre el caso de su pareja. Un dibujo que da por hecho sin pruebas que el fiscal general filtró esa información a la prensa nada más conseguirla y que omite cualquier alusión al papel que jugó Miguel Ángel Rodríguez y a toda la gente que ha testificado, ante notario incluso, que tuvo acceso a esa información horas antes. La comparación entre el auto de procesamiento previo y el definitivo de apertura de juicio oral deja ver las cicatrices causadas por la Sala de Apelaciones, que avaló el enjuiciamiento del fiscal general pero obligó a Hurtado a sacar a la fiscal Pilar Rodríguez de la nómina de acusados. Lo que para el instructor era una pieza fundamental del plan de García Ortiz para obtener la información del caso de la pareja de Ayuso se convirtió en una acusación sin pruebas para el tribunal supervisor. Desaparece también, con poco ruido, la mención inédita de Hurtado a que el fiscal general actuó siguiendo “indicaciones” de Presidencia del Gobierno, frase celebrada en su momento por el Partido Popular para vincular a Moncloa y denunciar una “operación” contra Ayuso. Se queda, sin embargo, la afirmación de que la confesión llegó al teléfono de Pilar Sánchez Acera, entonces asesora en Moncloa, directamente desde la Fiscalía General, ya sin especificar quién pudo hacer ese envío porque no consta en la causa prueba ninguna. Tampoco hay alusiones al voto particular de uno de los jueces del Supremo, muy poco habitual en las causas contra aforados en este tribunal, que entiende que García Ortiz ni siquiera tendría que estar imputado porque, tal y como han dicho varios testigos, esa confesión la conocía más gente antes de que llegara a sus manos. No hay ni rastro de muchos elementos clave del caso. Hurtado no considera relevante que Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, supiera desde un día y medio antes de la filtración que González Amador tenía conversaciones con la Fiscalía. Tampoco que el objetivo declarado del fiscal general no fuera perjudicar al empresario, sino desmentir el bulo que Rodríguez había difundido con la ayuda de media docena de medios de comunicación. Ni a la contradicción que presenció la sala cuando el empresario dijo que nunca autorizó a su abogado a confesar el fraude fiscal mientras que el letrado, para sorpresa de todos los presentes en el interrogatorio, dijo que por supuesto que sí tenía el permiso de su cliente. El juez, siguiendo su criterio de ocho meses de diligencias, tampoco considera relevante que varias personas, sobre todo periodistas, hayan reconocido que supieron de esas negociaciones o incluso el contenido concreto del acuerdo horas o días antes que el fiscal general. Ni que, tal y como ha reconocido la Fiscalía, esa confesión estuviera al alcance de más gente dentro del Ministerio Público. O que González Amador haya ocultado durante un año a los tribunales que su abogado también mandó la confesión a la Abogacía del Estado para sellar un acuerdo y evitar la cárcel. Por el momento el juez ha optado por imponer una fianza de 150.000 euros a García Ortiz, la mitad de lo que pedía como indemnización el empresario y alegando que así queda asegurado que pueda pagar una condena, la multa y las costas. Una fianza superior a la de 120.000 euros impuesta, por ejemplo, al exministro Jorge Fernández Díaz acusado de liderar el operativo policial Kitchen para robar información a Luis Bárcenas. Muy superior a las indemnizaciones fijadas a víctimas de espionaje de José Manuel Villarejo, a razón de 5.000 euros por víctima en casos como Land, Pintor o Iron. Una llamada perdida El Supremo no ha puesto todavía fecha al juicio contra García Ortiz ni ha conformado todavía el tribunal de forma oficial. Los señalamientos de la Sala de lo Penal llegan, por ahora, hasta noviembre y ese es el mes que barajan distintas fuentes para el comienzo del proceso. En cuanto al tribunal, fuentes del Supremo explican que debe estar formado por los cinco magistrados que firmaron la admisión a trámite de la causa contra el fiscal general: la entonces ponente Susana Polo y, con ella, Manuel Marchena , Juan Ramón Berdugo, Carmen Lamela y Antonio del Moral. A la espera de que otros dos miembros se sumen al tribunal, excluyendo al instructor y a los tres integrantes de la Sala de Apelaciones. Serán estos magistrados los que elaboren el calendario del juicio y también la lista de testigos que comparecerá. Además de la previsible declaración del propio González Amador, su abogado, los tres fiscales que estuvieron imputados y algunos periodistas, está por ver si la nómina de testigos llega hasta el entorno de Isabel Díaz Ayuso. Si Miguel Ángel Rodríguez, por ejemplo, tendrá que explicar qué información difundió entre decenas de periodistas, o si varios informadores podrán ratificar que tuvieron esos datos antes que el fiscal general, punto clave de la defensa de García Ortiz. El borrado de mensajes del teléfono de García Ortiz, que el fiscal general atribuye a una medida periódica de seguridad, deja una prueba y una conclusión como grandes avales de Hurtado: que tiene una llamada perdida de un periodista esa noche y que, por tanto, solo él pudo filtrar el correo porque solo él lo tenía. Más personas que tuvieron esa información a su alcance no han sido imputadas y al menos un juez del Supremo cree que eso hubiera sido suficiente para sellar este caso con un auto de archivo, no con una apertura de juicio oral.

El último golpe del juez Hurtado contra el fiscal general

El último golpe del juez Hurtado contra el fiscal general

La fianza impuesta al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, es de 150.000 euros: más que la indemnización que recibió la víctima de La Manada, más que la fianza exigida al exministro Fernández Díaz por el caso Kitchen, más que las indemnizaciones que pagaron comisarios como Pino o Villarejo El Supremo abre juicio contra el fiscal general por la filtración de un correo de la pareja de Ayuso El Tribunal Supremo fijó una indemnización de 100.000 euros para la víctima de la violación múltiple de La Manada. Para el fiscal general del Estado, la fianza será de 150.000. Es un dinero que Álvaro García Ortiz tendrá que avalar antes de que pasen cinco días, entregarlo en el juzgado y que quedará allí bloqueado. Si el Supremo le declara inocente, lo recuperará. Pero en el caso de que lo condenen, ese dinero servirá para indemnizar a esa supuesta víctima –y también defraudador confeso– que se llama Alberto González Amador. 150.000 euros de fianza para un caso de revelación de secretos. Si Álvaro García Ortiz no consigue el dinero o un aval bancario que lo garantice, “se procederá al embargo de sus bienes en cuantía suficiente para cubrir tal cantidad”. Todo esto antes siquiera de que se celebre el juicio. Esta altísima fianza es una decisión del juez Ángel Hurtado, la última de su instrucción contra el fiscal general. Este martes, Hurtado dictó el auto de apertura de juicio oral ; el último paso para sentar a García Ortiz en el banquillo. Es ahí donde se fija esta astronómica cantidad. Es una barbaridad. Para empezar, porque Hurtado argumenta esa cifra explicando que, a la indemnización de González Amador –que es lo que se debe fijar en la fianza–, habrá que sumar las “otras responsabilidades pecuniarias”, incluyendo la hipotética multa para el fiscal general si es condenado. Este criterio es inconstitucional: una sentencia de 2023 del Tribunal Constitucional estableció que contar con la posible sanción en la fianza vulnera la presunción de inocencia. Es bastante obvia la razón: se le obliga a pagar por adelantado. Porque una cosa es garantizar el pago de la responsabilidad civil –es decir, la eventual indemnización– y otra adelantar el pago de la multa. Y eso es exactamente lo que ha hecho Hurtado. Pero la cifra no solo es disparatada por esta cuestión. Basta con comparar con otros casos, mucho más graves. No solo con la indemnización que recibió la víctima de una violación múltiple. El Tribunal Supremo ratificó hace pocos meses la condena al comisario Eugenio Pino por revelación de secretos, exactamente el mismo delito del que acusan al fiscal general. Este comisario, el jefe de la brigada política del PP, adulteró una investigación judicial con información ilegal. ¿La indemnización que fijó el Tribunal Supremo para la víctima? Solo 2.000 euros. Todo se entiende mejor cuando se explica quién era esa víctima: Jordi Pujol Ferrusola, el hijo del expresident de la Generalitat. Además de esa ridícula cantidad, Eugenio Pino fue sentenciado a pagar otros 7.200 euros de multa. También fue condenado a un año de cárcel –una pena mínima que no supondrá su ingreso en prisión–. Si el fiscal general es condenado, además de la indemnización económica, también se juega una pena de entre cuatro y seis años de prisión. Algo parecido ocurrió en las condenas al comisario Villarejo por los casos Iron, Land y Pintor, relacionados con varios episodios de espionaje. Villarejo cometió numerosos delitos, entre ellos revelación de secretos, y le han caído 19 años de prisión. Pero la indemnización para las cinco víctimas fue irrisoria: solo 5.000 euros para cada una –25.000 euros en total– a pagar entre nueve condenados. Ni siquiera Jorge Fernández Díaz, exministro del Interior, se ha enfrentado a una fianza tan severa. Le piden 15 años de prisión por cuatro delitos —encubrimiento, malversación y otros dos contra la intimidad—. En su caso, la responsabilidad civil que puede tener que pagar es muy elevada, por el dinero público que se malgastó. ¿Su fianza? 120.000 euros, 30.000 menos que el fiscal general. Según el baremo económico del Supremo, la supuesta filtración de un correo por parte de Álvaro García Ortiz para desmentir un bulo parece más grave que el caso kitchen: utilizar los fondos reservados para espiar a Luis Bárcenas y destruir pruebas de la corrupción del PP. 150.000 euros de fianza. Es la guinda de un proceso penal que algún día debería avergonzar a la Justicia española. Por qué García Ortiz debe resistir En circunstancias normales, el fiscal general del Estado debería dimitir. Y hay tres buenos argumentos para defender ese criterio. Primero, por simetría: cualquier otro fiscal en su situación sería suspendido cautelarmente hasta después del juicio. Igual que ocurre cuando un juez se sienta en el banquillo. Segundo, por su falta de autoridad: Álvaro García Ortiz encabeza una institución jerárquica, donde buena parte de los fiscales hoy no le están obedeciendo por su debilidad. Tercero, por preservar la imagen de la institución: porque un fiscal general sentado en el banquillo hace un daño terrible a toda la Fiscalía. En circunstancias normales, García Ortiz se debería apartar. Pero es que estas circunstancias no lo son. La instrucción del juez Hurtado ha tratado esta investigación como si, en vez del fiscal general, se tratase de un presunto narcotraficante. El registro de su despacho fue absolutamente desproporcionado y tampoco aportó ningún dato relevante. Los saltos al vacío en sus autos han sido clamorosos, como esa acusación al Gobierno de estar detrás de la filtración, una afirmación tan insostenible que sus propios compañeros del Supremo le obligaron a retirar. Después Hurtado ha decidido ignorar las numerosas pruebas y evidencias que demuestran que ese secreto supuestamente revelado por el fiscal general circulaba por varias redacciones de Madrid días antes de que García Ortiz accediera a esa información. La investigación judicial ha acreditado, sin lugar a ninguna duda, cuál es la hora y el día exacto en el que el fiscal general accedió a esa documentación. Y es posterior. Hace falta una máquina del tiempo para que García Ortiz sea el responsable de la filtración. Hurtado también ha despreciado el testimonio de media docena de periodistas, de distintos medios, cuyas declaraciones desmienten que el fiscal general protagonizara esa filtración. Andrés Palomo –un juez conservador, pero que no ha querido participar en esta persecución– lo resume muy bien en su voto particular contrario a abrir juicio contra el fiscal general: “El correo había sido filtrado antes de que ese correo llegara a poder y conocimiento del investigado”. Hay una “escasez, debilidad e insuficiencia en los indicios de la filtración”. En estas circunstancias tan anómalas, creo que García Ortiz debe resistir. Por otros tres argumentos simétricos a los que usan quienes piden su dimisión. Primero, porque el fiscal general del Estado no está sometido a la misma regulación que el resto de los fiscales. Y es lógico que sea así. El Gobierno es quien propone su nombramiento, pero después no le puede destituir. Esto es así para preservar su independencia. Si sentarlo en el banquillo –que no condenarlo– sirve para que tenga que dejar el cargo, se daría al Supremo una potestad que no figura en ninguna ley. Segundo, porque el problema de autoridad de este fiscal general no va a cambiar si García Ortiz dimite y llega otro en su lugar. La derecha judicial ha presionado a la Fiscalía desde el mismo momento en que Mariano Rajoy fue desalojado de La Moncloa. Era la única institución importante de la Justicia que no estaba dominada por los conservadores –hoy ocurre lo mismo, por idénticos motivos, con el Tribunal Constitucional–. Que la derecha se cobre la cabeza del fiscal general no va a servir para que su sucesor tenga más autoridad. Más bien al contrario. Los fiscales generales nombrados por este Gobierno se dividen en dos: aquellos que se plegaron al poder de la derecha y no hicieron casi nada –fue el caso de María José Segarra– y quienes intentaron cambiar las cosas y fueron tratados a cañonazos desde el primer día –Dolores Delgado y Álvaro García Ortiz–. Tercero, porque ceder ante esta cacería sienta un precedente muy peligroso para cualquier otro fiscal general. Que García Ortiz dimita no fortalece esta institución: la debilita. Como argumentaba José Precedo en este otro artículo : “Si un grupo mafioso o cualquier otra organización criminal urde un plan para apartar al fiscal general a través de denuncias coordinadas hasta lograr su imputación, ¿sería defendible que el máximo representante de la Fiscalía renunciase también?” Y hay un cuarto argumento. Para mí es el principal. Al igual que otros periodistas, yo sé con certeza cómo se filtró esa información. elDiario.es fue uno de los medios que la publicó y quien desveló la exclusiva del fraude fiscal de González Amador. Nunca diré ningún nombre. No solo porque proteger a mis fuentes sea mi obligación como periodista. También porque no serviría para exculpar al fiscal general –el Supremo ha ignorado todo lo que los periodistas hemos declarado, y si diéramos otro nombre sería igual–. Sé quién fue la fuente. Sé también que Álvaro García Ortiz no fue. Y jamás pediré la dimisión de alguien que me consta que es inocente. Entiendo que haya quien no me crea y también quien legítimamente defienda que no puede seguir. Pero con la información que yo tengo de primera mano, pedir la dimisión del fiscal general por un delito que sé que no ha cometido sería un acto de pura hipocresía. Y no lo voy a hacer. Como escribió Émile Zola, en su famoso “yo acuso” , defender a un inocente no es una opción. Es una obligación. “Es mi deber: no quiero ser cómplice. Todas las noches me desvelaría el espectro del inocente que expía a lo lejos cruelmente torturado, un crimen que no ha cometido”.

Israel dinamita la última posibilidad de un acuerdo con un ataque contra los negociadores de Hamás en Doha

Israel dinamita la última posibilidad de un acuerdo con un ataque contra los negociadores de Hamás en Doha

Los líderes de Hamás se encontraban reunidos en la capital de Qatar, país que ha ejercido de mediador entre el grupo palestino y Tel Aviv desde el comienzo de la guerra en Gaza hace casi dos años Israel ataca a líderes de Hamás en la capital de Qatar En la tarde del martes, Israel ha atacado un edificio en la capital de Qatar donde se encontraban reunidos destacados líderes políticos de Hamás. El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha asumido la responsabilidad de una acción militar que, en la práctica, pone fin a la vía diplomática, no sólo porque ha tenido como objetivo a los representantes palestinos en las negociaciones, sino también al país que ha sido el principal mediador entre Hamás e Israel en los pasados dos años. Sobre la mesa estaba la última propuesta de Estados Unidos para un alto el fuego en la Franja de Gaza, cuya posibilidad ha sido aniquilada por el bombardeo israelí contra los mismos negociadores que estaban estudiando esa propuesta. Seis personas han sido asesinadas, pero ninguno de los dirigentes de Hamás blanco del ataque selectivo, según ha informado el grupo. “No es la primera vez que Israel actúa así, pero es la manifestación más extrema en la claridad de su mensaje: no estamos interesados en una salida negociada”, dice a elDiario.es Daniel Levy, presidente de US/Middle East Project, exasesor del Gobierno israelí y antiguo negociador para este país en varios procesos de paz. “Cuando una nueva propuesta no solo está sobre la mesa, sino que aparentemente está literalmente bajo discusión en el momento del ataque, el mensaje es evidente. Israel no solo intenta asesinar a los negociadores, sino que lo hace además en el territorio soberano del mediador clave e indispensable”, añade. Levy sostiene que “Netanyahu nunca ha querido un acuerdo”, pero explica que al primer ministro “no le hacía falta realizar este ataque para frustrar las negociaciones” tal y como ha hecho en otras ocasiones en el pasado alegando que las exigencias de Hamás son inaceptables o cambiando sus propias exigencias. “La respuesta de por qué lo ha hecho creo que no tiene tanto que ver con Israel, Hamás y las negociaciones, sino con enviar una señal a Qatar y la región de que nadie puede desafiar a Israel. Aunque seas aliado de EEUU y tengas bases militares, eso no te da protección”. Tan sólo unas horas antes del ataque, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, había afirmado que su Gobierno había aceptado la propuesta estadounidense y que estaba “preparado para aceptar un acuerdo global que pusiera fin a la guerra” en Gaza. Pero lo cierto es que el Gobierno de Netanyahu lleva semanas retrasando las negociaciones, sin mostrar su voluntad para detener la ofensiva sobre Gaza y el propio Qatar le había acusado recientemente de no responder a los mediadores, después de que Hamás respondiera positivamente. Hamás ha asegurado que “el ataque a la delegación negociadora, justo cuando discutía la última propuesta del presidente Donald Trump, confirma sin lugar a dudas que Netanyahu y su Gobierno no quieren llegar a ningún acuerdo”. “Están trabajando deliberadamente para frustrar cada oportunidad y sabotear los esfuerzos internacionales”, ha afirmado en un comunicado. El grupo islamista ha anunciado que sus líderes han sobrevivido al “intento de asesinato” israelí, pero ha informado de que seis personas han fallecido, incluido el hijo del veterano dirigente de Hamás, Jalil Al Hayya, el jefe de su oficina y tres guardaespaldas. Entre las víctimas hay un policía de Qatar, según el Ministerio de Interior del país. Atacar al mediador El ataque sacudió la habitualmente tranquila capital catarí y causó daños en un edificio residencial donde estaban reunidos Al Hayya y otros importantes líderes del buró político del movimiento, cuya sede se encuentra en la capital catarí desde hace años. Qatar ha sido un apoyo fundamental de Hamás en los pasados años, incluso antes de la actual ofensiva de Israel, que ha diezmado a los combatientes y dirigentes políticos y militares de Hamás, así como sus capacidades operativas en Gaza. Mapa del lugar del ataque en la capital de Qatar, Doha. El Gobierno de Qatar –que ha tratado de mediar entre las partes de forma casi ininterrumpida y ha logrado los únicos dos acuerdos de tregua en Gaza desde octubre de 2023– ha condenado el “cobarde ataque” que constituye “una flagrante violación de todas las leyes y normas internacionales”. El portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Majed Al Ansari, ha dicho en X que su país “no va a tolerar este comportamiento imprudente israelí ni la continua perturbación de la seguridad regional, ni ningún acto que atente contra su seguridad y soberanía”. Al Ansari no ha dicho si su país seguirá ejerciendo de mediador, pero todo indica que la confianza entre todas las partes se ha roto definitivamente. Incluso, el ataque israelí pone a prueba las buenas relaciones de Qatar con EEUU, que tiene en este país del golfo Pérsico su mayor base militar de la región. Al Ansari ha desmentido que Washington informara a su Gobierno antes del ataque, sino que la llamada “llegó durante el sonido de las explosiones” que se produjeron sobre las 16:00 horas locales. Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha afirmado que el presidente Donald Trump no comparte el ataque israelí. “Bombardear unilateralmente Qatar, una nación soberana y aliada de Estados Unidos, que trabaja arduamente y asume valientemente riesgos junto con nosotros para negociar la paz, no contribuye a los objetivos de Israel ni de Estados Unidos”, ha declarado Leavitt. Y ha aclarado que “el presidente considera a Qatar un fuerte aliado y amigo de EEUU, y se siente muy mal por el lugar de este ataque”. Según la portavoz, Trump habló con Netanyahu después del ataque y con el emir y el primer ministro cataríes, a quienes les aseguró que “no volverá a ocurrir en su suelo”. El pasado domingo, Trump había amenazado al grupo islamista para que aceptara la propuesta formulada por su enviado especial, Steve Witkoff. “¡Todo el mundo quiere que esta guerra termine! Los israelíes han aceptado mis condiciones. Es hora de que Hamás también las acepte. He advertido a Hamás sobre las consecuencias de no aceptarlas. Esta es mi última advertencia, ¡no habrá otra más!”. El mundo condena, pero no actúa Todos los vecinos de Qatar –aliados de EEUU, en primer lugar Arabia Saudí– han condenado el ataque contra la soberanía del país y han advertido de sus peligrosas repercusiones en la zona. Egipto, que es el otro país árabe que ejerce de mediador entre Hamás e Israel, ha declarado su “plena solidaridad” con el emirato y ha dicho que el bombardeo sienta “un precedente peligroso”. Desde las capitales occidentales –incluida, Madrid– también han llegado numerosas condenas, así como desde la ONU, cuyo secretario general, Antonio Guterres, ha instado a todas las partes a “trabajar para lograr un alto el fuego permanente, no para destruirlo”. El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha lamentado que “este acto de violencia mina los esfuerzos de paz” y “echa más gasolina al fuego” que arrasa Oriente Medio. Sin embargo, el ataque ha mostrado lo lejos que se encuentra la Unión Europea de tener algo de influencia en el escenario internacional. El martes por la mañana, la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, señalaba en el Parlamento Europeo que el tiroteo del lunes en Jerusalén “subraya el increíble peligro que enfrentan tanto palestinos como israelíes. La agresión genera más agresión y radicalización”, pero el bombardeo en Doha ha dejado en silencio a los miembros de la Comisión Europea. A pesar de las continuas peticiones por parte de los medios de comunicación para saber la postura de las instituciones europeas respecto al ataque de Israel, la posición de Bruselas ha sido mantener un prudente “estamos analizando la situación”. Un día antes de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dé el discurso del Estado de la Unión en el Parlamento europeo, donde los grupos políticos le van a recriminar la falta de actuación ante el genocidio de Gaza, Europa vuelve a quedar muda ante los abusos de Israel, informa Rodrigo Ponce de León. El Ejecutivo de Netanyahu no ha dudado a la hora de atacar varios Estados soberanos en su vecindario desde que inició su brutal asalto sobre Gaza en octubre de 2023 –casi dos años en los que ha matado a más de 64.000 palestinos en la Franja–. Qatar es el último objetivo, después de Siria, Líbano, Yemen o Irán y, en todos los casos, Tel Aviv no ha tenido que responder por sus actos y, en las ofensivas de Yemen e Irán, incluso ha contado con el apoyo del ejército de EEUU y con el beneplácito de Occidente. Por ello, Netanyahu no ha buscado excusas ni justificaciones y ha alardeado del bombardeo contra Doha: “Israel lo inició, lo llevó a cabo y asume toda la responsabilidad [del ataque]”, ha señalado su oficina. “La acción de hoy contra los principales jefes terroristas de Hamás fue una operación totalmente israelí”, ha destacado, queriendo de esta forma descartar la hipótesis de la participación de EEUU u otros aliados. El jefe de Estado, Israel Herzog, ha apoyado la decisión del Ejecutivo, que ha considerado “importante y correcta”. “Los líderes terroristas de Hamás dificultan repetidamente las propuestas de compromiso para la liberación de los rehenes. Frente al terrorismo y el mal absoluto, debemos luchar con determinación y valentía para lograr, ante todo, la liberación de los rehenes y construir un futuro mejor para nosotros y nuestros vecinos”, ha afirmado en X. Precisamente, la suerte de los rehenes que permanecen secuestrados en Gaza (48 en total, de los cuales se cree que sólo una veintena sigue con vida) es más incierta que nunca. El Foro de las Familias de los Rehenes y los Desaparecidos ha expresado un “gran miedo por el precio que los secuestrados pueden pagar” por el ataque contra los dirigentes de Hamás. “El precio para los 48 rehenes puede ser insoportable. Los que están vivos pueden ser asesinados y los muertos pueden desaparecer para siempre”. En un comunicado, la agrupación de familiares ha lamentado que “la posibilidad de traerlos de vuelta es más incierta que nunca” y ha vuelto a pedir al Gobierno que ponga fin a la guerra para salvar a sus seres queridos. En el marco de la propuesta estadounidense, los cautivos vivos y los cuerpos de los fallecidos serían devueltos a cambio de la liberación de cientos de presos y presas palestinas en cárceles israelíes, de un alto el fuego en Gaza y de la retirada de las tropas israelíes. El último acuerdo entre Hamás e Israel colapsó a mediados de marzo, cuando el ejército israelí reanudó sus ataques masivos contra la Franja. Desde entonces, ha tomado el control de cerca del 75% del territorio palestino y ha impuesto un bloqueo casi total sobre el mismo provocando una hambruna sin precedentes y perpetrando lo que cada vez más voces coinciden en llamar genocidio.

Por qué la palabra correcta es genocidio

Por qué la palabra correcta es genocidio

Académicos israelíes, algunos de ellos estudiosos del Holocausto, no dudan de que los crímenes que Israel está cometiendo en Gaza coinciden con la definición de genocidio que Naciones Unidas adoptó en 1948 El PP evita calificar de “genocidio” la destrucción israelí de Gaza y ataca a Sánchez: “Hamás le aplaude” Omer Bartov es profesor de estudios sobre el genocidio y el Holocausto en la Universidad estadounidense de Brown (Rhode Island). En julio publicó un artículo en The New York Times titulado ‘Soy un estudioso del genocidio. Reconozco cuando veo uno ’. Este historiador israelí explicaba que un mes después del ataque del 7 de octubre por parte de Hamás pensó que el ejército israelí, en su respuesta, había cometido crímenes de guerra y potencialmente crímenes contra la humanidad. Bartov creía que, pese a ser atroz, lo que estábamos viendo no se podía calificar de genocidio. Medio año después cambió de opinión. En mayo de 2024, los soldados israelíes obligaron a casi un millón de personas, los habitantes de Rafah, a irse a una zona, Al-Mawasi, en la que era prácticamente imposible refugiarse. Y después empezaron a destruir su ciudad. “Netanyahu había instado a sus ciudadanos a recordar ‘lo que Amalec hizo contigo’, una cita que muchos interpretaron como una referencia a la exigencia de un pasaje bíblico que pedía a los israelitas matar ‘hombres, mujeres y niños, aunque sean los de pecho’, de su enemigo ancestral. Funcionarios gubernamentales y militares dijeron que luchaban contra ‘animales humanos’ y, más tarde, pidieron la ‘aniquilación total’. Nissim Vaturi, portavoz adjunto del Parlamento, dijo en X que la tarea de Israel debía ser ‘borrar la Franja de Gaza de la faz de la tierra’, describe Bartov en su artículo. Querían hacerlo y están a punto de lograrlo. Eso explica la orden de evacuar la ciudad de Gaza en la que viven e intentaban refugiarse hasta esta semana otro millón de palestinos. Naciones Unidas estableció que un genocidio implica la “intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. El genocidio supone el asesinato de personas como miembros de un grupo, orientado a destruir irreparablemente al propio grupo para que nunca pueda reconstituirse como entidad política, social o cultural. ¿Acaso se necesitan más pruebas de que ese ha sido y es el propósito del Gobierno de Netanyahu y de las acciones que disciplinadamente lleva a cabo el ejército israelí? Por eso no se puede hablar de una guerra (no existe un cuerpo de Hamás organizado para luchar contra las Fuerzas de Defensa de Israel) ni es suficiente tildarlo como crímenes de guerra. Bartov reconoce que llegar a esta conclusión ha sido especialmente doloroso para él. Y es lógico si se tiene en cuenta que creció en un hogar sionista, vivió la primera mitad de su vida en Israel, que allí sirvió como soldado y oficial y ha pasado la mayor parte de su carrera investigando y escribiendo sobre crímenes de guerra y el Holocausto. En su artículo, este historiador cita en uno de los párrafos a otros colegas expertos que han llegado a la misma conclusión: “El académico israelí especializado en genocidios Shmuel Lederman se unió al coro de opinión cada vez mayor que afirma que Israel participó en acciones genocidas. El abogado internacional canadiense William Schabas llegó a la misma conclusión el año pasado y hace poco describió la campaña militar de Israel en Gaza como ‘absolutamente’ un genocidio. Otros expertos en genocidio, como Melanie O’Brien , presidenta de la Asociación Internacional de Estudiosos del Genocidio, y el especialista británico Martin Shaw (quien también ha dicho que el ataque de Hamás fue genocida) , han llegado a la misma conclusión, mientras que el académico australiano A.Dirk Moses , de la Universidad Municipal de Nueva York, describió estos hechos en la publicación neerlandesa NRC como una ‘mezcla de lógica genocida y militar’”. Así que los políticos que piden ser “ecuánimes y ponderados” en la respuesta a la actuación de Israel o directamente niegan el genocidio, como hizo este lunes el alcalde de Madrid, José Luís Rodríguez Almeida, están falseando la realidad porque obvian que el propósito del Gobierno de Netanyahu es hacer inhabitable Gaza y expulsar a su población. Almeida, como otros, hace la trampa de usar el exterminio perpetrado por los nazis para no reconocer lo que está pasando en Gaza. Como si uno anulase al otro. El Holocausto fue un genocidio, al igual que las matanzas lideradas por Pol Pot en Camboya, a mediados de los 70, las de Ruanda, en 1994, o la masacre de Srebrenica, de la que ahora se han cumplido 30 años. Acabo el artículo con otra de las frases de Bartov. Recuerden, judío y estudioso durante más de dos décadas del Holocausto: “Israel tendrá que aprender a vivir sin recurrir al Holocausto como justificación de la inhumanidad”.

El Córdoba Patrimonio consigue un agridulce punto ante el Inter Movistar (1-1)

El Córdoba Patrimonio consigue un agridulce punto ante el Inter Movistar (1-1)

Tras conseguir vencer en el pabellón del Pozo Murcia , los de Ema Santoro se estrenaban en Vista Alegre para confirmar las buenas sensaciones que dejaron en la primera fecha. Ante todo un Inter Movistar, uno de los grandes del fútbol sala nacional, el Córdoba Patrimonio consiguió un punto que supo a poco tras el transcurso del partido. El duelo comenzó con una gran actuación de los blanquiverdes , que fue muy superior en la primera mitad. Fueron varias las ocasiones que tuvo para ponerse delante, pero se encontró a un Jesús Herrero estelar. El guardameta de Inter Movistar dejó varias paradas de mérito que hicieron que se llegase al descanso en empate. La más clara de los primeros veinte minutos fue para Hugo, el cierre, a falta de menos de tres minutos, tuvo en sus pies el primer tanto tras un pase de Aranda que lo dejó solo en el segundo palo. Ahí apareció Herrero para detener el disparo del cordobés. Aun así, los blanquiverdes llegaron al descanso dejando muy buenas sensaciones, mostrando superioridad ante todo un Inter Movistar. Durante esta primera mitad, Ema Santoro, entrenador del Córdoba , y su cuerpo técnico estrenó el FSV, el videoarbitraje de la Liga Nacional de Fútbol Sala. El banquillo blanquiverde reclamó la revisión de una acción en la que cayó Nicolás cuando iba a plantarse ante la portería rival. Los colegiados no vieron nada punible y decidieron continuar el duelo sin ningún efecto. La suerte cambió en la segunda mitad para los blanquiverdes, que abrieron la lata mediante Carlos Gómez . El reciente fichaje del Córdoba Patrimonio tumbó el muro que había plantado Jesús Herrero y, con un gran disparo raso a la esquina de la portería, hizo el primer gol del partido a los 5 minutos de la segunda parte. Poco después, Chaguinha reclamaba una mano dentro del área blanquiverde que fue revisada, por petición del banquillo visitante, por los árbitros mediante el FSV. Tal y como en la acción de la primera mitad, los árbitros no vieron la jugada como punible y reanudaron el partido. El cuadro madrileño se fue creciendo tras el gol de Carlos Gómez. Ahí fue cuando apareció Fabio , el guardameta califal dejó varias atajadas para evitar el empate. El capitán del Córdoba Patrimonio volvió a ser clave tras el encuentro ante el Pozo, en el que fue uno de los mejores en la victoria en Murcia. El videoarbitraje entró otra vez en el partido. Fue tras una caída de Nacho Gómez dentro del área en la que Jesús Herrero perdió el balón y agarró levemente al cordobesista . Los colegiados, ante el enfado de Vista Alegre, decidieron reanudar el juego. El conjunto visitante lo intentó en los últimos minutos , arriesgándose sacando portero-jugador . La estrategia surgió efecto y a falta de 2 minutos Javi Mínguez puso el empate en el marcador tras un gran disparo, inapelable para Fabio. Con tablas terminó el duelo, que dejó un sabor agridulce en el Córdoba , que vio como tuvo oportunidades de sobra para ganar el partido. Jesús Herrero y el juego de 5 le dieron un punto al conjunto madrileño, que en gran parte del partido se vieron superados por los blanquiverdes. La competición no da respiro y los de Ema Santoro visitarán al Palma Futsal , actual campeón de la Champions League, esta misma semana. Será el viernes 12 de septiembre a las 21:00 horas . Los blanquiverdes se enfrentan a un duro inicio liguero del que ya han sacado 4 meritorios puntos.

Al PP le gusta la fruta israelí

Al PP le gusta la fruta israelí

Precisamente cuando más voces se alzan en todo el mundo llamando al genocidio por su nombre y pidiendo sanciones contra Israel, va el PP y compra el argumentario israelí, enterito, siguiendo de nuevo a la ultraderecha, y contra el sentir mayoritario de la sociedad española Ya sabemos que a los dirigentes del Partido Popular les gusta la fruta, no paran de recordarlo cada vez que tienen ocasión, lo mismo en la tribuna de invitados del Congreso que en un parlamento autonómico, en camisetas, redes sociales y celebraciones de cumpleaños . Les gusta la fruta, les gusta mucho y a todas horas, les hace mucha gracia llamar hijo de puta al presidente del Gobierno, pero siempre con jijí-jajá, con la boca pequeña, jueguecito de palabras, chiste cutre. Ahora además comprobamos que les gusta la fruta de Israel. Y no me refiero a los dátiles medjoul que producen los colonos israelíes y que muchos dejamos de comprar hace tiempo; ni a las hortalizas y frutas que se cultivan en tierra expoliada a la población palestina en Cisjordania, se riegan con agua robada a los palestinos, se exportan a Europa y se venden disimulando su origen. No, lo que le gusta al PP, su verdadera megustalafrutez , es tomar partido por Israel en su genocidio de los palestinos de Gaza. Y cada vez con menos disimulo. “¡Me gusta la fruta!”, pero con todas las letras y no con la rima infantil, es lo que muchos exclamamos cada vez que escuchamos las infames declaraciones de dirigentes del PP sobre Gaza. Ya no solo es que eviten decir “genocidio”, y como mucho hablen de “barbaridad”, o utilicen rodeos del tipo “lo que está ocurriendo en Gaza” para referirse a las matanzas. Es que ahora, precisamente cuando más voces se alzan en todo el mundo llamando al genocidio por su nombre y pidiendo sanciones contra Israel, va el PP y compra el argumentario israelí, enterito. En las últimas horas hemos oído a la portavoz parlamentaria Ester Muñoz reproducir los argumentos auto exculpatorios de Israel (“todo lo que está ocurriendo en Gaza es culpa de Hamás ”, “los palestinos son rehenes de Hamás, que coloca bombas en hospitales y colegios”); a Cuca Gamarra decir que eso de genocidio solo lo puede decidir un tribunal internacional; a Ayuso equiparar las protestas en la Vuelta con los atentados terroristas de Munich 1972 y llamar “etarras” a los manifestantes; al alcalde Martínez Almeida tontear con que “la forma más rápida de acabar la guerra es decirle a Hamás que se disuelva, entregue las armas y se entregue a la justicia”; y a Feijóo que pide “ser ecuánimes y ponderados ”, pero que también justifica la masacre con los “kilómetros de túneles de Hamás bajo hospitales y colegios” y la población civil como “escudos humanos”. “¡Me gusta la fruta!”, exclamamos todos al ver el nivel de indignidad de la derecha, que ha decidido ir contra el sentir mayoritario de la sociedad española, históricamente solidaria con la causa palestina, y que ahora denuncia masivamente el genocidio. Otra muestra más del giro interminable del PP hacia la ultraderecha, tras radicalizar su discurso migratorio o apuntarse al trumpismo verbal contra el presidente del gobierno. Ahora también en relación con Israel. Si desde el principio Vox se puso incondicionalmente del lado genocida (en el marco de esa monstruosa alianza entre el sionismo israelí y la ultraderecha global), el PP va detrás. Con Ayuso de avanzadilla y marcando el paso, como siempre, y ahora ya con toda su dirección nacional. Me voy a morder la lengua, que no me sale ya la rima.

La terrible verdad del ‘caso María Pombo’ no es sobre los libros

La terrible verdad del ‘caso María Pombo’ no es sobre los libros

“María es mejor que Isabel” sólo significaría algo si estuviéramos de acuerdo en aquellas cosas a las que damos valor y aquellos atributos que debe tener alguien para ser mejor que otro Habían pasado años desde la última vez que alguien denostó la lectura en público y había ganas, a qué negarlo. Ganas de ser ofendidos, quiero decir, porque no eres nadie si no te denigra una influencer . Constituía una mala señal que los cultivados, ilustrados, intelectuales o simplemente leídos, lleváramos tantos años sin ser insultados. María Pombo nos lo puso fácil y las conclusiones del rifirrafe son aún más terribles. La intelligentsia entró en tromba: llevaba años deseando enseñar el carné de la biblioteca. Si me hubieran dicho que iba a ver tantos articulistas dedicarle párrafos y párrafos a una mujer cuyo nombre muchos desconocíamos hasta el día antes, no lo hubiera creído. Para enterarme de la polémica me documenté. Vi algunas de sus stories y no me pareció alguien muy distinto de Isabel Preysler, pero en otra generación. Personas que viven de vender sus vidas (antes a ¡Hola! , ahora en las redes). La diferencia es que la profesión de Preysler era “famosa”. Pombo es una “creadora de contenido”, profesión de referencia del capitalismo de la atención, en el que todo el mundo pugna por engancharnos emocionalmente, para luego cobrarnos o poner nuestro cerebro a disposición de los anunciantes. “Leer no os hace mejores personas”, dijo en sus redes. A partir de ahí la intelligentsia salió en tromba a defender la lectura, hubo mucho lector de a pie reivindicándose, llamándola ignorante, despreciándola, indignándose… Hasta ahí todo en orden, o sea, en el desorden caótico propio de la conversación pública en la era del enfrentamiento. Debatir sobre lo que nos hace mejores es muy de la modernidad. Cuando las gentes vivían bajo el influjo de la religión -y no leían nada porque eran analfabetos- no se preguntaban qué les hacía mejores, porque no había duda: ser temerosos de Dios. La modernidad impugnó esa premisa. Nos dijo que había muchas formas de ser éticos, sin ser religiosos. Pero la modernidad se acabó y con ella los grandes relatos y narrativas compartidas, como la del progreso personal y social a través del conocimiento. María Pombo encarna esta posmodernidad de narrativas tribales que sólo busca la identificación emocional de su público. Más o menos lo que hace Tellado cuando anima a “cavar la fosa donde reposarán los restos del Gobierno”: emplea palabras reconocibles para la chavalería nostálgica que se les está yendo a Vox, a ver si vuelven al redil. Cuando apelamos a la cuestión de cómo ser mejores, invocamos los valores compartidos como sociedad. Pero la frase: “María es mejor que Isabel” sólo significaría algo si estuviéramos de acuerdo en aquellas cosas a las que damos valor y aquellos atributos que debe tener alguien para ser mejor que otro. La verdad terrible que desvela este caso es que esa frase no significa nada, porque no existe un conjunto de valores compartidos. Desde la Revolución Francesa, los estados modernos hicieron un esfuerzo sostenido durante siglos para alfabetizar a la población, como ideal no sólo educativo, sino democrático. No había ninguna duda: ser capaz de leer era mejor que ser analfabeto, era la puerta del progreso personal y social. Las campañas de alfabetización en España no cejaron hasta los años 80, cuando por fin la Unesco nos puso en la lista de países libres de analfabetismo (los clasifican así, como quien dice libres de peste). La afirmación de Pombo no me ha escandalizado porque niegue el valor de la lectura, sino porque evidencia que los valores ilustrados ya no son compartidos, quizá empiecen a resultar minoritarios en cierta población. Aun siendo del mismo gremio, Preysler nunca lo hubiera dicho. La terrible verdad que nos revela Pombo no es sobre los libros ni sobre la lectura, sino sobre una sociedad rota, que ha dejado de articularse en torno a valores incuestionables como la preferencia de la alfabetización sobre el analfabetismo. Preysler, la ilustrada, nos vendía la aspiración de ser como ella. Pombo, la posmoderna, nos vende autoafirmación: puesto que no hay progreso, ¿para qué leer? Mejor sigue mirando mis vídeos, parece decir. La diferencia no está en ellas, sino en lo que Michael Sandel llama “vacío público”: ese espacio en el que ya no sabemos debatir, porque hemos dejado de saber qué valoramos como sociedad.